Valery Prescot, una chica gótica que trata de rehacer su vida cuando descubre la auténtica naturaleza de su exnovio. Y con eso en mente se muda junto a su familia a Los Angeles, California donde a su padre le ha salido una muy buena oferta de trabaj...
Tras suplicarles como diez veces a los padres de Marcus que no les contasen a mis padres lo que había pasado en la piscina, nos sentamos todos en la sala de estar para charlar. Y por lo que se ve ahora mismo, no va a ser una conversación muy cómoda que digamos.
Sobre todo para los padres de Marcus...
—Bien, antes que nada lo que quiero saber si os cuidáis. Porque estoy seguro de que esta no es la primera vez que...bueno, que lo hacéis. De modo que, ¿usáis protección? —Nos preguntó Henry Miller entrelazando sus dedos y mirándonos con preocupación.
—Siempre —Contestamos Marcus y yo al unísono.
Los señores Millers suspiraron aliviados y luego se acomodaron mejor en el sofá.
—Genial, genial. Ahora que está aclarado ese punto, bueno, solo nos queda reprenderos porque... ¿Henry? —Continuó Marina lanzándonos una mirada nerviosa.
—Pues por... ¡Por hacerlo en la piscina! Eso no está bien, supongamos que Nataly hubiese bajado a la cocina a buscar un vaso de leche o simplemente buscándote a ti Marcus porque ha tenido una pesadilla. ¿Os imagináis la gravedad del asunto si os hubiese visto en plena acción, chicos? —Intervino su marido asintiendo varias veces.
—Eso jamás habría pasado. Nataly insistió en quedarse a dormir con Nicky otra noche porque se lo estaba pasando en grande con ella. Después de darle permiso, yo me vine a casa y Valery llego poco después, tras asegurarse de que absolutamente todos los presentes en su casa, estaban profundamente dormidos —Les contestó Marcus encogiéndose de hombros con toda tranquilidad.
— ¿En serio? Oh bueno, entonces creo que lo han hecho bien, Marina —Dijo el señor Miller mirándonos sorprendido.
—No, porque, porque... ¡Bueno está bien, sí, habéis tenido mucho cuidado! —Dijo Marina exasperada y mirándonos sin saber qué hacer.
—Entonces no veo a qué se debe tanto drama, la verdad. He tomado precauciones y nos hemos asegurado muy bien de que nadie nos viese —Continuó diciendo Marcus con una expresión indiferente.
—Bueno pues...nosotros ya nos...nos vamos a nuestra habitación. Buenas noches, chicos —Dijo el señor Miller levantándose del sofá y llevándose a su mujer, pese a las objeciones de esta.
—Te acompaño hasta la puerta, Val —Dijo Marcus tomando mi mano y caminando junto a mí hasta la puerta principal.
Una vez fuera me besó y acto seguido cada uno siguió su camino. No me fue muy difícil entrar en casa, volví a subir por el árbol y tras quitar a la falsa "Valery" me puse el pijama y me tumbé a dormir.
A la mañana siguiente actué con disimulo, desayuné con mis padres y las chicas, luego mamá se las llevó al colegio, papá se fue al trabajo y yo me metí en el coche para ir al instituto. Nada más llegar Marcus ya me esperaba apoyado contra su moto, con los brazos cruzados y su media sonrisa como de costumbre.
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