Ambiciones

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Draco Malfoy bajaba del expreso a Hogwarts, dispuesto a enfrentar su 5to año en ésta misma escuela, después de lo ocurrido el año pasado, en el pasillo de aquel salón en desuso que pertenecía a Harry Potter, Draco evitaba a toda costa al moreno, evitándolo en los trabajos en equipos, en los partidos de Quidditch, en todo, hasta había tomado un pasillo diferente para llegar a su sala común sin tener que toparse con aquel salón, meses antes la relación que mantenía con el menor de los Zabini se terminó en un ataque de celos de Blaise, gracias a que se enteró de los sentimientos del elegido hacía su novio

Pansy no se separó de Draco para nada, en cambio Blaise se quedó con Theodore Nott, uno de los mejores amigos de la infancia del rubio, al igual que la chica y él, Draco no sabía como sería ese año en Hogwarts, el año pasado estuvo lleno de sorpresas, desde el repentino enamoramiento de Potter hacía él, hasta el Gran torneo de los tres Magos, en el cuál el moreno fué seleccionado como 4to participante gracias a que alguien metió su nombre en aquella copa, no era que a Draco le importara pero en ese mismo torneo Cedric Diggory casi muere, gracias a que recibió un Cruciatus y no un Avada Kedavra logró sobrevivir, Draco esperaba que este año al menos fuera tranquilo para él, lo cual creyó imposible al ver los periódicos anunciando la repentina desaparición de Sirius Black de Azkaban

- Mierda, ni un puto año aquí es tranquilo, ¿acaso creen que tenemos suficiente paciencia para aguantar todo ésto? - Draco estaba molesto hablaba con su amiga, la cuál estaba sentada frente a él en aquel vagón del tren a Hogwarts

- Vamos Dragón, no es tan difícil de creer, básicamente estudiamos junto al famoso Harry -el niño que vivió- Potter, está claro que éstos años en Hogwarts iban a ser todo menos tranquilos, hasta el viejo director lo sabe - Pansy solo trataba de calmar el enojo de su amigo, lo cual pareció no funcionar ya que el rubio solo la miro amenazante

- No me llames Dragón, Pansy - reclamó el rubio, parándose de su asiento, saliendo del vagón sin decir a donde iba exactamente

Draco estaba caminando por los pasillos donde estaban los demás vagones, se escuchaba vacío aún cuando los vagones estaban llenos en su mayoría contenían a 3 o 4 estudiantes, todos de grados y casas diferentes, mientras pasaba por el vagón donde estaban el trío de oro se detuvo, viendo desde la ventanilla a estos mismos, la comadreja y la sangre sucia -como Draco les llamaba- estaban dormidos, uno en cada esquina, mientras que Potter -el cara rajada- miraba hacía la ventana, viendo como todo pasaba mientras el tren avanzaba, Draco solo lo observó detenidamente, se sentía extraño ver a aquella persona la cual había hecho que su relación terminara, pero por alguna razón no sentía rencor o algo malo dirigido a él

- Me saca de mis casillas - dijo Draco en un susurro para sí mismo, al mismo tiempo que volteaba su mirada hacía el pasillo vacío, luego de unos segundos se fué de nuevo a su vagón sin notar que Harry había notado su presencia y le observó hasta que éste desapareció fuera del marco de la ventanilla

Harry solo se quedó extrañado, Draco se veía aturdido y algo molesto por alguna razón, Harry solo sintió sus orejas calientes al notar que estaba pensando en aquel rubio, como si le importara, ya lo había superado, o eso esperaba

Al llegar a Hogwarts, Harry no volvió a encontrar la singular cabellera rubia por ahí, ya había acabado la cena y todos se dirigían a su respectiva sala común, Harry dijo que tenía que ir por algo que había dejado en el Gran Comedor, lo cuál era mentira, se dirigió a su salón de desuso, extrañó ese lugar, ese lugar le daba paz, la paz que había perdido al ir ese año a la casa de sus tíos los Dursley, Harry sabía que probablemente corría peligro al estar ahí pero no le importó, sabía que la rata solo sabía cuál era su salón de paz ya que lo había seguido en su peculiar forma de la mascota de su amigo Ronald

- Pansy, por favor, no te quiero acompañar al Gran Comedor, vamos a la sala común, mañana buscas ese preciado espejo tuyo, nadie lo tomará - Harry escuchó la voz de Malfoy a sus espaldas, sorprendido y nervioso no pudo hacer más que entrar rápido a su salón intentando no hacer ruido, lo cuál falló ya que la puerta se azotó levemente haciendo algo de eco

Los amigos Slytherin solo se quedaron en silencio, acercándose lentamente al salón

- Pansy, mejor vámonos, no quiero lidiar con quién está dentro de ese salón - dijo Draco al ver de qué salón se trataba

- Bueno, yo me voy, tú ve por mi espejo, por favor - dijo Pansy sonriente, Draco solo aceptó, su amiga era una chica sin remedio, ¿cómo esa niña había conseguido novio?, se preguntó Draco mientras veía a Pansy irse, Draco se dió la vuelta y fué al Gran Comedor, checó la mesa Slytherin buscando el espejo de su amiga y al no ver nada se dispuso a volver, ya le diría a su amiga que le preguntara a Filch si había visto el espejo de la pelinegra

Al estar caminando de regreso escuchó que Potter al parecer no estaba, Draco había tenido la curiosidad de saber cómo era aquel lugar, si Potter había cambiado algo desde que le concibieron de nuevo el permiso de permanecer ahí cuando quisiera, así que se dispuso a abrir la puerta con cautela, al asomar un poco su cabeza vió que había una pequeña luz en una mesita de noche al lado de una cama para dos personas, luego notó una puerta que no estaba ahí antes, Draco pensó que Potter había dejado la luz prendida y se había ido, entró a la habitación cerrando cuidadosamente la puerta detrás suyo, se dirigió a la mesita de noche y apago la luz, quedando así la luz de la luna como única fuente de luz

Draco se disponía a abrir la puerta pero estaba con un hechizo de cerradura, Draco se alarmó, sacudiendo un poco más la perilla de la puerta para forzar a abrirla, al ver que no funcionaba se dispuso a derribarla

- No la vayas a derribar, que ni se te ocurra, Malfoy - demandó el moreno detrás del rubio con un tono frío

- Por Merlín Potter, déjame salir - dijo Draco, volteando a ver al mencionado

- Sal por tí mismo, no tengo intenciones de quitar el hechizo, se suponía que solo yo estaría acá - dijo Harry, prendiendo aquella luz que momentos antes Draco había apagado, dejando ver su pijama habitual y su cabellera mojada, acababa de ducharse

- Bien, tú lo pediste - Draco volvió a intentar derribar la puerta, Harry al ver esto se colocó entre Draco y la puerta evitando así que el rubio se abalanzara sobre ésta para derribarla

- Apartate, Potter - Draco lo miró de manera fría

- No lo haré, solo quita el hechizo, es fácil, ¿no eras el mejor mago de todo Hogwarts? - le retó el moreno, viéndolo con una mirada juguetona

- Lo soy, ¿celoso? - Draco le devolvió la mirada juguetona y cómplice, se alejó un paso y agachó un poco su cuerpo para quedar a la altura del moreno, quedando frente a frente, y con solo unos centímetros de separación

- Ni un poco, ¿por qué estar celoso de tí y tus habilidades poco eficientes? - mencionó el moreno con burla

- Por que tus habilidades son menos eficientes, se podría decir que son las de un muggle aprendiendo magia con la rama de un árbol - Draco lo miró retadoramente inclinándose un poco más hacía adelante, pudo sentir el aliento y aroma del moreno en sus fosas nasales a esa distancia

Las mejillas de Harry se tornaron en un rojo carmín y sus orejas ardieron en un calor inmenso, se puso nervioso de inmediato, Draco notó ésto, pues la tenue luz de aquella lámpara le daba directo en la cara al moreno, dejando ver sus expresiones

- ¿Nervioso, Potter? - preguntó Draco con burla, volviendo a su postura habitual, aquella postura recta y demandante

- Tal vez, ¿harás algo al respecto? - Harry preguntó con burla, arrepintiendose de inmediato de haber dicho eso

- Tal vez - Draco respondió con burla y picardía, volvió a acercarse a Harry viéndolo directamente a los ojos, el moreno tenía un brillo extraño en sus ojos, lo cual hacía que Draco no dejara de admirar sus ojos verdes

Poco a poco la distancia entre ellos se fué acortando, ambos sentían el aliento, olor y calor del rostro del otro, de un momento a otro Draco vió como Harry cerraba sus ojos, segundos después sintió los labios de éste sobre los suyos
Harry movía sus labios temerosos en un beso lento y suave, Draco pronto cayó también en cerrar los ojos y corresponder aquel beso que aunque ninguno lo sabía ambos lo necesitaban, era un beso donde Harry expresaba el gusto que tenía hacía el rubio, y donde Draco descubría su gusto por el moreno

Mis ambiciones se resumen en tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora