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*11 de Septiembre de 2023*

Cuando me desperté Lando ya no estaba ni a mi lado ni en mi casa asique supuse que estaría en la oficina según me dijo el día de antes.

Decidí salir a correr y volver a mi rutina de deporte, odiaba no hacer deporte, sentía que no aprovechaba mi día si no.

Al llegar a casa, me vestí y me acerqué a la misma pastelería de ayer para comprarme el desayuno y volver a mi casa a terminar unas cosas.

- Buenos días – digo nada más entrar a la tienda.

- Buenos días, me alegro mucho de verte de nuevo por aquí.

- Es que estaban muy ricos los pastelitos de ayer, ¿me puedes dar dos al igual que ayer? Por favor.

- Por supuesto – me dice mientras se acerca a cogerlos – tome, serian 2.40$

- Muchas gracias – le digo saliendo de la tienda porque esta vez tenía prisa ya que me había llegado un mensaje de la agencia de reparto de que mi colchón (por fin) llegaría en unos minutos asique me tendría que dar prisa si no lo quería perder.

Estuve casi toda la mañana montando un par de muebles y darlos por acabados, ordenando la casa y hablando con mi madre, cuando el sonido del timbre cortó la llamada. Fui a ver quién era y cuando la abrí no me cabía esperar otra cosa que ver a Lando de pie con una sonrisa de oreja a oreja junto con Ares.

- ¿Me acompañas a pasearlo? – me dice nada más abrir la puerta levantando la correa– va porfa, que ya estás vestida y todo.

- Vale, pero pasa un momento que te quiero enseñar una cosa.

Le digo para enseñarle que ya tenía todo montado y que lo había terminado sin su ayuda.

<< Soy la mejor, lo sé>>

- Wow, tienes hasta colchón, que nivel chica.

- Si si, pues es super cómodo que lo sepas, ya te gustaría tener a ti es pedazo de colchón chavalín

- ¿No me vas a dejar probarlo?

- A lo mejor en otro momento, pero ahora mismo no - le digo empujándolo de la espalda mientras este no hacía más que quejarse.



*19 de Setiembre de 2023*

Pasaron un par de días y tal y como me dijo Lando, me había conseguido la entrevista para ser modelo en McLaren la temporada que viene, la verdad que nunca había oído hablar de esto, si conocía la marca de coches, pero no de fórmula uno.

- Gabriela, yo te dejo aquí que me tengo que ir con Charlotte a hacer unas cosas, me ha dicho Zak que no tardaría en salir, mucha suerte y no estés nerviosa que seguro que te sale genial – me dice dándome un beso en la frente antes de irse corriendo porque lo más probable es que llegase tarde a donde fuera, nada nuevo en él.

Estos días los he pasado casi todo el rato con él y nos hemos hecho inseparables, la verdad que le agradezco todo lo que ha estado haciendo por mi todos estos días.

- ¿Gabriela Martínez? – me llama un señor desde una puerta situada cerca de mí.

- Si soy yo.

- Perfecto, pase y siéntese – me dice el señor haciéndose a un lado de l puerta – buenos días, soy Zak Brown y hoy le voy a realizar la entrevista para el casting de modelaje para la escudería de McLaren.

*en la entrevista*

- Perfecto Gabriela me has encantado, pero una última pregunta - hace una pequeña pausa mientras toma nota en su libreta - ¿cómo le describirías el color dorado a un ciego?

La pregunta me dejó muy sorprendida, ¿cómo se hace eso? la cabeza me daba vueltas en busca de alguna respuesta, no la podía fastidiar ahora.

- Pues... Yo... Para mi el dorado me provoca sensaciones de calidez, brillo y riqueza. Lo puedes comparar con el calor de los rayos del sol en invierno, el sonido de las campanadas en hora punta, el aroma dulce de la miel y las sensaciones emocionales de alegría  - digo sin estar segura de aquello pero firme ante mis palabras. 

- Muchas gracias, puedes marchar - me dice levantando la cabeza de su pequeña libreta. 

- Gracias a ti - le respondo cogiendo todas mis cosas para salir del despacho.


La verdad que fue muchísimo mejor de lo que me esperaba, entré con un poco de nervios, pero no me costó nada hacer la entrevista, salí con muchas esperanzas de poder conseguir ese trabajo.

Al salir me fije que lando me estaba esperando fuera de las oficinas para irnos a casa y menos mal porque no me había traído el coche y si no me tocaría volverme en tren y había muy mala combinación.

- ¡Gabriela! – me llama Lando desde donde estaba para que le viera – ¿qué tal ha ido?

- La verdad que bastante bien supongo, espero poder conseguirlo.

- ¿Para trabajar conmigo o qué?

- Si ya estoy todo el día contigo porque iba a querer estar también en el trabajo, eso es una tortura, al final voy a acabar harta de ti.

- Seguro que es eso, ¿no? Anda sube al coche y vamos a casa que estoy cansado y tengo que hacer las maletas.

- ¿A dónde te vas? – e digo poniéndome el cinturón mientras lando arranca su McLaren color papaya.

- Estaré 2 semanas fuera ya que tengo carreras - dice mientras arranca el coche - este finde corro en Singapur y al que viene en Japón.

- ¿Tanto tiempo te vas fuera? 2 semanas es demasiado tiempo, me voy a morir aquí sola. 

- ¿Me vas a echar de menos o qué?

- Pues si la verdad, ¿acaso no se nota?

- Tranqui que luego vuelvo unos días, además tienes a mis amigos, no vas a estar sola, y te dejo al cuidado de Ares, que se que en tus manos estará mil veces mejor que en las de Max.

- Si bueno, pero no será lo mismo, ¿Cuándo acabas la temporada?

- Todavía me quedan un par de carreras, hasta el ultimo fin de semana de noviembre no acabo, pero estos meses estoy corriendo en Asia y América.

- ¿Tan lejos?

- Oye – me interrumpe mi queja – ¿y si vienes a verme a alguna carrera? Puedes venir a la última, es en Abu Dabi y es una de las carreras más bonitas, seguro te gustaría mucho.

- Tendría que ver si no tengo nada y ya luego comprar todo, pero me parece bien.

- Que dices nada de comprar, te invito yo.

- Que dices, tu estas loco, si eso tiene que ser super caro, no te preocupes.

- Que no Gabi, en el avión te vienes conmigo y con Óscar en el jet de McLaren y luego te puedes quedar en mi habitación del hotel o podemos pedir otra para ti.

- ¿Y las entradas para la carrera?

- Si todo sale bien para ese entonces ya serías parte del equipo o sea que no necesitarías entrada, te la deja el equipo para los 4 días de entrevistas, prácticas y carrera.

- Esta bien, solo que tendría que mirar que no tenga nada importante por esas fechas, sino, allí me tendrás molestándote a todas horas.

- Pues perfecto entonces, pero eso sí, tendrás que apoyarme a mi no vale a otro.

- Si hombre que más pides, yo que quería echar todo al número 55.

- Si hombre, si no me apoyas a mi no vienes, tu sabrás lo que haces.

- Está bien está bien, apostaré entonces al número 4.

Continuamos hablando un rato más hasta llegar a casa.

Bajo la Bandera a Cuadros || Lando Norris #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora