No Nut November [Trustin/ Noco/ DunHar]

Día 16

CW: Dubcon (consentimiento dudoso)

-Oye, princesa, deja el juego y dale a tu perro algo de amor. -Molestó al pelirrojo, besuqueandole el cuello mientras él se concentraba completamente en aquel videojuego, ignorando completamente sus avances, hasta que se aburrió de que lo desconcentraran y se hizo a un lado, aún con toda su atención en la pantalla.- ¡Mierda, Harold, deja esa cosa un maldito segundo!

-Estoy en una partida muy importante de Splatoon, deja de molestar. -Respondió apenas, recostandose en el sofá mientras seguía jugando con tal atención que era impresionante.

Para su mala suerte, Duncan era difícil de convencer.

Permaneció unos segundos más tan centrado como hasta el momento, hasta que las manos de su adverso le distrajeron, toqueteando sutilmente sobre la piel desnuda de su pierna, nada que no pudiera soportar.

Por eso mismo, no alzó la voz tampoco cuando esos agarres fueron mucho más allá, e incluso cuando sintió como de acomodaba entre sus piernas, besuqueando la parte interna de sus muslos.

Tuvo que esperar a que fueran directamente a su entrepierna para finalmente quejarse, buscando de forma perezosa el hacerse a un lado tras sentir la lengua de Duncan lamiendo sobre la tela de su ropa interior.

-Eres un maldito animal... Sabes que no podemos hacer nada. -Se quejó por lo bajo Harold, con sus pobres intentos de hacerlo a un lado siendo ignorados, incluso cuando intentó patearlo torpemente, era inútil, después de todo, era mucho más débil que él.- No te atrevas.

A pesar de no estarlo mirando, estaba conciente de que Duncan le estaba mirando desafiante luego de esas palabras, siempre lo calentó verse retado, y al final del día, ambos eran concientes de que la resistencia era algo en lo que Harold no se estaba esforzando.

Terminó dejando que sus acciones hablaran por él, simplemente quitándole la ropa interior, dando una larga lamida que erizó la piel del afectado, quejándose por lo bajo ante lo sensible que estaba luego de tanto tiempo sin estímulo alguno.

Al notar como Harold no hizo más que simplemente hacer su cabeza atrás unos segundos, luchando a duras penas por concentrarse en el videojuego, Duncan apretó el agarre en sus muslos, atrayendole más hacia él, besando un par de veces más antes de ir directamente hasta su clítoris, lamiendo de una forma más brusca de lo habitual, solo para lograr finalmente tener su total atención.

Y con el pasar de los segundos lo estaba logrando.

La incomodidad entre las piernas de Duncan fue inevitable, sintiendo su erección empezando a ser cada vez más obvia y molesta. Aún así, le restó importancia para concentrarse en ello, dándose por complacido al escuchar cada gimoteo y quejido de parte de Harold, y por pagado una vez lo vió dejar finalmente ese juego, llevando una de sus manos hasta su cabeza, aferrándose descuidadamente a su cabello.

-M-Mierda, Duncan... Deja de... Ugh... -Se quejó en un inevitable gemido, olvidando por unos segundos la situación, o eso hasta que con el pasar de los minutos, notó como su cuerpo se tensaba, cada vez más cercano al orgasmo, que era lo que había intentado evitar por más de la mitad del mes.

Y por más frustrante que fuera, usó su mano y aprovechó lo sumido que estaba Duncan en el momento para separarse de él con torpeza.

-¡Bien, bien, tienes mi atención, detente! -Respiró pesadamente, notando la frustración en el rostro del contrario.- Buen intento... Pero no. -Se apresuró en colocarse nuevamente la ropa interior, con la incomoda y mojada sensación haciéndole soltar un quejido.

Estuvo cerca.

-Llevamos más de la mitad del mes, es demasiado ya, Harold. -Se quejó, sentándose y notando como se apoyaban contra su brazo, tomando como una victoria al menos el ser el foco de atención del pelirrojo.- No sirves para ser mojigato, detén esto y ya.

-No. -Respondió frustrado, escuchando un quejido que de algún modo, le hizo reír.- Sigue aguantando, perro idiota.

-No te soporto.

-Me adoras.

No podía perder, no ahora.