Viaje

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Abrió los ojos pues la luz del sol la molestaba. Vio la habitación con sorpresa, aún no se acostumbraba a verla cada mañana. Suspiro. Habia estado soñando con sus padres... Seguramente estarían tan preocupados por ella... Seguro ahora mismo estarían buscándola, poniendo en pausa su vida sin encontrarla. Y así sería hasta dentro de algunos meses cuando pudiera volver. Se pregunto si le creerían toda esta aventura o la enviarian con un psiquiatra.

Se sentó y se estiró. Recordó que la noche anterior había charlado con la bestia hasta que se había quedado dormida, el vino de elfo era demasiado fuerte para ella, debía recordarlo.

Tink entro en la habitación dando dos toquidos pero sin esperar respuesta.

-Oh, creí que seguirías dormida. Te he traído el desayuno.

-Gracias, no debiste molestarte. Pude bajar a buscar algo...

-Asi que... Anoche ¿eh?

-¿Que pasa? - pregunto Scarlett al ver la sonrisa traviesa de la Pixie.

-Nada solo... Desapareciste por ahi con el amo...

Scarlett que había dado un mordisco al bollo que había en su bandeja se atragantó. Comenzó a toser hasta lograr sacar el pedazo de pan de su garganta.

-¿Que dices?

Tink rio.

-No pasa nada, la verdad es que ahora mismo eres la envidia y la comidilla de todas las solteras del claro. Todas están furiosas porque acaparaste al amo para ti sola.

-No - soltó Scarlett con los ojos enormes de la impresión - están mal, muy mal... ¿Cómo... Cómo pueden creer algo así? Yo no...

-¿No te fuiste a hurtadillas con el amo?

-¡No! Nos fuimos de ahí porque ninguno queria ver... ¡Eso! Y solo charlamos... Nada paso ¿Cómo podríamos? Es... Un... Ser... Y yo... Humana... No es posible...

Tink rio más fuerte.

-Tu amiga, la esposa del oso Ben está encinta ¿no? - soltó la Pixie con una sonrisa burlona.

-¡Es diferente!

Tink rio de nuevo burlándose de ella y comenzó a caminar al baño.

-Preparare tu baño... Por cierto... Anoche que el amo llegó contigo en brazos... Llevabas ropa encima.

Scarlett miro hacia abajo. La noche anterior había llevado un vestido y el cabello peinado y ahora iba con el cabello lacio y un camisón casi transparente. Reprimió un grito y comenzó a respirar entrecortadamente.

La bestia la había llevado hasta ahí después de que se quedara dormida en el césped pero ¿También la habría desnudado y despeinado?

Sentía el rostro caliente y seguramente estaría roja como una manzana.

Tink salió del baño después de un par de minutos.

-No has comido nada...

-Tengo el estómago cerrado... - soltó levantándose.

-Bien, te traeré algo que vestir mientras te bañas. Hay un alboroto abajo... - soltó Tink cuando abrió la puerta.

-¿Por que?

-Preparan las cosas para el amo.

-¿Que cosas?

-Las cosas para su viaje, hoy es el día en que va al lado helado.

-¿El lado helado? ¿Te refieres a las montañas nevadas?

-Aja. Les llevará suministros y vera que todo esté bien por allá.

Scarlett recordó que la noche anterior la bestia le había dicho que la llevaría algún día.

-Oh, iré con él...

-¿Que? - pregunto Tink.

-Si, él me lo prometió. Me dijo que me llevaría.

-Eso no... Nadie jamás va con él. Es peligroso.

-No creo, él dijo que me llevaría...

-Pero... Cómo sea, báñate rápido si quieres ir, se irá pronto... Traeré ropa más... Caliente, en ese caso...

Scarlett se baño tan rápido como pudo y Tink la ayudo a vestirse de igual forma. Corrió escaleras abajo pero no había nadie en el castillo. Lucier iba entrando cuando la chica llegaba a la puerta.

-Lucier... ¿Dónde está?

-¿A quien te refieres?

-La bestia ¿En dónde está?

-Se acaba de ir... Tiene que ver a los exiliados y...

Scarlett salió corriendo sin esperar a que Lucier terminara.

Lo vio, unos metros más allá por el camino que llevaba al pueblo.

Corrió tras él mientras le gritaba para que se detuviera. Él iba caminando y a su lado, un enorme animal con astas jalaba una carreta.

-¡Bestia! ¡Bestia, espera!

Él se detuvo y miro hacia atrás. Ella llegó hasta él, sin aire.

-¿Scarlett, que sucede?

-Dijiste que me llevarías...

La bestia abrió la boca dejando ver unos colmillos enormes.

-Dijiste... Que podía ir contigo. Lo prometiste.

-No creo haber prometido eso... Es un largo camino y es peligroso.

-Pero... Si voy contigo estaré a salvó... De verdad quiero ver esa aurora boreal...

La bestia se quedó en silencio un momento, pensando si llevar a la humana sería buena idea.

-Por favor... No molestare...

-No es lo que me preocupa.

-¿Que es?

-Eres... Humana, no sé si podrías resistir...

-¿El frío? He ido a esquiar... Y... Tink me dió ropa para el frío. ¿Ves?

Tink le había dado unos pantalones y una blusa de mangas largas, además de una capa de piel que no llevaba puesta porque el tiempo del claro era perfecto.

-De acuerdo. Sube.

Scarlett sonrió mostrando todos sus dientes.

-¡Genial!

Pero cuando vio al enorme reno blanco al que Bestia pretendía que subiera su sonrisa se borró.

-Amm... ¿Podrías... Ayudarme? - soltó.

Sería imposible para ella montar aquel ser.

La bestia tomo su cintura y la levanto con facilidad para depositarla sobre el reno.

-Gracias - soltó acomodándose - andando.

No tenía idea de por qué, pero hacer aquel viaje la ponía muy feliz. Ver de cerca una aurora boreal y la nieve sobre esas montañas. La ponía eufórica.

La bestia la miro y sonrió sin decir nada. Nunca le había permitido a nadie acompañarlo en su viaje. Era algo que disfrutaba haciendo en soledad, además de ser peligroso, le gustaba caminar hasta allí olvidadose de todo, un tiempo para él. Pero la ilucion de la humana lo había debilitado. No había podido decirle que no al ver esos ojos brillantes. Solo esperaba que este viaje no tuviera peligros ni dificultades inesperadas.



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⏰ Última actualización: Aug 13 ⏰

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