La otra humana

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Llego de nuevo al castillo custodiada por los tres... Seres...

Una vez dentro, la bestia subió escaleras arriba y desapareció. El pequeño ser no traspaso el umbral, una vez que ella estuvo dentro se esfumó entre ese humo oscuro sin decir nada. Lucier la acompaño escaleras arriba hasta la habitación en la que había despertado hacia un rato. La señora Tots aún se encontraba ahí.

-Querida, me alegra que estés a salvó.

Scarlet asíntio sin decir nada.

-Mi querida señora, creo que una de tus infusiones especiales le haría mucho bien a nuestra invitada - pidió Lucier mientras la llevaba hacia la cama.

-Claro.

La mujer tomo la tetera y de pronto está comenzó a soltar vapor por la boquilla.

Scarlet se sobresalto pero acepto la taza que la mujer le ofreció.

-Si me disculpan, tengo asuntos que atender - soltó Lucier haciendo una reverencia y saliendo de la habitación.

La señora Tots le sonrió y Scarlet hizo como que bebía lo que fuera que tenía la taza. Había decidido no comer ni beber nada de aquel lugar, había historias en las que personas habían quedado atrapadas en el reino fae por comer la más pequeña fruta. No se arriesgaría.

Un día atrás se habría reído de aquellos cuentos pero ahora que había sucedido todo esto más le valía recordar todo cuánto sabía de aquellos seres y guardarlo para si como un arma.

-Asi que... ¿Usted también es una elfa? ¿Cómo Lucier? - pregunto Scarlet después de un rato en silencio.

Tots la miro sin dejar de sonreír, bebía el te con su meñique levantado como toda una dama.

-¿Elfa? No, no yo... Yo soy... O era... Fui... Alguna vez... Humana, igual que tú.

Scarlet se sorprendió. No esperaba que hubiese otra como ella en aquel lugar.

-¿También te perdiste? Cómo yo...

-Oh no, yo tarde años en encontrar este lugar. Tú tuviste suerte, lo encontraste sin siquiera buscarlo.

-¿Suerte? ¿Consideras a esto tener suerte?

La señora Tots asíntio.

-¿Así que estás aquí por qué quieres?

-Asi es. Cuando era joven yo... Incursione en las artes... Mágicas... Encontré la sabiduría de las plantas y los cinco elementos. Logré dominarlos, pero yo quería más, yo siempre quise más... Así que me obsesione con llegar... A la fuente...

-¿La fuente de que?

-De la magia. El lugar del que provenían los tristes vestigios de la magia que existe en nuestro mundo... Un día... La encontré, también tuve suerte aquella vez... Encontré una entrada igual que tú y... Entre.

-¿El agujero en el tronco de un árbol?

-En realidad... Fue una madriguera de conejo.

Scarlet parpadeo.

-Entonces... ¿Encontraste lo que buscabas?

-Y mucho más. Recorrí la tierra fae unos años antes de llegar aquí. Conocí a la bestia y él me permitió quedarme, estudiar su inmensa colección de libros, practicar con sus instrumentos y... Ser su aprendiz.

-¿Aprendiz? ¿La bestia... Hace magia?

-Oh si, es uno de los grandes hechiceros del mundo fae... O... Lo fue. Antes de... Feriz.

-¿Feriz?

-El lobo.

Scarlet sintió un escalofrío. El lobo... Recordó sus enormes fauces, su aliento, tan cerca que pudo sentir su calor...

-Asi que me quede, he estado aquí desde entonces.

-¿Hace cuánto fue eso?

-Unos cuántos... Cientos de años...

-¿Que? - Tots la miro sorprendida, al parecer había gritado - ¿Cómo puede ser posible?

-Magia. Además, el tiempo aquí pasa muy diferente que en la tierra de los mortales.

-¿De los mortales?

-¿Lo vez? aquí todo es diferente, esta tierra está llena de magia, la luz, el viento, la tierra, el agua, los pensamientos, los sentimientos, son papables... Lo entenderás pronto.

Tots se puso de pie y se encamino a la puerta.

-Deberías probar el te. Es delicioso. Otra cosa del mundo fae, los sabores son diferentes aquí, todo es... Más intenso.

Dejo la habitación cerrando la puerta tras de si. Dejándola sola y temerosa, pensando que no tenía ningún aliado en aquel lugar, podían parecerse a ella, cuando menos Lucier y Tots, pero no eran como ella. En lo absoluto.

Por la tarde Lucier tocó a su puerta.

-El amo te invita a cenar querida. En vista de que al parecer, no saldrás por tu cuenta de aquí, me ha pedido que venga a pedirtelo.

-No quiero... - soltó la chica.

-Oh, le diré que te encuentras indispuesta, nadie se sorprendera después de lo que acabas de pasar, con Feriz y... Todo eso...

Scarlet asíntio sintiéndose un poco más relajada.

-No es como que le debas una disculpa al amo... Después de todo, te salvó la vida y tu lo trataste peor que a un perro...

-¿Que? - soltó sorprendida.

-Lo digo si afán de ofender, esque... Bueno cuando alguien te salva la vida lo mínimo que uno hace es agradecer y tú en cambio lo ignoraste todo el camino de regreso y él no pensó mal puesto que estabas muy aturdida pero... Es educado cuando menos aceptar la invitación...

-Ya esta bien... Tienes razón. Lo haré, bajaré a cenar... Ustedes estarán ¿Cierto?

-Por supuesto.

-Bien... - comenzó a caminar hacia la puerta cuando el rubio la detuvo.

-¿Piensas bajar así?

Scarlet se miro. Llevaba aún la capa roja alrededor de su cuerpo pero estaba manchada de lodo y pasto, suspiro y se recordó a si misma tirada en el suelo del bosque con el lobo sobre ella a punto de deborarla.

-Aun falta un poco para la cena, podrías tomar un baño y cambiarte.

De pronto se sintió sucia. Había caminado por el bosque muchas horas y había sudado mucho también.

-Cierto... De acuerdo... Bien, bajaré en un momento.

Lucier sonrió y se asomó al pasillo.

-Marci, es tu turno.

Una chica joven, de cara redonda y mejillas pronunciadas entro en la habitación. Le hizo una reverencia y se metió en el baño.

-¿Quien es ella?

-Te ayudará a vestirte.

-No necesito ayuda.

-Oh, claro que sí. ¿No has visto esos vestidos? Claro que necesitas ayuda con eso.

Lucier cerró la puerta al salir y de pronto Marci estaba a su lado.

-La tina está lista, mi señora.

Scarlet la siguió al baño. La chica le quitó la capa y pretendio hacer lo mismo con el resto de su ropa.

-¡No! No... Lo haré yo... Me puedo bañar sola, está bien.

La chica asíntio e hizo otra corta reverencia.

-Esperare afuera entonces, preparare el vestido.

-Muchas gracias.

Entro en la tina y cerró los ojos deseando ahogarse.

-Regresare pronto abuela. Lo prometo.





Scarlet y la bestia faeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora