𝟷.𝟷𝟶 ،،̲La lista de Dumbledore،،̲

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El clima parecía sincronizarse con el estado de ánimo de todos en la escuela. Hacía días que el caos y miedo había explotado en los estudiantes, y todo parecía sombrío. El clima, por supuesto, no ayudaba, a pesar de estar a días de que la primavera y las vacaciones de pascua comenzarán, todo el lugar se sentía frío, cómo si todavía estuvieran a principios de Enero. Muchos incluso habían comenzado a usar hechizos de calentamiento nuevamente. El sol parecía que se rehusaba a aparecer y se escondía entre las nubes como si evitara estar presente en tan mal momento.

Las lechuzas de los padres no tardaron en llegar. Muchos habían avisado a sus familiares que el Heredero estaba de regreso, lo cuál había creado un pánico colectivo.

Y la cosa solo se ponía peor al leer El Profeta, con los supuestos avistamientos de mortifagos y rumores de que Hogwarts pronto podría ser atacado por el mismísimo Grindelwald.

Hermione aún no sabía qué pensar. Si ella tenía razón, por supuesto que el heredero de Grindelwald también era el de Salazar Slytherin, no había duda.

Dumbledore incontables veces le había dicho que no se fiara del todo de sus amigos. Tom era un tema aparte, por supuesto. Tom era meztiso, sabía que si la guerra se desataba él tampoco estaría a salvo, sin importar qué. La ideología de Sangre Pura de Grindelwald había sido clara. Nadie con parentesco muggle merecía un mínimo de respeto en el mundo mágico, lo único peor que un mestizo o un nacido de muggles eran los traidores de sangre. Por supuesto Tom había dado todo de sí para ayudarla, se la había pasado horas en la biblioteca y en la zona prohibida para obtener tanta información como podían, incluso habían logrado, con la ayuda de Dumbledore, obtener versiones de años anteriores de El Profeta.

La lista de Tom era mucho mejor y más sustentable que la que ella misma tenía. Tom era de este tiempo, por lo que claro él tenía todo más fresco y había estado ahí cuando la cámara de los secretos había sido abierta por primera vez. Su cara de decepción cuando habían encontrado aquella marca en la pared era algo que Hermione jamás se quedaría de la cabeza. Debió ser difícil para él, el saber que el trofeo que había obtenido por capturar al supuesto heredero no era más que falso, y aún más saber que habían echado a la persona equivocada. Hermione no quería ni pensar en cómo debía de sentirse.

Hermione dió vuelta en el pasillo, el cual la llevaba a la sala de menesteres, pero claro nadie lo sabía. Sus rondas como prefecta habían prácticamente desaparecido, y tanto ella cómo Tom —y cualquier mestizo o nacido de muggles— tenían que seguir el toque de queda anunciado por el director Dippet. No podían ir a ningún lugar solos, tenían siempre que estar con algún otro prefecto o compañeros en grupos de no menos de 5 personas. Tampoco tenían permitido hacer rondas por la noche cómo ya era costumbre lo que claro había prácticamente anulado cualquier interacción con el profesor Dumbledore.

Su nueva rutina se había convertido en salir a las 10 de la mañana con un puñado de compañeros de casa para dirigirse a su primer clase y acompañarse el resto del día. Una vez acaba la cena eran guiados por algún prefecto de último año, de igual manera en grupo, o profesor hasta su sala común. En ningún momento estaba completamente a solas, lo cuál había hecho que su investigación se pusiera en pausa. De todas formas Hermione había encontrado momentos para escribir pequeñas notas con nuevos nombres y sospechas, las había duplicado y, en forma de grullas, las había enviado a su profesor y a Tom en momentos estratégicos para que nadie se diera cuenta.

—Granger. —El prefecto de último grado, el cual había olvidado su nombre, la esperaba fuera de Runas antiguas. —El profesor Slughorn dice que tienen clases avanzadas. Te acompaño.

𝑻𝒉𝒆 𝑨𝒓𝒄𝒉𝒆𝒓 |𝑻𝑶𝑴𝑰𝑶𝑵𝑬|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora