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*31 de Diciembre de 2023*

Woking, UK.

Gabriela.

Llegó la última tarde del año y la verdad que se me había echado el tiempo encima.

Como ya sabrás, querido lector, adoro echarme siestas, y hoy no iba a ser una excepción.

Me desperté a las 19:00pm porqué Oli entró gritando en mi habitación ya que no sabía que ponerse.

Esta noche cenaríamos con los chicos y luego iríamos todos de fiesta.

- ¡¡GABI!! ¿Cuál me pongo? - me grita mi mejor amiga enseñándome dos opciones de conjunto para esta noche.

- El rojo, ahora vete.

- ¿Vas a seguir durmiendo? ¿Acaso sabes que horas es?

- La que sea, solo cierra la puerta – después de estar un rato con Lando, me fui a entrenar con Harry y me había destrozado, ahora mismo no tenía apenas ganas de salir y menos de fiesta, pero sabía que merecería bastante la pena.

- Pues cuando estemos todos listos nos iremos, no te vamos a esperar – dice Oli enfadada para justo después cerrar la puerta.

Estaba harta de no tener privacidad en mi propia casa, aunque en verdad, no me molesta porque se que ella no lo hace a malas, de echo lo hace más por mi bien que por molestar.

Después de estar 10 minutos desperezándome en la cama decido que ya es hora de levantarse y me caliento la ducha para no morirme congelada.

Tenia una gran idea de lo que me quería poner, pero no lo tenia para nada claro entre las opciones, estaba entre varios vestidos y un mono.

- OLI ¿PUEDES SUBIR POR FAVOR? – le grito desde la planta de arriba.

- ¿Qué quieres?

- Me puedes ayudar a elegir que me pongo, no tengo ni idea – le digo tirándome desesperada en la cama.

- Ponte el verde de lentejuelas, seguro te queda genial y te va a resaltar la figura, ya sabes – dice dándome codazos mientras se ríe para acto seguido desaparecer de mi vista.

Decido hacerle caso porque el tiempo era escaso ya que Lando pasaría a recogernos en menos de 1 hora, asique cojo todo y directas a la ducha.

Como era de esperar cuando Lando llega todavía no estoy lista así que Oli y él me esperan en el salón.


Al bajar sentí como si hubiesen 1000 personas mirándome, pero no, solamente era 1 que valía por 1000.

- Wow, estas perfecta.

Es lo único que pude escuchar salir de la boca del británico.

- Tú también vas muy guapo hoy, piloto.

- Bueno, dejar de comer delante de los pobres por favor, además, vamos que llegamos tarde a la fiesta – nos interrumpe Oli.

- ¿Alguna vez te he dicho que esta chica no me cae muy bien? – me dice prácticamente susurrándome en el oído.

- Si, creo que alguna vez lo has hecho.

- Dejaros de chacharas y vamos, que luego me echáis las culpas a mí.

Me alejo del piloto no sin antes dejar un sutil beso en sus labios.

Por fin llegamos a la fiesta, era mil veces mejor de lo que en algún momento me pude llegar a imaginar, era espectacular.

La noche transcurrió normal, música alta, gente bailando, alcohol, comida...

Hasta que por fin llegaron las 12, la hora de las campanadas, ya estábamos todos listos para empezar, solo quedaban 5 minutos. Hasta que noto que Lando me agarra del brazo y me lleva a una sala apartada de todo el mundo, en la cual todavía se oye a la gente, pero mucho más sutil.

- Gabriela – me dice Lan nada más cerrar la puerta.

- ¿He hecho algo malo?

Y es verdad, nunca me había llamado Gabriela, ni si quiera cuando nos conocimos.

- Que va que va, tu relájate, ¿vale?

- Está bien, dime que quieres.

Noto como toma una bocanada de aire y se piensa dos veces lo que va a decir.

- Ya se que no hace mucho que nos conocemos, pero siento que en estos meses que nos llevamos juntos hemos creado una conexión inseparable, por lo menos esa es la sensación que yo tengo, y espero que tu tengas, simplemente te digo que me pareces una persona maravillosa y encantadora.

Respira un poco para tomar aire mientras yo asiento con la cabeza en señal de que le estoy escuchando.

- Me encantaría tenerte a mi lado por el resto de mi vida - hace una pequeña pausa - Gabriela Nadal Martínez, ¿quieres ser mi novia?

Y es en ese momento en el que escuchamos como todos empiezan a contar las campanadas.

- Estaré encantada de serlo, en este mundo y en mil más.

Y es en ese momento cuando nuestros labios se juntan, y no se separan hasta haber escuchado a todo el mundo celebrar el año nuevo.

Había acabado y empezado el año con la persona que más feliz me hacia en este mundo, con mi novio, Lando Norris.

- No sabes lo feliz que me hace ser tu novia, Lando Norris.

- Y tu no sabes lo feliz que me haces siempre, por favor, no te vayas nunca.

- Nunca lo haré, te lo prometo. 

Bajo la Bandera a Cuadros || Lando Norris #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora