Capítulo 30: Hogar

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Colin y Penélope hechizados de felicidad llegaban a su nuevo hogar después de haber tenido un boda perfecta. Penélope tuvo la boda que siempre había soñado.

- ¿Estas nerviosa? Preguntó Colin cuando el carruaje paró enfrente de su nuevo hogar.

-  Se que no debería de estarlo, que es tu casa y todo eso, pero lo estoy.

- Nuestra casa, Pen. No lo olvides, todo lo mío es tuyo, empezando por mi corazón. Dijo Colin de forma seductora. Penélope sonrío y se besaron de forma apasionada antes de salir del carruaje.

A los señores Bridgerton los esperaban unos cuantos sirvientes que harían su estancia más cómoda y le hicieron un gran recibimiento. Penélope los saludó a todos y pronto desaparecieron, Colin había sido muy claro anteriormente con los criados  diciéndoles que querían la mayor intimidad posible.

-  ¡Ven! ¡Voy a enseñarte la casa! Dijo Colin arrastrando a Penélope hacia dentro.

-  Pero si ya he estado aquí antes. Afirmó Penélope.

-  Así es pero no has visto los cambios que he hecho para nuestro nuevo hogar.

Colin le enseño diferentes estancias de la casa, Penélope estaba encantada, los cambios eran notables y la casa estaba más preciosa de lo que ya era.

- ¿Así que esto es lo que hacías todos los días antes de casarnos?.

-  Si, entre otras cosas, quería que te sientas como en casa. Dijo Colin.

Penélope se acercó a Colin y lo abrazó por la cintura.

- Estando juntos ya me siento en casa.

Colin sonrío y le dio un tierno beso.

-  ¿Qué hay aquí? Preguntó Penélope cuando pasaron por una puerta grande. 

-  Nada, es cuarto de trastos, no hay nada interesante.

-  Ah.

-  Ahora quiero que te pongas esto en los ojos. Dijo Colin enseñándole a Penélope una cinta.

-  ¿Para que?

-   No hagas tantas preguntas. ¿Confías en mi? Preguntó Colin

-  Pues claro que confío en ti Colin.

-  Pues déjame ponértelo.

-  Esta bien.

Colin se acercó a Penélope y le puso la cinta en los ojos y le hizo un nudo atrás .

-  ¿Ves algo? Preguntó Colin

-  No, nada.

-  ¿De verdad?

-  Si, no veo nada. Dijo Penélope con sinceridad.

De repente Penélope chilló al sentir como Colin la levantaba del suelo.

-  Tranquila Pen.

- ¡Me has asustado! No me lo esperaba.

Colin se rio y la besó. Penélope se agarró a su cuello y seguía besándolo mientras Colin subía las escaleras con ella en brazos.

- ¿A dónde vamos?

- ¿Tienes que saberlo todo? Preguntó Colin riéndose.

-  Sí. Dijo Penélope

-  Ya hemos llegado.

Penélope notó como Colin abría una puerta y se adentraban en una habitación, no sabía donde estaban pero si sintió el calor de lo que huele como una chimenea. Colin la depositó en el suelo y le dijo.

Amando a Penélope Featherington Donde viven las historias. Descúbrelo ahora