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*2031*

Gabriela.

Nuestras vidas habían sido una montaña rusa de emociones, desafíos y momentos inolvidables.

Una mañana soleada de un día de primavera. 

Nos despertamos con una sensación de gratitud por el amor y la familia que habíamos construido juntos. Lando y yo nos acurrucábamos en la cama por un momento, compartiendo risas y miradas cómplices antes de levantarnos para comenzar el día.

Después del desayuno, me dirijo al entrenamiento, lista para enfrentar otro día en la pista, mi oficina. Mientras golpeo la pelota con determinación, reflexiono sobre mi carrera y el viaje que me llevó hasta aquí. Recordando los desafíos superados y las victorias celebradas, me siento motivada para seguir adelante y alcanzar nuevas metas en el deporte que amo.

Lando.

Me preparo para una sesión de entrenamiento en el simulador de F1. Con los ojos fijos en la pantalla, me sumerjo en la intensidad de la carrera, cada giro y cada adelantamiento calculado con precisión. A medida que avanza la sesión, siento la emoción familiar de competir en la pista, recordando las victorias y los momentos difíciles que me han moldeado como piloto.

A lo largo del día, nos reunimos todos para compartir momentos de alegría y conexión. Adam y Sofia corren por el jardín, riendo y jugando mientras Gabriela y yo los observamos con amor. Juntos, preparamos una cena especial, brindando por la vida y las bendiciones que hemos recibido.

Después de la cena, Gabriela y yo nos retiramos al porche trasero, donde las estrellas brillan en el cielo nocturno. Nos sentamos juntos en silencio, envueltos en la calidez del amor y la complicidad que comparten. Algo que con el paso del tiempo, se acabó convirtiendo en una tradición.

- ¿Puedes creer lo lejos que hemos llegado, Lan? – me pregunta Gabriela, rompiendo el silencio.

Le sonrío y tomo su mano en la mía.

- Ha sido un viaje increíble, ¿verdad? Pero no puedo imaginar haber hecho todo esto sin tu espíritu a mi lado, y sin nuestros pequeños aquí.

Gabriela asiente, y siento una oleada de gratitud por todo lo que tenemos juntos.

- Eres mi pilar, Lando. Gracias por estar siempre a mi lado, en cada paso del camino.

- Y tú eres mi inspiración – le respondo con ternura – Nuestra familia es lo más importante para mí, y haré todo lo que esté a mi alcance para mantenerla segura y feliz.

Nos abrazamos con fuerza, sabiendo que mientras estemos juntos, podremos enfrentar cualquier desafío que la vida les presente.



Los años pasan, y nuestra familia continúa creciendo y prosperando. Adam y Sofia crecen como unos niños muy felices y saludables, siguiendo nuestros pasos con pasión y determinación en todo lo que hacen.

Gabriela regresa triunfante a la cima del tenis mundial, ganando títulos y dejando una huella imborrable en el deporte. Haciendo justicia al apellido que carga en la espalda.

Mientras que yo, continúo brillando en la F1, ganando cinco campeonatos y estableciéndome como uno de los mejores pilotos de mi generación.

A medida que nuestra familia avanza en nuestro viaje de vida, enfrentamos nuevos desafíos y celebramos nuevas victorias.

Pero a través de todo, el amor y el apoyo mutuo nos mantienen unidos, recordándonos que juntos podemos superar cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino.

Y así, mientras el sol se pone en el horizonte, Gabriela y yo miramos hacia el futuro con esperanza y gratitud por el viaje que hemos compartido hasta ahora. Sabemos que los mejores momentos aún están por venir, y estamos emocionados por ver qué depara el destino para nosotros y nuestra familia.

El trazado de nuestro viaje de vida de Gabriela y mío, es una mirada profunda hacia los momentos que hemos compartido juntos. Desde el primer día en que nos conocimos, cuando ella tocó la puerta para que le ayudara con los muebles tras la mudanza, hasta el día de hoy, cada paso ha sido una aventura que hemos enfrentado juntos, como un equipo, un equipo imbatible, imposible de derrumbar.

