16 | Past

72 10 7
                                    

Las voces eran tan lejanas, apenas y se concentraba a lo que había a su alrededor, se sentía tan perdido y herido que no lograba definir solo una sensación que sacar de su ser; todo era un remolino y parecía empeorar conforme pasaba el tiempo.

Era abrazado por su hermano Jin y su mejor amigo Hoseok, iba entre palabras de aliento de sus amigos y hermano, pero entre regaños e insultos de su madre.

Su mente producía una y otra vez lo último que hizo en aquel estanque, tirarse en plena desaparición por la ausencia del alfa.

Tiritaba de frío, su madre lo veía como si hubiera enloquecido por completo; tampoco era que estuviera en sus 5 sentidos, acababa de perder el contacto con su alfa, era un milagro que no gritara o pataleara en desesperación y dolor.

Pero a veces algunas reacciones son tardías.

—Tranquilo, Koo, ya casi llegamos a casa.— susurró Jin, acariciando los brazos del otro queriendo brindarle algún calor por la humedad que lo rodeaba.

No había sido fácil sacarlo de ahí, mientras lloraba para que se alejaran del estanque y de él.

Hobi lo vio como un enamorado que había perdido contacto con el amor de su vida, mientras que en ojos ajenos parecía que Jeon Jungkook había perdido la cabeza en lo absoluto.

—¡No puedo creer que hayas hecho un drama por nada, Jungkook!.

La voz de su madre Jennie sonaba cada vez más enojada, sintiéndose burlada por intentar darle el beneficio de la duda a su hijo por las cosas alocadas que dijo Jimin momentos atrás; pero solo corroboró eso.

Nadie vio al alfa del estanque, por lo que su existencia era dudosa para los ignorantes.

Llegaron a la puerta de la casa, mientras que el Omega era dejado en una de las sillas del comedor de la cocina desordenada por la primera pelea de la noche; su hermano corrió a prepararle un té de hierbas que le tranquilizara el llanto, la pareja de alfas corrieron a la habitación del Omega por sábanas e incluso ropa seca para que se cambiara en el baño del primer piso.

Kim Namjoon y Min Yoongi abandonaron la cocina, pues las madres de los hermanos Omega estaban de brazos cruzados, esperando una explicación; Jimin y el otro alfa, solo estaba en silencio, en la barra desayunadora, atentos a cualquier situación.

Una vez el Omega estuvo solo antes de que llegaran a asistirlo, Jennie tomó la palabra.

—Estoy esperando una explicación, Jeon.— dijo sin usar su voz de mando, tratando de transmitir calma a la marca de su pareja así evitaba mayor estrés.

—Cariño, háblame aunque sea a mí.— Lisa tomó las mejillas llenas de lágrimas de su hijo menor, preocupada del estado deplorable en que se encontraba una vez salió del agua.

Su maquillaje se había corrido, por lo que podían apreciar perfectamente sus profundas ojeras a causa poco sueño que tomaba.

—A-alfa, y-yo.

Jennie no tenía tiempo para balbuceos.

—¡Ya no tienes 8 años, Jungkook!.— bramó la alfa, golpeando la mesa con la palma de ambas manos, asustando a su propio hijo, pues su madre nunca se mostró agresiva con él.— ya eres un adulto de 23 años, actúa como tal y habla perfectamente.

—Jennie lo asustas.

—¡Nada de eso!.— se cruzó de brazos.— míralo, Lisa. No puede ni cuidarse de sí mismo.

—Sí... si puedo.— murmuró con dificultad, tenía un nudo en la garganta.

No quería pensar en que lo llevaran lejos de su hogar.

❝Lavender Dreams❞ - TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora