𝟷.𝟷𝟺 ،،̲Presentaciones،،̲

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Extrañaba su vida.

Hermione de verdad extrañaba su vida.

En ese momento, mientras veía cómo los profesores hacían bailar sus varitas para acomodar todos los adornos, mientra escuchaba a los alumnos cuchichear sobre el futuro baile y el ritual de verano, mientras se preguntaba el por qué en el futuro ya no se celebraba el ritual de verano en Hogwarts, extrañaba su vida.

Se había preguntado muchas veces qué pensarían Ron y Harry si estuvieran ahí con ella, ¿se emocionarían? ¿Les sonaría tonto que el profesor Dipper se empeñara en celebrar las tradiciones pura sangre?

Hermione aún tenía esa parte aniñada que se sorprendía por todo. Más aún cuando se trataba del mundo mágico. Recordaba la emoción con la que visitó el callejón Diagon la primera vez, era exactamente así cómo se sentía en ese momento.

Jamás había estado a punto de presenciar una celebración de ese tipo. Los Weasleys no hacían rituales antiguos o celebraban ese tipo de cosas. La última vez que escucho algo parecido fue cuando Ron mencionó el baile de enlazamiento, aquel del que Bill no se había callado en ningún momento desde que había comenzado con sus planes de proponerle matrimonio a Fleur, pero nada más allá.

Se preguntó ¿qué debería esperar?

Mientras aquella sensación agridulce la envolvía siguió su camino al gran comedor, la cena pronto estaría lista, y ella tenía planeado disfrutar cada segundo, cada comida y cada paso que diera antes de que tuviera que regresar.

—Hey, Granger. —Abraxas la llamó mientras agitaba sus manos. Cuatro estudiantes con túnicas verdes se encontraban sentados en la mesa de Gryffindor, cómo ya era costumbre. Hermione sonrió y caminó para encontrarse con ellos. Tom se encontraba escribiendo en un pergamino, Abraxas se servía de la cena frente a él mientras Hefesto y Orion debatían sobre la mejor manera de invitar a alguien al baile. Justo cuando ella tomó asiento frente a Tom el resto la saludo y siguieron en lo suyo.

Hermione amaba esa sensación. Encajar sin la necesidad de encajar. Su amistad con los Slytherin poco a poco se había convertido en algo tan rutinariamente cómodo que no necesitaba sentir que tenía que forzar una conversación para que la notaran.

Hermione comenzó a preparar su propio plato mientras ponía atención al pequeño debate que se estaba formando entre Orion y Hefesto.

—Anticuado. —Orion respondió restando importancia a todo lo que Hefesto había explicado segundos atrás. —Para eso están las lechuzas. Si quieres invitar a alguien al baile pero dejar en claro que solo es una cita de prueba lo único que tienes que hacer es enviar la lechuza a sus padres y hacerles saber que no es serio. Tienes que ser amable con tus palabras pero de esa forma no intentaran casarte en cuanto salgas de Hogwarts.

—Por personas como tu es que se pierden los valores. —Hefesto hizo una mueca mientras escuchaba a sus amigos reir. –¿Una lechuza? ¿Qué clase de hombre hace eso?

—El tipo de hombre actual. —Orion contraataco. —Escucha hombre, hay miles de mujeres allá afuera. No querrás casarte y vivir para siempre con la que fue tu primera cita. Anticuado. Los valores no tienen nada que ver con esto. Puedes conservar tus valores y buenos modales al hacerle saber tus intenciones. —Orion miró a sus amigos en un intento de obtener aliados. Su mirada se dirigió directamente a Malfoy quien bebía de su jugo. —¿Tu qué opinas Malfoy?

—No... —Abraxas terminó su vaso antes de volver a hablar. —No me metan en esto, afortunadamente creo haber encontrado a la mujer indicada, y aunque estoy de acuerdo contigo Orion, he de admitir que seguiré las tradiciones. Sin embargo no significa que esté de acuerdo con ellas. —Abraxas aclaró en cuanto vió cómo la cara de Hefesto mostraba un índice de victoria. —Así que no me metan.

𝑻𝒉𝒆 𝑨𝒓𝒄𝒉𝒆𝒓 |𝑻𝑶𝑴𝑰𝑶𝑵𝑬|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora