❝𝑴𝒆𝒆𝒕 𝒎𝒆 𝒂𝒕 𝑴𝒊𝒅𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕❞
Era verlo todas las medias noches en aquel campo de lavanda, sin falta.
No decía mucho, su lobo hablaba por él.
¿Su destinado podría ser alguien de los 50's?
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1512
La suave brisa de comienzos de cambio de estación golpeó el rostro de Omega menor, quien tenía entre sus manos las riendas con las que controlaba al caballo que montaba. Vio a lo lejos a su hermano, Seokjin, quien estaba sentado sobre el pasto casi sin prestarle mucha atención, escribiendo una carta con una enorme sonrisa.
Le imitó el gesto, pues sabía que su hermano estaba enamorado de un alfa; aunque tuvieran que escribirse por cartas durante cierto tiempo.
—¿Ya casi terminas?.— preguntó, bajándose de su caballo de pelaje café.— tenemos que volver pronto o mamá mandará a Hoseok y sus hombres a buscarnos.
El mayor rodó los ojos, viendo que su hermanito siempre era demasiado recto y obediente a las reglas de mamá. Muy contrario a él, que solo quería llevarle la contraria y ser vengativo, sacándola de sus casillas en cada oportunidad que se le presentaba.
—Sí, ya casi termino.— murmuró, firmando el pie de la página, soltando un poco de su aroma a Champagne para que se impregnara en esta.— Namu me informó que haría un viaje en barco en los próximos días y tardará en volver...— suspiró, levantando sus cosas para ir por su caballo que lo dejó pastar.— y le doy esta carta con mi aroma para que se lo lleve, Hoseok puede ir a dejársela cuando salga a sus asuntos.
El Omega de 23 años se encogió de hombros, un poco temeroso del cómo Seokjin se arriesgaba por un Alfa de otro pueblo, pero, tampoco se atrevía a juzgarlo pues no era alguien que saliera todo el tiempo o generara conexiones con otras personas; siempre fue sus madres, hermano y él, no más.
—Solo espero que nunca se den cuenta de esto...— mordió su labio, temeroso del castigo que podría recibir su hermano si se llegaban a enterar que salía sin protecciones a ver a un alfa que ni siquiera conocían, y para la época, tampoco se presentó ante las madres de Seokjin para pedir formalmente que dejaran cortejar al Omega.
—Yo tampoco.— rió el mayor.— pero es lo único que me mantiene cuerdo, mientras mamá no nos deje ir...
Jungkook soltó un suspiro, estaba de acuerdo con su hermano, su madre Jane jamás les dejaría ir a menos que sea con un buen alfa para el matrimonio; la mujer era famosa por su éxito como comerciante, por lo que venían de una buena familia.
Ahora bien, ¿Con qué clase de alfa era capaz de casarlos si era una mujer sin piedad por su trabajo? Al menos ella era alfa, ella daba las órdenes y se podía codear con esos hombres.
—Namjoon me dijo que viajarán a otras tierras para recoger al hijo de los Kim.— comentó Jin ya subido a su caballo.— el primogénito de la competencia de mamá en su mercado, al parecer estuvo fuera varios años por conocimiento y entrenamiento.
—Mamá estará estresada.— sonrió un poco.— alguien tan preparado siempre lo siente como amenaza, y aunque los Kim tengan una mejor posición social por ser casi reyes de su pueblo... mamá siempre los llega a derrotar en el comercio.
