Diario de una gótica (Corrigiendo)

Capítulo 26 (Corregido)

(En multimedia, el Providence Medical Group)

Dedicatoria a los lectores que comentaron en el capítulo anterior:

alexgdz (Primer comentario)

beccaboone (Segundo comentario)

★★★★★★★★★★★★★★★

Pov Valery:

Esta semana se me ha hecho eterna, pero mirando el lado bueno. No he vuelto a saber nada sobre Eric, la policía que llevaba el caso nos dijo que tal vez haya desistido sobre lo de buscar venganza. Sin embargo yo no opino igual.

De hecho creo que esta tranquilidad no es para nada una buena señal, algo me dice que Eric está tramando algo gordo, pero está esperando el momento indicado. El momento perfecto para ejecutar su plan.

—Eh nena, ¿estás aquí? —Me preguntó Marcus llamando mi atención.

Meneé la cabeza y pestañeé varias veces y luego le miré confundida.

—Lo siento, estaba perdida en mis pensamientos. ¿Qué me estabas diciendo? —Le dije mirándole apenada.

—Te decía que si estás aburrida del partido, podemos irnos cuando quieras —Dijo Marcus sonriéndome con una mirada burlona.

Miré a nuestro alrededor y recordé que efectivamente estábamos viendo un partido de fútbol del instituto. Marcus no jugaba pero sí veía los partidos, sobre todo porque jugaba uno de sus amigos: Nathan.

El nombrado salió junto al resto del equipo, las animadoras formaban un pasillo a los lados mientras gritaban el mantra del equipo.

— ¡Van a rugir, van a morder, nada puede contra ellos...Vamos lobos! —Gritaban las animadoras mientras agitaban los pompones y sonreía de oreja a oreja.

— ¿Crees que Nathan se ha metido en el equipo para tener vigilado a Ben, o porque realmente ama el fútbol? —Le pregunté frunciendo el ceño al fijar mis ojos en nuestro amigo.

— ¿Estás de coña? Nathan no es un atleta, a ver está en forma, pero no es un musculito sin cerebro como el resto de los "lobos de Hawthorne". Así que sí, es más que obvio que todo esto es por Anastasia —Me contestó Marcus lanzando una pequeña carcajada.

—Sí, no sé cómo pude pensar que a Nathan le interesaba el fútbol —Le dije riéndome mientras contemplaba como el equipo se alineaba y empezaban a gritarse las tácticas de juego.

El partido dio comienzo cuando el árbitro hizo sonar la bocina. Los jugadores empezaron a abalanzarse los unos contra los otros mientras el quarterback corría para interceptar el balón y anotar.

— ¿No has pensado en hacer las pruebas para ser animadora? —Me preguntó Marcus de repente.

Girándome hacia él con una sonrisa burlona, le pregunté sin tapujos:

— ¿Es que acaso te van las animadoras, Miller? —Le pinché mientras le guiñaba un ojo.

—No, pero una parte de mí no puede evitar preguntarse cómo te verías con el uniforme de animadora —Contestó encogiéndose de hombros.

—Bueno, para comprarlo, no es necesario que haga las pruebas de animadora. Simplemente tengo que ir a una tienda de disfraces y comprar un traje de animadora sexy —Le susurré en el oído, sonriendo triunfal al ver cómo sus mejillas se coloreaban.

Por primera vez desde que lo conozco, Marcus Miller se ha sonrojado. ¡Increíble!

Marcus no volvió a abrir la boca pero me dedicó una sonrisa cómplice mientras sonreía nervioso. Los dos pusimos nuestras miradas en el campo, ya que había venido, procuraría enterarme un poco de qué va la cosa.