Capítulo 20: Noticias

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Se lo había imaginado mil veces, en su cabeza siempre esperaba una proposición de matrimonio preciosa y con Colin en el papel de novio. Sin embargo, esta proposición no era romántica, no era bonita y lo peor es que no era Colin el que estaba detrás de esa propuesta.

- ¿Cómo me puedes pedir después de esto que me case contigo?

- Penélope, se que no es la situación ideal pero yo te propongo un matrimonio como otro cualquiera.

- ¿Cómo otro cualquiera? Te gustan los hombres. No estoy en contra de que te gusten, pero no entiendo a qué te refieres con un matrimonio como otro cualquiera.

- A que también me gustas, a que quiero tener hijos, tener una familia.

- Pero te acostarás con hombres ¿verdad?

- Sí, no va a ser algo que vaya a hacer a diario ni con una persona con la que tenga una relación pero si.

- No se que pensar de todo esto. Dijo Penélope con sinceridad.

- Piensa en todas las ventajas que nos traerá este matrimonio. En primer lugar serás marquesa, te otorgará un poder y un privilegio del que no gozas, podrás cuidar de tu familia. Tendrás toda la libertad del mundo para seguir con Lady Whistledown, es más, yo te ayudaré.

- ¿Te parecería bien que siguiera siendo Lady Whistledown?

- Por supuesto Penélope, eres una persona independiente, estemos casados o no. Además, si yo tengo la libertad para estar con quien quiera tu puedes seguir con Lady Whistledown. Decía enserio lo de ayudarte, si somos un matrimonio es para serlo en todos los sentidos.

- ¿ Entonces querrías tener hijos? Preguntó Penélope

- Claro que sí, siento cosas por ti y quiero casarme contigo. Seriamos un matrimonio totalmente normal, solo que tendrás que convivir con mis gustos.

¿Podría vivir casada con un hombre con el que se acuesta con otras personas? A decir verdad, cansándose con otro hombre también se arriesga a que la engañe. ¿Qué más le da a ella que sea con un hombre en vez de con una mujer? El marqués le ofrece una vida de lujos y de poder, tendría total libertad para seguir con Lady Whistledown y además podrá encargarse de que a su familia no le hiciera falta nada. El marqués quiere hijos, cosa que ella también ha querido siempre. Lo único que tiene que hacer es hacer la lista gorda con las conquistas del marqués, y al ser hombres es algo de lo que la sociedad no se enterará ya que lo llevará en la más absoluta discreción. En el fondo los dos serían felices, no puede perder muchas oportunidades como esta, sabe que con un poco de esfuerzo podría sentir algo por él. Tiene que cambiar su vida, no puede esperar a que Colin  vuelva de algún viaje y le declare su amor y que quiere casarse con ella. Eso jamás ocurrirá y aunque las últimas semanas haya hecho con Colin cosas que jamás pensó que harían juntos se ha preparado toda su vida para vivirla sin él. La vida se lo dio sólo como un amigo y así lo tiene que aceptar. El amor no es para ella, Colin Bridgerton jamás ha sido para ella.

- ¿Y bien? ¿Tienes una respuesta? Le preguntó Harry.

- Si, si quiero casarme contigo.

En la casa Bridgerton, todos incluso Anthony esperaban fuera de la habitación de los vizcondes para que el médico pudiera reconocer a Kate.

- No te preocupes Anthony, todo estará bien. Dijo Benedict

- Eso espero. Dijo el Vizconde preocupado.

Colin miraba por la ventana hacia la casa Featherigton, Penélope tiene que estar muy enfadada por dejarla tirada en Hyde Park pero no ha podido escaparse ni siquiera un segundo. De repente las puertas de la habitación de los vizcondes se abrió y el médico salió.

- Doctor, ¿Cómo está mi mujer?

- Esta bien, los dos están bien.

- ¿Los dos? Preguntó Anthony.

- Sí, la vizcondesa está embarazada, enhorabuena.

Anthony lleno de felicidad se fue hacia la habitación sin decir ni una sola palabra y en el pasillo se abrazaban los unos a los otros como forma de celebración. Después, la familia entró para ver a Kate y Anthony que estaban abrazados mirándose el uno al otro.

- Lo hemos conseguido mi amor. Le decía Kate a Anthony limpiándole las lágrimas que Anthony derramaba.

- Te quiero muchísimo. Dijo Anthony abrazando a Kate.

Ojalá pueda estar así pronto con Penélope pensó Colin para si mismo.

En la casa Featherigton Portia y Prudence se volvieron locas cuando Penélope y Harry les dijeron que se van a casar.

- ¡Que gran noticia! Dijo Portia abrazando a su hija.

- No me lo puedo creer, vas a ser marquesa. Dijo Prudence.

- Prudence, cállate. Dijo Penélope.

- Déjala, no debe callarse, vas a ser marquesa y quiero decirles que siempre van a tener nuestro apoyo. Dijo Harry.

- Gracias marqués. Dijo Portia.

- Harry, somos prácticamente familia así que díganme Harry.

- Esta bien, Harry. Hay que brindar. Señora Varley traiga Champán. Dijo Portia.

Penélope estaba contenta, hacia tiempo que no veía a su familia tan feliz, es verdad que Harry lo estaba más, por fin había encontrado a alguien que entendiera sus gustos y fuera capaz de vivir con ellos. No era la situación ideal, lo sabía, pero si pensaba en cómo podía ser su vida ha tenido mucha suerte al encontrar al marqués.
La señora Varley llegó con una bandeja con copas y Champán y fue sirviendo las copas

- Brinde con nosotros Señora Varley. Dijo Penélope.

- Oh, gracias pero yo… no podría.

- Insisto señora Varley, por favor. Dijo el marqués.

- Esta bien.

El marqués tendió una copa a la señora Varley y todos brindaron.

- ¡Por los marqueses Dankworth!
Dijeron todos alzando sus copas.

A penas habían saboreado el Champán cuando un criado se acercó a Penélope y le dijo que alguien quería verla.

- ¿Ahora?

- Si.

- Esta bien, iré.

Penélope se alejó de su familia y del marqués y se dirigió al recibidor donde vio a Colin.

- Colin ¿Qué haces aquí?

- Siento lo que ha pasado hoy pero he tenido un contratiempo.

- Ya, me imagino. Dijo Penélope de manera condescendiente.

- ¿Estas enfadada? Preguntó Colin.

- ¿Yo? Para nada. ¿Para que has venido? Preguntó Penélope.

- He venido a pedirte que….

- Señor Bridgerton. Saludó felizmente el marqués.

- Harry Dankworth ¿Qué hace usted aquí?

- Bueno, estábamos brindando.

- ¿Brindando? ¿Por qué? Preguntó Colin.

- Porque estas ante la futura marquesa Dankworth. Dijo el marqués.

Por fin lo supo, en ese instante Colin Bridgerton sintió lo que es que te rompan el corazón en mil pedazos, Penélope Featherington le había roto el corazón y es la sensación más desagradable que ha vivido nunca, se siente como si se estuviera ahogando y alguien le hubiera disparado a la vez. El tiempo se detiene para él aunque el mundo sigue girando como si no pasara nada.

- ¿Qué? ¿Os vais a casar? Preguntó Colin desconcertado.

A Penélope le hubiera gustado que se la tragase la tierra, la cara de Colin le suplicaba que le dijera que era mentira.

- Si, esta tarde nos hemos prometido. Dijo el marqués.

Colin no sabía como se tenía en pie aún, tenía la mismas ganas de echarse a llorar que de destrozarle la cara al marqués.

- ¡Colin Bridgerton, que alegría verlo! Dijo Portia Featherington.

- Señora Featherington. Saludó Colin.

- ¿Ya le han contado la gran noticia?

- Si, acabo de enterarme.

- ¡Venga con nosotros a brindar! Dijo Portia.

- ¡Mamá, no es necesario! Dijo Penélope.

Colin cambió totalmente de actitud.

- Esta bien, brindaré pero solo un brindis. Debo volver a mi casa.

- Claro, solo será un brindis. Dijo Prudence.

Penélope permaneció callada y siguió a Colin y al resto de su familia hacia el salón. La señora Varley ya tenía una copa preparada para el. Colin cogió la copa y dijo.

- Quiero proponer un brindis. Dijo Colin.

Penélope estaba asustada, no sabía que podría decir Colin.

- Muy bien Señor Bridgerton, haga usted los honores. Dijo Portia.
Colin levantó la copa y todos levantaron las demás copas.

- Por la futura Marquesa. Dijo Colin de forma arrogante y sin dejar de mirar a Penélope.

- ¡Por la futura Marquesa! Dijeron todos.

Colin bebió su copa de un trago, se despidió de la familia Featherington y el del marqués y se marchó sin mirar un instante atrás.
Penélope estaba abatida por la actitud de Colin pero tenía que disimular ante los presentes.
Colin llegó a casa y entró por la puerta del patio para no tener que ver a ningún miembro de la familia. No podría soportar ningún interrogatorio. Cuando por fin llegó a su habitación se echó a llorar, Penélope jamás será de él.

Penélope daba vueltas en la cama, no podía quitarse la imagen de Colin de la cabeza, estaba herido, realmente herido. No debería de estar así, el se va a ir pronto de viaje, hará su vida y por desgracia ella no está incluida en sus planes.

En la casa Bridgerton el panfleto de Lady Whistledown llegaba puntual mientras que toda la familia Bridgerton a excepción de Colin estaba desayunando.

- ¿Dónde está? Preguntó Francesca.

- No lo sé, pero Colin jamás se ha perdido el desayuno. Dijo Violet.

- ¿Estará enfermo? Preguntó Anthony.

- No creo. Dijo Benedict.

- Ha enfermado más veces y aún así ha desayunado. Dijo Hyacinth.

- Nunca he visto a nadie comer como el. Dijo Kate

El ama de llaves llegó con el nuevo panfleto de Lady Whistledown y fue Eloise la que lo cogió para leer lo que había escrito su amiga.

Querido lector:

Es increíble el regalo que me han hecho. Cuanto antes lo pido antes lo tengo, anteriormente pedí una propuesta de matrimonio y ya la tengo. Jamás pensé que escribiría sobre las nupcias de la Señorita  Penélope Featherington. ¿Debemos a empezar a llamarla Marquesa? No hay duda que la señorita Featherington ha jugado todas sus cartas y de que manera, ha cazado nada más que al marqués Harry Dankworth. Alguna vez pensé que era más fácil hablar de una República en Inglaterra que de las nupcias de la Señorita Penélope Featherington pero me alegra saber que me equivocaba, al igual que toda la sociedad que siempre la ha subestimado. Penélope Featherington ha hecho Jaque Mate a la alta sociedad londinense. Veremos con el tiempo si esta a la altura del marquesado.

Lady Whistledown

- ¡Penélope se va a casar con Harry Dankworth! Dijo Eloise en voz alta.
Todos se quedaron atónitos, todos sabían las intenciones del marqués pero no esperaban que los movimientos del marqués fueran tan rápidos.

- ¡¿Qué?! Gritaron todos.

Kate angustiada se levantó corriendo y fue hacia la habitación de Colin. Por eso no ha bajado, porque sabe que Penélope se va a casar con otro. Al llamar a la habitación de Colin no tuvo respuesta.

- Colin, ábreme.

- ¡Vete Kate!

- Se lo que ha pasado. Déjame pasar y hablemos.

- ¡Por favor! ¡Vete!

- Kate ¿Qué ocurre? Dijo Anthony llegando junto con Eloise.

- No ocurre nada. Dijo Kate.

- ¿Cómo que nada? Eloise ha leído el panfleto y has salido corriendo hacia la habitación de Colin. 

- Anthony, no me corresponde a mi decir nada.

Anthony cogió a Kate y Eloise y se las llevó a otra habitación.

- ¿Qué me estoy perdiendo? Dijo Eloise.

- Pensé que eras la inteligente de la familia.

- Y lo soy pero no entiendo nada.

- Se que me matara por decirlo pero Colin esta enamorado de Penélope. Dijo Anthony.

- ¡¿Qué?! Gritó Eloise.

- ¡¿Lo sabías? Dijo Kate.
Anthony la miró perplejo.

- ¿Tu lo sabías?.

- Si, por supuesto.

- ¡¿Por qué no me lo has contado?! Dijeron los dos a la vez.

- A ver tortolitos, esta genial eso de que os terminéis las frases pero ¿me estás diciendo de que mi hermano está enamorada de mi mejor amiga y soy la última en enterarme?. Dijo Eloise.

- Si, básicamente. Dijo Kate.

- Es increíble que Colin no me haya dicho nada. Dijo Eloise

- Si te sirve de consuelo a mi no me lo ha dicho, solo que me he dado cuenta. Dijo Anthony.

- Yo me di cuenta y ha estado hablando conmigo últimamente de eso.

- ¿Y que te ha dicho?

- ¿Penélope esta enamorada de él? Preguntó Eloise

- Colin esta enamorado de ella y parecía que ella también de él pero ahora está comprometida con el marqués, no se yo que pensar. Dijo Kate

- Pues hay que hablar con el cuanto antes. Dijo Eloise

La mañana en la casa Featherigton fue bastante entretenida. Numerosas familias fueron a la casa Featherington a dar la enhorabuena por el enlace. Pero la visita más importante esa mañana fue la de Lady Danbury.

- Querida Penélope, cuanto me alegro de que el marqués y tu os vayáis a casar.

- Gracias Lady Danbury, sin su ayuda no habría sido posible que yo hubiera triunfado en esta temporada.

- Tengo que reconocer que su aspecto ha mejorado pero el éxito ha sido suyo, un vestido no consigue un marido, es su aptitud la que lo ha conseguido.

- Muchas gracias.

- ¿Para cuando está previsto el enlace? Preguntó Lady Danbury.
- Pues apenas lo hemos hablado, Harry quiere intentar hacerla en dos semanas.

- No lo dice muy animada. Dijo Lady Danbury dándose cuenta del esta de ánimo de Penélope.

- No, estoy contenta, se lo aseguro. Solo es que no me creo que en poco tiempo vaya a estar casada.
Quería casarse, siempre lo ha querido.

- Es normal que este nerviosa, es un cambio radical en su vida, pero le va a ir bien, se lo aseguro.

- Gracias.

Lady Danbury tenía que irse así que la visita no duró mucho.

- Llevo toda la mañana agotada, voy a dormir un poco. Llamadme si tengo visita.

- Esta bien querida, debes cuidar tu descanso, tienes que estar resplandeciente para la boda. Pero mañana debemos ir a la modista. Hay que diseñar tu vestido cuanto antes.

- Esta bien mamá.

Penélope llevaba como diez minutos echada en su habitación cuando escuchó un ruido que provenía de fuera. Abrió los ojos y vio como Colin se adentraba a su habitación. Tenía mala cara, no tenía el aspecto pulcro de siempre y tenía unas ojeras que le señalaban que no había dormido nada la noche anterior.

- ¡Colin! ¿Qué haces aquí? Preguntó Penélope

- Tenemos que hablar. ¿Qué es eso de que vas a casarte?

- Colin, ayer te contamos todo. Me pidió matrimonio ayer por la tarde.

- Pero es que no lo entiendo ¿Cómo puedes quedar conmigo y comprometerte con ese mismo hombre en esa misma tarde? Dijo Colin enfadado.

- Te recuerdo que te estuve esperando y ni apareciste pero claro, era más importante planear tu viaje. Le echó en cara Penélope.

- ¿Qué viaje? ¿De qué hablas?

- Ayer, mientras te esperaba me encontré con Eloise y tu madre y las dos me dijeron que estabas con Kate comprando cosas para tu viaje.

- No hay ningún viaje, no pienso irme a ningún lado, me lo inventé porque no paraban de preguntarme cosas y no quería que todavía supieran lo nuestro.

A Penélope se le cayó el mundo encima, había actuado de forma impulsiva, algo que no es normal en ella. Debía haber esperado a hablar con Colin antes de aceptar o no al marqués.

- Entonces, ¿Por qué no llegaste?

- Pues porque Kate venía conmigo de compras y se desmayó en mis brazos. Me asuste y la llevé corriendo a casa, no pude avisarte, el médico nos confirmó que esta embarazada, no pude dejarla, cuando pude irme fue cuando fui a tu casa y os encontré brindando.

Penélope miraba para todas partes menos para Colin. Sabe que si lo mira se echara a llorar.

- Lo siento, no lo sabía. Dijo Penélope.

- ¿Por qué aceptaste ser su esposa? ¿Por qué no esperaste a hablar conmigo?

- Yo… me dijeron lo de tu viaje, me enfade Colin, estaba muy enfadada contigo, pensaba que te ibas a ir de nuevo y el marqués estaba ahí, me propuso…

Colin empezó a reírse de forma nerviosa.

- ¿Me estás diciendo que te vas a casar un hombre solo porque estabas enfadada conmigo?

Era ridícula, lo sabía, su bocaza una vez más le había jugado una mala pasada.

- Yo…

- Vamos a hablar con el y le dices que no te puedes casar con él, todavía estamos a tiempo.

- ¡No, no voy a hacer eso! Dijo Penélope.

Colin no podía creer que ni aclarando todo el asunto de ayer Penélope siga queriendo seguir con su plan de casarse.

- ¿Entonces? ¿Qué he sido yo para ti Penélope? ¿ Un juego? Has cogido mi corazón, lo has usado a tu antojo y cuando te apetece lo destruyes. Dijo Colin con lágrimas en los ojos.

- No, Colin, por supuesto que no. Yo nunca te haría eso. Sabes que no está bien lo que hemos hecho.

- ¿Por qué? ¿ Porque no está bien?

- Porque nunca debió pasar, olvídalo. 

- No te reconozco Penélope, te escucho y no se quien eres. Te digo que todo ha sido una confusión, estábamos bien y después de aclarar todo me dices que vas a seguir con tus planes de casarte con el marqués. ¿Es por dinero?

- ¡Colin por el amor de Dios! ¿Cómo va a ser por dinero? Sabes a lo que me dedico. El dinero no es un problema para mi.

- ¿Entonces? ¿Amas al marqués? Preguntó Colin desesperado

- No, no lo amo pero sabes que mi plan ha sido siempre casarme y el marqués será un buen marido.

- ¿Es por casarte?. Entonces, Penélope Featherington cásate conmigo.

¿Pero como había pasado de ser la fea del baile a tener dos proposiciones de matrimonio en menos de veinticuatro horas? Y lo más importante es que la segunda es del hombre que más amaba en el mundo. A Penélope se le saltaron las lágrimas.

- ¿Qué dices? Preguntó Penélope aturdida.

- Que si, Pen. Que te cases conmigo.

- Estas loco, Colin. ¿Me pides matrimonio para impedir que me case con otro hombre?

- No, te pido matrimonio porque te amo.

Penélope negaba con la cabeza.

- ¡No! No lo haces.

Colin no podía amarla, a ella no, a la fea del baile no, el era un Bridgerton y ella…. Ella no era suficiente para él.

La actitud de Colin cambió totalmente

- No te lo voy a permitir Penélope, se acabó. Dijo enfadado.

- ¿El que?

- No te voy a permitir que degrades lo que siento por ti. No tienes ningún derecho para decirme si te amo o no, si te amo más o te amo menos. No estás dentro de mi, no sabes lo que pienso ni lo que siento.

Por un momento Penélope lo creyó, creía que la amaba pero su cabeza le decía que no debía confiarse.

- Yo no creo que lo sientas. Dijo Penélope más tranquila.

- ¿Y tu? ¿Qué es lo que sientes tu? Siempre hablas de lo que yo siento por ti pero no me dices nada de ti.

- Colin, déjalo. Dijo Penélope.

- Espera, déjame adivinar. Has usado lo que yo siento por ti para divertirte.

Lo que Colin dijo hizo enfurecer a Penélope como nunca lo había estado.

- ¿¡Crees que me he aprovechado de ti!? ¡Estás loco! ¿Tengo que recordarte que fuiste tu el que me besaste la primera vez?

- Si, cuando te di el primer beso ya estaba loco por ti. Es más, antes de dártelo ya lo estaba. Y si no recuerdo mal fuiste tu quien me besaste en tu cumpleaños, pero claro, ahora la señorita se casa con otro. Si no sentías nada haber parado todo esto antes.

- ¡No tienes ni idea de nada! ¡Nadie te va a querer tanto como te quiero yo!

Colin se quedó sin aliento y Penélope se tapó la boca, se le escapó.

- ¿Tu me quieres? Preguntó Colin atónito.

Penélope quería buscar una salida, la que sea, pero no la había.

- ¿Cómo es posible que no lo sepas? Te he amado siempre Colin, desde el primer momento que te vi. Siempre he estado ahí, enamorada de ti en secreto.

- ¿Por qué no me lo has dicho nunca? Dijo Colin más calmado.

- Por favor, Colin. ¿Qué crees que hubiera pasado? Habrías entrado en pánico y hubieras dejado de hablarme porque claro, solo eras amigo de la pobre Penélope. Nunca me viste como algo más.

- Eso era antes Penélope, ahora yo te amo y tu me amas a mi. ¿Y quieres que entienda que aún así vas a casarte con otro?

- “ ¿Esta loco? Nunca se me ocurriría cortejar a Penélope Featherigton, ni en sus fantasías más locas, Fife” “Tu eres Pen, eres mi amiga, tu no cuentas” por favor Colin, no me hagas creer que me quieres como yo te quiero a ti porque no te lo voy a creer.

- ¿Es tu última palabra? Dijo Colin al borde del llanto.

- Si, y por favor vete de mi habitación. No vuelvas a venir así porque estoy apunto de casarme y quiero respetar a mi futuro marido. Dijo Penélope.

Colin en estado de seminconsciencia se fue sin mirar a Penélope a la cara. Cuando Colin se fue sus lágrimas pudieron correr sin ningún problema por su rostro. 

Amando a Penélope Featherington Donde viven las historias. Descúbrelo ahora