Capítulo 25 (Corregido)

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(En multimedia, Dante, el perro de los Prescott)

Dedicatoria a los lectores que comentaron en el capítulo anterior:

 ShirleyAndreaArias  (Primer comentario)

notimportant053  (Segundo comentario)

★★★★★★★★★★★★★★★

Pov Valery:

Me recosté en el pequeño sofá que tenía mi padre en su despacho, Martha por otro lado, decidió ocupar su silla detrás del escritorio. Tras indicarle donde guardaba mi padre los cuadernos limpios, ella tomó uno y dio comienzo la sesión:

—Bien, háblame primero de Marcus. ¿Cómo os van las cosas? —Preguntó Martha adoptando su tono de psicóloga.

—Muy bien, hemos tenido momentos íntimos. Ya sabes a lo que me refiero —Le dije mirándola sugerente y sonriendo a la vez.

—Oh ya veo que no perdéis el tiempo. Bueno cuéntame, ¿cómo fue? ¿Te sentiste cómoda? O por el contrario, ¿tuviste pequeños flashes del pasado? —Preguntó Martha anotándolo todo con emoción.

—No y créeme que me sorprendió muchísimo. Pero creo que el hecho de que eso nunca ocurriese se lo debo a Marcus... Marcus me hizo sentir segura en todo momento y estuvo atento a cada uno de mis gestos para comprobar que todo marchase bien. ¡Fue absolutamente perfecto, Martha! —Le conté mirando el techo de la habitación con una enorme sonrisa.

—Te creo, tus ojos no han dejado de brillar desde que has empezado a hablarme de él. ¿Qué más ha ocurrido en el paraíso de Marcus y Valery? —Dijo Martha riendo de forma maternal.

— ¿Además de eso? Pues veamos... ¡Oh, iremos juntos al baile de otoño y ambos iremos conjuntados! Quiero decir que él llevará una pajarita o una flor del mismo color que mi vestido —Le dije levantándome un poco y mirándola directamente a los ojos.

— ¡Oh el baile de otoño, Maya está igual de emocionada! Puede que incluso más que tú, porque por lo visto su pareja será un tal Thomas —Comentó ella rodando los ojos y suspirando resignada.

—No eres muy fan de los bailes de instituto, ¿eh? —Le dije mirándola divertida.

—Digamos que mi paso por el instituto no fue del todo agradable y guardo muy pocos recuerdos "buenos" de esa época —Contestó mirando a la nada, como si s estuviese perdiendo en sus recuerdos.

—Oh por cierto, aun no te he contado la parte divertida. Te he contado que Marcus y yo ya lo hemos hecho, pero no te he contado lo que pasó la segunda vez que lo hicimos, más concretamente... Lo que pasó DESPUES de la segunda vez que lo hicimos —Le dije en voz baja, no quería que mi madre nos escuchase y conociéndola como la conozco, seguramente su oído podría captarnos desde la cocina.

El oído de Amy Prescott era infalible, si nuestro ejército lo usase en sus misiones más peligroso, tengo por seguro que ningún soldado acabaría muerto en el suelo.

—Acabas de pinchar el botón de la curiosidad, suelta por esa boquita, preciosa —Me pidió Martha mirándome con mucha atención.

—Pues verás, después de que terminásemos o mejor dicho cuando estábamos justamente terminando, la madre de Marcus apareció de improvisto y nos pilló en plena faena —Le solté yo con una mueca disgustada.

— ¿Qué? Oh Dios mío, Valery —Exclamó Martha abriendo los ojos de par en par. Pero sin borrar tampoco su sonrisa burlona.

—Lo sé, yo me dije eso mismo pero mentalmente. En fin la cosa acabó en la sala de estar de los Miller, donde Marcus les explicó detalle por detalle cómo tomamos precauciones para no ser descubiertos por mis padres o por cualquier vecino indiscreto. Tras hacernos un par de preguntas de seguridad como por ejemplo, si usábamos condón... —Continué hablando mientras Martha escuchaba atentamente y sin interrumpirme.

Diario de una gótica (Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora