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*5 de Diciembre de 2023*

Me sonó la alarma a las 9 y no tardé mucho en levantarme (para sorpresa de todos) y meterme directamente al baño para darme una ducha de agua helada, algo que ya se había convertido en una costumbre todos los días.

Cuando terminé estaba esperando a que Lando me recogiera, me había dicho que ya había terminado y venia ya, o sea que no tardaría.

- Buenos días – le digo nada más abrir la puerta del coche.

- Gabi siendo puntual, no me lo creo.

- Cállate, no sabes lo mucho que me ha costado levantarme.

- Menos mal que me hiciste caso y te has levantado a las 9.

- Ojalá seguir durmiendo – le digo mientras reclino un poco el asiento para estar más cómoda.

Seguimos hablando durante el trayecto, el cual, esta vez se me hizo más largo debido a los nervios.

- ¿Te espero aquí o te acompaño? – me pregunta Lando al bajar del coche.

- Mejor espérame aquí, no se te ocurra moverte – le digo señalándole ya alejándome del parking, preparada para buscar a Peter.

- Aquí me encontraras modelo.

Estaba tan nerviosa.

El tenis siempre ha sido mi amor platónico, y ahora poder formar parte de la academia del Bromley me pone demasiado nerviosa, aunque al final no acabe pasando.

Siempre había sido mi sueño poder llegar a ser jugadora de tenis profesional, pero por culpa de una lesión lo tuve que dejar y se quedó en un pasatiempo, hasta hoy.

- Buenos días – digo nada más entrar a la recepción - ¿esta Peter Laurens? – le pregunto a la chica de recepción, la cual rápidamente se pone a teclear en el ordenador como una loca.

- Su despacho esta en la segunda planta, el primero a la derecha – dice pasando su mirada de la pantalla a mi – le avisaré de que estas aquí – dice cogiendo el teléfono fijo.

Jamás había estado tan nerviosa como ahora mismo.

La puerta cerrada, es lo único que nos separa durante unos instantes hasta que la abro,

- Buenos días, ¿se puede?

- Por supuesto, estaba esperándote, por favor, toma asiento.

- Gracias.

- Bien, Gabriela, ¿cierto? – me pregunta a lo que yo asiento – perfecto – dice dejando el bolígrafo para mirarme fijamente – ayer me fije en ti y la verdad que juegas de maravilla, ¿has jugado anteriormente?

- Hace algunos años me dedicaba al tenis y entrenaba en la academia de Nadal, pero por culpa de una lesión lo tuve que dejar y se convirtió en un hobbie.

- ¿de qué fue la lesión?

- Me rompí el ligamento cruzado de la rodilla durante un partido.

- Que triste, espero que ya estés al 100% para jugar ya que, como te comente ayer, me pareciste una tenista de 10 y quería ofrecerte una plaza en nuestra academia para que con esfuerzo por ambas partes puedas llegar muy lejos, más de lo que te esperas si sigues así

Me quede pensando por un momento cuando Peter terminó de hablar.

- Podría enseñarte varios horarios que tenemos libres y ya me dices cual se ajusta mejor a tu elección y si te parece bien, podríamos empezar cuanto antes – me dice después de no recibir por mi parte.

Me pone en mesa 3 horarios, al echarles un vistazo por arriba me gustaron todos, pero me quede con el segundo de ellos, entrenamiento de dos horas y media cada día de lunes a viernes.

La verdad que me venia genial ya que, cuando lando no tenía carreras, tenía que estar todas las mañanas en la fábrica y así tenía algo que hacer.

Estos últimos meses me había acostumbrado a pasar todo el tiempo con Lando, y cada vez que se iba a alguna carrera me sentía tan sola, por eso, alquile una de las habitaciones que tenia libre y ahora, desde mediados de noviembre, vivo con Olivia, mi nueva compañera de piso y mi mejor amiga de Inglaterra.

- Este me parece una opción muy buena – le digo entregándole el horario que había elegido.

- Perfecto, ¿Cuándo quieres empezar?

- Cuanto antes mejor, ¿qué te parece mañana?

- Por mi perfecto, yo seré tu entrenador, te esperaré en la pista 2 a las 10 – me dice mientras lo apunta en un pequeño papel para después dármelo – pido total puntualidad.

- Eso intentaré, muchas gracias y hasta mañana 'le digo levantándome y abriendo la puerta.

Lo había conseguido, estaba tan contenta.

*Peter*

- ¿Quién era la chica esa, le conoce de algo? – me dice mi secretaria entrando al despacho con una carpeta llena de papeles.

- Es Gabriela, la hija de Nadal.

- Pero ella no lleva Nadal, ¿no?

- Eso es lo que ella quiere que la gente piense, la conozco desde que era pequeña, la podría encontrar entre miles de personas en cuestión de segundos.

- ¿y como lo has hecho?

- Vino ayer a entrenar con el hijo de Adam.

Bajo la Bandera a Cuadros || Lando Norris #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora