Capítulo 2: Cambios

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Penélope entró en casa y al entrar en el salón vió a su madre muy preocupada

- Jovencita, ¿Dónde estabas?

- Mamá, estaba en la tienda de Madame Delacroix. Dijo Penélope.

- ¿ Y que has hecho allí tanto tiempo? Dijo Portia.

- Pues, arreglar el vestido y hablar con Lady Danbury.

- ¿ Tu hablando con Lady Danbury? Preguntó Prudence con desdén.

- Sí.

- ¿ No somos invisibles para esa mujer? Preguntó Prudence.

- Eso pensaba yo también pero resulta que no. Conmigo ha sido muy amable.

- Al fin y al cabo coincidimos en casi todos los bailes, esta claro que ella es superior y yo nunca he tenido la suerte de relacionarme demasiado con ella. Pero que vean que tiene relación con nosotras siempre es algo positivo. Dijo Portia.

- Mamá, ¿Es que no te importa nada más que la posición? Preguntó Penélope

- Es lo que más importa, la posición y el dinero. Contestó Portia.

- Pues hablando de posición y dinero ¿A qué no sabéis quién ha llegado a Mayfair? Dijo Prudence asomada a la ventana.

- ¿ Quién? Dijo Portia.

- Colin Bridgerton.

Penélope empezó a ahogarse con el té que estaba tomando y empezó a toser.

Colin Bridgerton había vuelto ya. Sabía que volvería aunque una parte de ella rezaba porque no apareciera jamás y la otra rezaba para que le fuera indiferente su regreso y aunque han pasado 8 meses desde que se fue Penélope no estaba aún preparada para verlo.

- Te imaginas mamá que Colin Bridgerton me cortejara. Dijo Prudence.

Penélope ya no se ahogaba por el te sino por la ocurrencia de su hermana.

- Jovencitas, os quiero más que a mi misma pero se que Colin Bridgerton no está al alcance de una Featherington . El jamás pondría sus ojos en una Featherington.

- De eso mamá, puedes estar totalmente segura. Dijo Penélope sin mostrar ningún tipo de sentimiento.

- Mamá ven, quiero que veas como he avanzado con el pianoforte. Dijo Prudence

Su hermana y su madre se fueron del salón y Penélope estaba tentada a verlo. Se lo pensó varias veces y no pudo evitar asomarse a la ventana.

Cuando pudo ver a Colin su corazón le dio un vuelco, no parece el mismo. Su cabello está más largo y su ropa es diferente, como de un aventurero. Es como si hubiera envejecido 5 años y no sólo 8 meses. Es más, así le recordaba mucho más al Vizconde Bridgerton. Ha dejado de ser un niño para ser un hombre, es un hombre que ha vivido mucho según su aspecto. ¡Dios mío! ¡Esto no me ayuda en nada! Se dijo Penélope para sí misma.

Sus planes no cambian en absoluto, se propuso encontrar un marido esta temporada y eso va a ser igual, es más que Colin Bridgerton este aquí solo hace que se acrecente sus ganas de casarse.

Por la tarde, Penélope estaba en su habitación leyendo un libro. Su madre y Prudence habían salido a dar un paseo que ella había rechazado. Estaba concentrada en la lectura cuando llamaron a su puerta, era uno de los criados.

- Señorita Penélope.

- ¿Sí?

- Es el Señor Colin Bridgerton, está abajo y pide verla.

Amando a Penélope Featherington Donde viven las historias. Descúbrelo ahora