♠︎06¡!

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Un vez más, Heather escapó por la ventana de su cuarto -que ni tan suyo se sentía-, y, ahora, estaba en Sunnyside Park, sentada sobre la moto de Nick mientras observando cómo todos se preparaban para la etapa final de la iniciación del hijo del Re...

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Un vez más, Heather escapó por la ventana de su cuarto -que ni tan suyo se sentía-, y, ahora, estaba en Sunnyside Park, sentada sobre la moto de Nick mientras observando cómo todos se preparaban para la etapa final de la iniciación del hijo del Rey de las Serpientes.

-¿Crees que lo logrará? -cuestionó su hermano, de brazos cruzados a su lado y desprendiendo un sutil aire de superioridad al posar los orbes en el novato, que parecía no hacerle mucha gracia-. Porque ni siquiera lo está haciendo por nosotros, sino por los suyos: los norteños.

Ella alzó sus hombros, restándole importancia.

-Al menos tiene un propósito, eso es lindo.

-Es patético, Heather. -remató, rodando los ojos; ella rió. Entonces, hubo un breve silencio entre ambos antes de que fuera roto con mucha cautela-. Uhm, oye... cierto rumor llegó a mis oídos.

-Oh, ¿sobre qué? -alegó, inocente, pues creyó que se trataba de un buen chisme que podría ir y comentarle a sus amigas.

-Sobre tú y Sweet Pea. -siseó con cierto tono amargo. Heather se colocó nerviosa y comenzó a jugar con los bordes de su short rosado-. Ya conoces a Fangs... no sabe cerrar su gran bocota ni aunque lo amenaces. -ella asintió, sonriendo con pequeñez-. Y no soy idiota, Heather. He notado cómo se miran.

Realmente no sabía qué decirle a su hermano, pues ella no se sentía en posición de etiquetar lo que había entre ella y Sweet Pea. Se habían besado, sí, más de una vez; hubo roces, miradas y sonrisas, sin embargo, no estaba segura de que ello llevara a ningún lado. Por ahora, se conformaba con saber que había un algo y que lo estaba disfrutando jodidamente.

-¿Estás molesto?

-No. -aseguró, pero había un toque de tensión en su voz-. Sólo quiero que sepas que, aunque es mi amigo, puede llegar a ser un pedazo de mierda si se lo propones, y... si te lastima, yo lo lastimaré a él, tanto que será irreconocible, ¿bien?

Heather suspiró, negando con la cabeza.

-Eso deberías decírselo a él, no a mí.

-Oh, ya lo hice. -alegó, mostrándose, de repente, muy satisfecho consigo mismo. Heather alzó una ceja, curiosa-. Y se lo repetiré las veces necesarias.

-El papel de hermano sobreprotector ya pasó de moda. -se mofó Tara, haciéndose lugar entre ellos de manera inesperada. Nick la miró de muy mala gana-. Actualízate, amigo.

-Nadie te invitó a esta conversación.

-Nadie tiene que invitarme. -dijo, burlona mientras se sacudía sus hermosas y largas trenzas-. Soy una mujer que obtiene lo que quiere.

-Ser fastidiosa no es sinónimo de empoderada, ¿sabes?

Heather dejó de hacerles caso -como siempre-, y dirigió su atención a Toni, quien parecía estarle dando ánimos a Jughead. Luego a la hilera de Serpientes, listas para repartir madrazos. Y, por último, al pelinegro de estatura intimidante, quien se estaba colocando una horquillea de acero entre los dedos; vaya que quería golpear al hijo de FP.

𝐂𝐢𝐧𝐧𝐚𝐦𝐨𝐧 𝐫𝐨𝐥𝐥𝐬 𝐚𝐧𝐝 𝐤𝐢𝐬𝐬𝐞𝐬¡! Sweet PeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora