Draco estaba sumamente molesto, no aceptaba el que le gustara el moreno, su magia explotaba cada que lo veía, era incontrolable, su magia parecía llevarlo hacía el moreno para así calmar su explosión de sentimientos, Draco no sabía si Harry seguiría sintiendo algo por él, lo cual, le hizo alejarse completamente de él, evitaba sus lugares concurridos y evitaba el almuerzo y la cena, simplemente se apartaba o faltaba, hasta en la clase de pociones se vió obligado a faltar ya que su explosión mágica interior era tan fuerte que se volvía exterior y, rompía las botellas preciadas por Snape y, como precaución, el profesor le prohibió la entrada a su clase si seguía sin controlar su magia
Draco seguía frustrado y, a ese punto ya no sabía si estaba así por sus sentimientos o por la persona que hizo que empezara a sentir esos sentimientos tan confusos, su madre, Narcissa ya le había dicho que cuando se enamorara no explotara así ya que solo él quedaría perjudicado, pero el rubio no pudo evitarlo, se enamoró de la persona que menos esperó, encontraba absurdo eso, ¿Potter le habría dado Amortentia esa noche?, ¿por qué se sentía tan atraído al moreno?, ¿por qué no solo se olvidaba de él?, aquel hechizo le había funcionado por varios días, no entendía el porqué había dejado de funcionar, ¿acaso Potter había retirado el hechizo?, sí, era absurdo pensar eso, pero Malfoy no paraba de pensar miles de cosas que pudieron haber ocurrido para que sus recuerdos volvieran mágicamente a su mente, solo recordaba haber soñado lo que pasó esa noche y haber despertado con un inevitable cosquilleo en su vientre bajo junto con un calor inmenso en esa misma zona y en sus cachetes, se había enamorado sin tenerlo planeado, eso si estaba claro
- Draco, ¿cómo es posible que no puedas controlar tu magia ni en las horas de clase? - preguntó su padrino con molestia, pues ya había recibido innumerables quejas de los demás maestros porque la magia del rubio parecía asfixiarlos
- Ya dije que no lo sé padrino, ¿bien? - respondió Draco, negándose a contestar con un "me enamoré de Potter, por eso mi magia está incontrolable", guardando ese pensamiento en lo más profundo de su mente
- Bien, en ese caso, faltarás a clases hasta que puedas controlar tu magia y, dormirás en un salón de desuso, tus compañeros de casa se quejan de tu magia - sentenció Snape, y sin más guío a Draco al salón que ocuparía
- Padrino, ¿bromeas?, ¿un Malfoy dormir acá? - preguntaba Draco ofendido, su padrino sabía dar castigos o sentencias severas, ¿pero eso?, era demasiado
- No Draco, no bromeo y, dije que en la escuela soy tú profesor no tu padrino, ¿entendido?, puedes usar hechizos para remodelar este cuchitril si así lo deseas, pero aquí te quedarás hasta controlar tu magia asfixiante - dicho ésto, Snape dió la vuelta para volver a su oficina, pero Draco lo llamó, deteniendo su caminar
- Hablemos adentro - dijo Draco sin más, al entrar cerró la puerta con un hechizo y silenció el salón
- Habla, tengo que seguir con la clase - dijo Snape serio
- Bien, creo que me dieron Amortentia, por eso no logro controlar mi magia - dijo Draco, apenado, pero no tanto como para demostrar vulnerabilidad
- ¿Quién?, no se te ocurra mentirme, puedo entrar a tu mente si así lo deseo - dijo Snape totalmente serio, viendo a su ahijado fijamente y de manera fría
- Potter - soltó Draco en un susurro casi inaudible, con algo de odio y nerviosismo incrustados en su tono de voz
- ¿Seguro de eso? - fué lo único que mencionó Snape
- Sí - finalizó Draco, quitando cualquier hechizo antes colocado sobre ese salón
- Bien, búscame a la hora de la cena en mi oficina, veré si es verdad que te hechizaron con algunos estudios - Snape salió de aquel salón después de mencionar aquello
Draco solo suspiró pesadamente, podía sentir aún su magia arder dentro de sí, esperando a salir y explotar todo aquello que estuviera a su paso, desesperado salió de aquel salón, en dirección al patio del castillo, nadie lo había visto ya que todos estaban o en pasillos diferentes o en clase
Al llegar, Draco se recostó sobre el tronco de un árbol que siempre había estado ahí, era inmenso, el árbol daba la sombra suficiente para que el ambiente debajo de éste fuera cálido, lo cual siempre parecía calmar al rubio, unos minutos después sintió una presencia acostarse a un lado suyo, al abrir los ojos y voltear, vió a Potter, aquel que últimamente provocaba que su magia explotara, ahogando a cualquier ser vivo que estuviese cerca- Cálmate, podrías matar a cualquier pájaro que habite acá - dijo la voz tranquila del moreno, éste permanecía con los ojos cerrados y con una expresión de inexplicable calma
- ¿No te afecta? - preguntó el rubio, atónito a la reacción lejana del moreno con su magia
- Al parecer no, mi magia es igual, solo que la tuya explota con frustración e ira, la mía solo suele hacerlo con tristeza y soledad, son tensiones diferentes, ¿te calmarás? - preguntó sin más el moreno
- Bien - y eso mismo intentó Draco, solo que era inevitable ya que el moreno estaba aún lado suyo, ¿por qué Harry no estaba en clase?, se preguntaba el rubio
- Tuve clase libre, te noto ansioso, me iré si te molesto - dijo Harry, abriendo los ojos y mirando hacía las hojas de aquel árbol siendo iluminadas por el sol
- ¿No pelearás conmigo?, creí que por eso venías, Potter - Draco respondió con sarcasmo y frialdad
- Si hubiera venido para eso, ahorita estuvieras quejándote de dolor por que llegué sin previo aviso y tú no estabas atento - dijo Harry, ésta vez parándose de ahí, dispuesto a irse
- Eres un imbécil - respondió Draco, viendo como Harry se iba sin haber dicho nada más
Momentos después Draco se dirigió a su nuevo dormitorio que sería aquel salón, pensaba remodelarlo antes de la cena
Después de haber remodelado todo se dispuso a descansar un poco, se acostó en la cama ya antes colocada y quedó dormido
- Vamos Malfoy, mueres por besarme, ¿o me equivoco? - preguntaba Harry con burla al rubio, ¿cuándo había llegado ahí?, y más importante, ¿cómo sabía que ahí se encontraba el rubio?
- ¿Qué haces acá Potter? - preguntó el rubio, aturdido y de alguna forma embobado, ¿qué se supone que haría?, Harry estaba sobre sus caderas, hablándole con picardía, y moviéndose sensualmente arriba de él, ¿ésto era un sueño?
- Por favor Malfoy, ¿no me deseas cómo yo a tí? - dijo el moreno, acercando sus caras, sintiendo el aroma y aliento del contrario
- Bájate Potter - mencionó Draco fría y nerviosamente, sintiendo de nuevo el calor y cosquilleo en su vientre bajo
- No lo haré Draco, primero responde mi pregunta, ¿sí? - Harry se separo y volvió a sus movimientos lentos y sensuales, haciendo que el ambiente se volviera exitante para ambos
- No me llames Draco, Potter, no eres mi amigo - dijo Draco, negándose a responder la pregunta antes dicha por el moreno
- Vamos Draco, por favor - suplicó Harry, ésta vez acercándose a la cara del rubio, y besándolo de manera necesitada y pasional, Draco solo supo seguirle el beso mientras sentía su pecho calentarse de la emoción, su corazón latir en sus oídos y su miembro ir despertando ante la exitante acción del moreno
- Draco, ¡Draco! - un grito de su amiga lo despertó
- ¡Por dios!, estuve hablándote media hora, Snape te espera - dijo la chica furiosa, Snape la había mandado, haciendo que ella se atrasara para la cena
Draco solo asintió con la cabeza y salió de inmediato a la oficina de su padrino, aún sentía su corazón latir en sus oídos, pero para su buena suerte, su miembro no logró despertar, así que no tendría que preocuparse por una tonta erección, ¿por qué había soñado eso de repente?, nunca había tenido esos sueños, Draco solo incrementó su idea de haber sido víctima de Potter y su Amortentia, ¿Potter habría sido capaz de haberle dado Amortentia sin que se diera cuenta solo para traerle consecuencias como aquel sueño húmedo que tuvo hace unos segundos?, Draco no lo sabía, pero se deshizo de esos pensamientos al llegar a la puerta de la oficina de su padrino, no podía permitir que su padrino hurgara en sus pensamientos, no cuando recordaba perfectamente aquel sueño
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Mis ambiciones se resumen en tí
FanfictionDraco Malfoy cursaba el 4to año en Hogwarts, Draco no esperaba la gran vuelta de 360 grados que su vida daría al notar que sus ambiciones se resumían en la persona que él menos esperaba, Harry Potter, aquel niño ojiverde que el rubio disfrutaba mole...