Recuerdo con cariño el momento en que llevé a Gabriela a su primera carrera de F1. Fue una cena casual después de la carrera. Su energía y pasión por la vida me atrajeron mucho más de lo que ya lo había hecho ella antes, y su posterior dedicación al tenis me inspiró profundamente.

Desde entonces, hemos recorrido un camino lleno de desafíos y triunfos, siempre apoyándonos mutuamente en cada paso del camino.

A medida que nuestra familia creció con la llegada de Adam y Sofia, mi corazón se llenó de amor y gratitud por todo lo que teníamos.

Ver a nuestros hijos crecer y prosperar ha sido una experiencia maravillosa, y me siento increíblemente afortunado de tener a Gabriela a mi lado en esta hermosa aventura de ser padres.

En cuanto a mi carrera en la F1, cada carrera ha sido un capítulo emocionante en mi viaje deportivo. Desde mis primeras carreras hasta los cinco campeonatos ganados, cada momento en la pista ha sido una oportunidad para crecer y aprender como piloto.

Y siempre, en cada paso del camino, Gabriela ha sido mi mayor apoyo, animándome y celebrando mis logros siempre conmigo.

Pero más allá de los éxitos en el deporte y en la vida, lo más importante para mí es el amor y la conexión que comparto con Gabriela y nuestros hijos. En las noches tranquilas, cuando el mundo parece estar en calma, me siento completo al saber que tengo a mi familia a mi lado. Son ellos quienes me dan fuerzas para seguir adelante, sin importar los desafíos que enfrentemos en el camino.

Mientras miro hacia el futuro, siento una mezcla de emoción y gratitud por todo lo que está por venir.

Sé que habrá más desafíos y triunfos en el camino, pero mientras tengamos el amor y el apoyo de nuestra familia, no hay nada que no podamos superar juntos. Y así, con el corazón lleno de esperanza y amor, continuamos nuestro viaje de vida, listos para enfrentar lo que sea que el destino nos depare.

A medida que avanzamos en nuestro viaje de vida, Gabriela y yo nos encontramos ante nuevos desafíos y oportunidades. Mi carrera en la F1 sigue evolucionando, con cada temporada presentando sus propios desafíos y momentos emocionantes. Mientras tanto, Gabriela ha retomado su carrera en el tenis con renovada determinación, demostrando una vez más su habilidad y pasión por el deporte.

Nuestros hijos, Adam y Sofia, están creciendo demasiado rápido, y cada día nos sorprenden más y más con su curiosidad y energía. Verlos descubrir el mundo a ellos dos juntos es una experiencia maravillosa, y tanto Gabriela como yo, estamos comprometidos a brindarles todo el amor y apoyo que necesitan para alcanzar sus sueños.

A medida que enfrentamos los altibajos de la vida, siempre nos apoyamos mutuamente, encontrando fuerza en nuestro amor y conexión. Hemos aprendido a valorar cada momento juntos, sabiendo que la verdadera felicidad reside en los pequeños detalles de la vida cotidiana.

Mientras miramos hacia el futuro, nos sentimos emocionados por las aventuras que nos esperan. Aunque no sabemos qué nos deparará el destino, sabemos que mientras estemos juntos, podremos superar cualquier desafío que se presente en nuestro camino.

Nuestra historia de amor y familia es una fuente constante de alegría y gratitud en nuestras vidas. A medida que continuamos escribiendo nuestro viaje de vida juntos, estamos emocionados por lo que el futuro nos depara y por los recuerdos que crearemos juntos en los años venideros. Con el amor como nuestra guía, sabemos que el cielo es el límite para lo que podemos lograr juntos.

Bajo la Bandera a Cuadros || Lando Norris #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora