14. ¿manzana?

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Di un suspiro imperceptible, manteniendo mis manos inquietas y nerviosas por lo que estaba a punto de hacer. Mis labios se acercaron a los suyos siendo interrumpidos por Bleu quien irrumpió en la cocina.

—¿Que se supone que hacen? —preguntó con curiosidad y sonreí—

—Observaba sus pecas. ¿Que necesitas? —me encogí de hombros sin darle importancia, sacando la pizza del horno y cortandola en trozos—

—Vine a ver cuanto faltaba, pero ya veo que no falta mucho. —contesto Bleu saliendo de la cocina—

—¿Quieres té? —pregunté mirando a Conrad y este asintió sin decir nada más— compre azúcar, pero no se cuantas le pones —continue como si nada, evitando lo que casi sucedió pero este mantenía un aura tensa, su nariz seguía moviéndose y reí— hey conejito, fue solo una broma lo lamento —me pose frente a él y este me miro con una expresión dolida, otra vez no comprendía el porqué estaba así, no entendía sus emociones.— ¿que sucede?..

—No vuelvas a hacer esas bromas Azora, a diferencia tuya yo suelo ser más frágil.—contesto irritado secando sus lágrimas y suspire—

—Esta bien, lo siento —aquel dolor que el mantenía en su mirada provocaba que mi corazón se rompiese en dos, no pude soportar a aquel pequeño niño desmoronarse por mis tonterías, pero si sabía que hacer para hacerlo sentir mejor.

Mis brazos rodearon con cierto recelo su pequeño cuerpo, envolviéndolo en mi débil calor, sus manos se aferraron a mi ropa con ternura y no pude evitar sonreír al escuchar su leve risa.

—Disculpa aceptada Zeta —sonrió y lo separe—

—Me alegra que estés bien, ahora shu shu shu, largo de mi cocina

—Mientras tanto pondré la película —murmuro entre risas saliendo de la cocina—.





—¡¡Pizza!!, ¡¡Pizza!!, ¡¡Pizza!! —protestaron los 3 sentados con la laptop de Conrad encima de la mesa esperando a por la comida—

—Ya llego parásitos. —hablé siendo regañado por la dura mirada de bleu, deje la pizza en el centro con exactamente 8 trozos, 2 para cada uno, Conrad observaba con atención la comida, podría decir que incluso sus ojos brillaban al ver una simple pizza.–

—¡Esto se ve que te mueres! —comento Conrad con emoción—

—Wow Azora, no sabía que servías para algo —acoto Alana con un tono sarcástico comiendo un trozo—

—No te preocupes, espero que a mitad de noche te mueras por el veneno que le agregue a tu trozo —sonreí irónicamente—

—¡Azora! —Bleu me regaño y reí—

—¡Ella empezó!—levante mis manos con inocencia—

—Ya Siéntate para que veamos la película Azora —demando Conrad tomándome de la mano, tirandome para sentarme a su lado, mientras que Bleu mantenía las cejas levantadas sin despegar la vista de su tierno agarre—

Conrad tecleo unos botones en su laptop y la película comenzó a reproducirse, Bleu me obligó a verla, yo quería leer. Observaba con atención cada detalle de la película, era increíble y no por la trama, que era de una hada que se negaba a ser artesana, era increíble la calidad de los dibujos, me preguntó cuánto tardarían en terminar esta película, en dibujarla, añadir voces, diálogos, todo en sí.

La película estaba por terminar, y la canción que Conrad había cantado hace un rato en la cocina efectivamente era de esta película, pero a Conrad le sonaba mejor.

—Como amo esta película —comento el castaño rojizo con emoción y no pude evitar sonreír al ver cómo admiraba esas "haditas", como podía llegar a ver que soñaba con ser parte de un cuento de hadas, el.. era tan lindo a su tonta forma, tan puro y sincero. Adoraba ese lado de Conrad—¿Si fueran un hada de cual serían? —preguntó curioso como siempre y reímos—

Metanoia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora