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*25 de Noviembre de 2023*

Por fin ha llegado el sábado, día de la clasificación y cuando ya realmente se empezaba a ver a más gente por el circuito.

Estos dos días apenas había pasado tiempo con Lando ya que tenía varias entrevistas y cosas que hacer con el equipo, practicas, libres... vamos, que había estado casi todo el tiempo sola, o eso es lo que podéis pensar. ¿Os acordáis que el martes conocí a Carlos no? Bueno, pues resulta que nos hemos hecho muy buenos amigos, y el tiempo fuera de la pista que no estaba con Lando estaba con él, y gracias a eso también había conocido mejor al monegasco y también me había hecho amiga suya, poco a poco me empezaba a llevar mejor con los pilotos de Ferrari, pero yo sabía que ese huequito que ocupaba Lando en mi corazón no lo podría ocupar ninguno más, ¿o sí?

Llegaron las 7 de la tarde, hora del inicio de la clasificación, los sábados he de deciros que es (si no el que más) de mis días favoritos, los primeros 30 minutos se me pasaron bastante lentos, pero se eliminaron alguno de los grandes pilotos como Carlos o Hamilton, Lando, ese día había conseguido quedar 2º por detrás de Leclerc, no era la mejor posición, pero estaba bastante bien.

- Enhorabuena por ese 2º puesto Lan – le digo nada más verle al entrar a su habitación del hotel.

- Muchas gracias Gabi – me dice para empaparme de sudor al abrazarme.

- Te recomiendo que te des una ducha, te arregles un poco y te vengas conmigo a ver un poco la ciudad, ¿qué te parece? – le digo nada más separarme poniéndole cara de asco.

- Y yo te recomiendo que te calles y me esperes sentadita.

- ¿Perdona? Pues vete con tu amiguito Carlos si no quieres ir conmigo.

- Que no hombre que era broma, no tardo casi nada – dice cogiendo una toalla para ir directo al baño.

Mientras este se duchaba yo aproveché para cotillearle la maleta y elegir que se iba a poner.

Pude ver que se había traído bastante ropa elegante para los pocos días que estaríamos aquí pero lo que más se había traído sin duda eran sus características bermudas de flores. 

Al final le acabé eligiendo unas bermudas color beige <<menos mal que tienes algo de ropa de persona normal, gracias Dios>> y una camiseta color rosita claro a juego con mi look, le coloqué la ropa, ordené la maleta y por suerte para mí, Lando había cumplido y no tardó más de 10 minutos en ducharse.

- Al fin sales, pensaba que te había tragado la ducha o algo parecido.

- Pues entonces deberías ver cuanto tardas tú, eso sí que es una verdadera eternidad.

- Que dices si no tardo casi nada.

- Gabi no te mientas, tardas más que todas las mujeres del mundo juntas.

- Eso es imposible y lo sabes.

- Ya ya...

- Bueno, cállate ya y cámbiate – le corto cansada de discutir siempre del mismo tema y extendiéndole la ropa para que la cogiera.

- Que eres ¿mi madre? ¿Me tengo que poner esto enserio?

- Y más que enserio, ¡así vamos iguales!

- Esta bien, solo para hacer feliz a la niña – dice cogiendo la ropa para entrar de nuevo al baño - ¡ESPERO QUE ME HAYAS ORDENADO LA MALETA POR LO MENOS! – me grita desde el baño ya con la puerta cerrada.

A lo cual yo ya no respondo, pero me rio al ver como es un maniático del orden con todo.

Cuando salió pusimos rumbo a visitar un poco el centro de la ciudad, ya que como ya he dicho antes, Abu Dhabi es una ciudad que me encanta y tenía pensado venir aquí en algún momento, solo que no se me había presentado todavía la ocasión.

- Es preciosa la ciudad, ¿no crees? – le digo entrando al centro de la ciudad

- Si creo, si – hace un suspiro largo – pero desde luego no tanto como tú.

Es algo que me dejó totalmente en blanco, a ver, si es cierto que hace ya semanas yo había empezado a notar cosas fuertes por él, pero ¿él por mí?

 Algo en mi cabeza cambió, me empecé a dar cuenta de todo lo que estaba haciendo por mi desde el momento en el que toque su puerta mi primer día en la ciudad ¿le gustaba desde el principio? Puede ser, pero eso de momento no lo sé, lo que si que sé al 100% es que él si que me gustaba desde el primer momento, solo que a lo mejor hasta ahora no lo había querido aceptar.

Fue ahí, en ese momento en el que decidí dar el paso.

Un paso que podría salir o muy bien o muy mal, yo solo confiaba en mí misma, todo dependía de mí.

Fue entonces cuando me paré en seco.

Le mire fijamente a esos preciosos ojos verdes.

Y le besé.

Le besé y fue la mejor sensación del mundo.

Bajo la Bandera a Cuadros || Lando Norris #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora