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En la planta de abajo podía escuchar varias voces, pero no se por qué solo me centraba en la que ya conocía, intentaba prestar el máximo de atención que podía para logar escuchar lo que les decía a sus amigos.

- ¿Entonces cómo es eso de que has conocido a una chica nueva Lan? – le dice uno de sus amigos mientras se cierra la puerta.

- Si, es mi nueva vecina, de la casa de enfrente, es encantadora, os caerá genial – le responde lando suponiendo que ya están en el salón por las voces.

Me paro a pensar por un momento, ¿les estaba hablando así de bien a sus amigos? ¿por qué razón si apenas nos acabamos de conocer?

- Chicos, nuestro niño pequeño ya se ha enamorado – le dice otra voz diferente a la de antes.

- Que dices Max, no digas bobadas – le responde lando con voz molesta – callaros ya que os estará oyendo con lo alto que habláis.

- Espera, ¿ella está aquí?

- Si, está arriba, ¡Gabriela baja! – me grita lando desde el salón para que fuera con todos, estaba super nerviosa, me sudaban las manos.

Empiezo a pensar en mil de cosas mientras bajo las escaleras, son las típicas escaleras que tienen una curva que da a una vista panorámica de casi toda la planta de abajo, incluyendo el salón, lo que mejor se veía. 

Llego al último escalón y allí estaban todos, los 4 mirándome fijamente y parece ser que lando se acordó de lo que le dije antes de que se fuera ya que se levantó y vino hacía donde yo estaba para llevarme junto a ellos.

- Chicos, ella es Gabriela, mi nueva vecina y... a partir de ahora, nuestra amiga – espera, ¿acababa de decir amiga? No sé porque, pero de repente todos los nervios de mi cuerpo desaparecieron y menos mal, porque fue un alivio enorme poder pensar de repente todo saldría bien

- Gabriela – continúa hablando mi vecino – ellos son Max, Niran y Steve

Les sonrío tímidamente a todos mientras les saludo con la mano.

- Lando nos ha hablado de ti – dice Max ya reconociendo su voz por haber escuchado su conversación.

- Si, a mi Lando también me habló de vosotros, dice que sois unas personas encantadoras, pero eso lo tendré que comprobar yo por mi propia cuenta – respondo y automáticamente todos los chicos se ríen.

- Entonces Gabriela, cuéntanos un poco sobre ti.

- Mmmm, esta bien, por donde empezar.

- ¿Qué tal por el principio? – me corta uno de los chicos con tono irónico.

- Ja ja, que gracioso eres Niran – le respondo un poco cortante sin darme cuenta.

- Uuuh ya se ha aprendido tu nombre, yo de ti tendría cuidado.

- Bueno callaros ya, dejar que cuente lo que iba a decir ¿o no? - les dice Steve a sus amigos.

- Gracias Steve – le sonrío para después volver a la conversación – soy española y me acabo de mudar aquí buscando nuevos retos a los que enfrentarme ya que en España no estaba pasando una muy buena etapa y decidí cambiar de aires un poco, hace apenas unos meses terminé la universidad y vine en busca de un nuevo trabajo aquí, tengo un hermano mayor por 2 años.

Les sigo contando un poco más hasta que por fin suena el timbre, indicando que la comida ya había llegado, siendo totalmente sincera no tenía ni idea de lo que habían pedido para comer, pero yo era 0 exquisita con la comida o sea que ese no seria un reto para mi en mi nueva aventura.

- Gabriela se nos olvidó preguntarte que te gustaba de comer, ¿esto te gusta? – me dice enseñándome la pizza con mejor pinta que había visto hacía años

- Por supuesto que me gusta, yo no le pongo pegas a ninguna comida.

Al terminar de comer los chicos se pusieron a recoger todo, en cambio, cuando me ofrecí a ayudarles no me dejaron.

- Oye Gabriela – me dice lando entrando al salón – que te parece si sacas a pasear un rato a Ares, mientras nosotros terminamos de recoger y así vas conociendo un poco los alrededores.

- Está bien, pero ¿estáis seguros de que no queréis que os ayude a recoger?

- No hace falta de verdad, no te preocupes, si entre los 4 terminamos en seguida.

- Perfecto, pues hasta dentro de un rato entonces – le digo poniéndole la correa al perro para salir a dar un paseíto.

- No te pierdas porfa, disfruta.

- Lo intentaré, adiós.


Lando

- Okey chicos, ya estamos solos.

- Lando, ¿es cosa mía o te estas enamorando en serio de esta chica? – me pregunta Steven terminando de quitar las ultimas cosas del salón

- Pero que dices Steven, ¿estas loco? - respondo ante la mirada culminante de este- en verdad, no sé, es demasiado pronto para decírtelo, nos acabamos de conocer - le respondo con un tono dudoso.

- Tu dale 2 meses y tenemos al niño perdidamente enamorado de Gabriela – le responde Max – pero que no te culpo, yo si fuera tú también lo estaría.

- Max relaja que esta chica es de Lando – le dice Niran con un tono cortante y seco. 

- Toda para él - dice levantando las manos en dirección al salón para terminar de recoger.

- Lando, esta chica es encantadora, de verdad, si te gusta, no la pierdas - me dice Steve apoyando su mano sobre mi hombro.

- Gracias - es lo único que le respondo.

- Que bonito es esto chicos, voy a llorar - dice Niran.

- Que estés más solo que la luna no es nuestra culpa - le dice Max riéndose de él.

- !Oye¡ que duele - le responde Niran poniéndose la mano en el lugar que le había golpeado.


Gabriela

Después de dar un paseo de unos 20 minutos decido volver a casa, la verdad que este era un plan que me encantaba, además, aunque apenas estaba acabando el verano ya empezaba a hacer frio y lo amaba.

Al pasar por una calle un poco estrecha me pude percatar de una pequeña tiendecita al final de la calle.

Al acercarme vi que era una pequeña pastelería casera, eso me llamó mucho la atención y decidí pasar a ver que tenían. Al entrar me di cuenta que la chica que estaba atendiendo en el mostrador era una señora mayor. Cuando me acerco a mirar que tenían en las vitrinas me entra un hambre terrible, tenia todo tan buena pinta que era imposible resistirme a algo.

- Hola, buenas tardes, me podrías dar dos tartaletas de estas que tienes aquí por favor – le digo señalando las tartas de queso recubierta por pepitas de chocolate.

- Por supuesto, serían 2.40$ - me dice dándome el pedido en una pequeña cajita de cartón con el logo de la tienda

- Tome, le doy 3$ y no hace falta que me devuelva lo que sobra, se lo dejo de propina, aunque no sea mucho.

- Muchas gracias joven, ¿es usted nueva por aquí? - me pregunta la señora antes de salir por la puerta.

- Si, me acabo de mudar a unas pocas calles de aquí, esto me parece un lugar encantador – le digo a mientras esta me mira con una sonrisa

- Seguro que te gusta mucho esto, disfruta de los pastelitos y espero volverte a ver dentro de poco. 

- Pues si están igual de ricos de lo que huelen seguramente vuelva muy pronto. 

- Muchas gracias y hasta otro día – me dice cuando salgo de la tienda y pongo rumbo a casa de lando para dejarle al perro y volver a mi casa a seguir con la mudanza.

Bajo la Bandera a Cuadros || Lando Norris #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora