Vuelta atrás

216 14 4
                                    

- ¡Harry! - ese gritó que escuchó el moreno un día antes, resonaba en su sueño, haciéndolo despertar abrumado y asustado, sudaba frío y tenía un horrible dolor por todo el cuerpo que no lo dejaba moverse, al acostumbrar sus ojos a la poca luz que entraba por varias de las ventanas, se percató que se encontraba en la enfermería, intentó moverse, pero al no sentir su cuerpo moverse se detuvo.

- ¿Señor Potter?, ¿ya despertó? - mencionó una voz familiar entrando por la puerta de la enfermería, prendiendo la luz de la habitación, dejando ver que era Madame Pomfrey.
La enfermera no esperaba respuesta, pues sabía que quizá Harry no podría articular ninguna palabra por varías horas, se acercó, colocando su mano en la frente del moreno para sentir su temperatura, al no sentir un exceso de calor en la frente del moreno, se retiró a su pequeña oficina para agarrar algunos instrumentos y volver con Harry.

- Bien, por ahora usted seguirá con el cuerpo entumecido por varías horas más, pues recibió un fuerte ataque de cruciatus, lo cuál lo dejó inmóvil y muy débil, aparte usted se desmayó al no aguantar el hechizo, en menos de dos horas, podrá hablar, intente dormir de nuevo, estaré en mi oficina, saldré a checarlo en un tiempo. - explicó la enfermera con tranquilidad mientras acomodaba unas cosas en la pequeña mesa de noche al lado de la cama del moreno.

Harry simplemente vió como la enfermera se dirigía hacía su oficina, cerrando la puerta de la misma detrás de sí, volteó hacía el gran techo, observándolo mientras trataba de recordar el por qué había recibido aquel hechizo que la enfermera le mencionó, quedándose dormido sin darse cuenta al poco rato.
A la mañana siguiente una plática lejana, aparte de la ya visible luz del sol, despertó al moreno, cuando los ojos de éste mismo se acostumbraron a la luz, volteó hacía donde se escuchaba una pequeña plática, entre Madame Pomfrey y su mejor amiga, Hermione.
Al percatarse ambas mujeres de que Harry ya se encontraba conciente, terminaron su plática y con mucha prisa Hermione se acercó a su amigo, colocándole sus lentes.

- Harry, por Merlín, ¡no vuelvas a hacer una estupidez igual a ésta!, ¿no sabes en que peligro te pusiste?, a la próxima, Ron o yo misma iremos contigo, ¡no puedes ir por ahí tú sólo, es peligroso, y más para tí! - reclamó histérica la jóven, pues Harry, era cierto que si no hubiera sido por suerte, quizá lo habrían llegado a matar los mortífagos que lo habían acorralado.

- Tranquila Mione, de ahora en adelante saldré junto a ustedes, pero por favor, déjame descansar ahora, me esta por explotar la cabeza y aún me duele el cuerpo, ¿sí?, por favor. - dijo Harry con un tono de cansancio, pues era verdad que él había hecho mal al irse por su cuenta, pero Mione solía gritarle a manera de reclamó casi siempre que le ocurría algo similar.

- Bien, pero que no se vuelva a repetir, en verdad, te pusiste en un riesgo enorme, no vuelvas hacerlo, por favor. - suplicó ahora la castaña, preocupada por que a la próxima, su amigo no corriera con la misma suerte.

Harry sólo supo asentir, pues no había quién contradijera a su amiga, y aparte el moreno quería despejarse de una vez por todas y dormir para después averiguar quién lo había atacado y quién le había dado la atención de llevarlo a la enfermería, sabía que lo más probable es que haya sido atacado por mortífagos en el callejón Diagon, pero, ¿quién de ahí sabría llegar a Hogwarts que no fuera un estudiante?, de otra forma, Harry no hubiera podido llegar a la enfermería por sí sólo.
Dejó de pensar en posibles soluciones e intentó dormir nuevamente, lo cuál se le complicó demasiado, ya habían pasado varíos meses después de todas las interacciones que el moreno tuvo con Draco, le parecía extraño, ya que, Harry parecía haber superado cualquier relación pasada que tuvo con el príncipe Slytherin, ya que, desde su ruptura, no habían peleado por los pasillos y ciertamente, Hogwarts se sentía muy tranquilo, Harry ya no tenía pesadillas tan recurrentes sobre el rubio o algo involucrado en situaciones pasadas, y sus magias se sentían en total calma, ¿por qué entonces, ahora que él estaba sumamente alejado del rubio, era que llegaban esos pensamientos?, no lo entendía, había superado todo, ¿o acaso se había equivocado al decir que ya lo tenía superado?, ¿qué había pasado días antes cómo para estar volviendo a recordar todo lo sucedido con Malfoy?, harto de ver el rostro de Draco en sus pensamientos por varios minutos, abrió los ojos y buscó con la mirada a su amiga, o al menos a la enfermera, al no encontrar a nadie, volvió a intentar dormir, fracasando nuevamente, pues ahora no sólo era el rostro, era la voz, el olor y el calor de la magia que solía ser parte del menor de los Malfoy, ésta vez no intentó sacarlo de sus pensamientos, quizás encontraría algo más si seguía con todo eso en su cabeza, cuando los recuerdos de su relación y noches de sexo compartidas con Draco llegaron a su mente, Harry no pudo evitar abrir los ojos de golpe, agitado y con los latidos de su corazón resonando en sus oídos, no había pasado mucho tiempo indagando en sus pensamientos, pero fué suficiente para reaccionar exaltado y suduroso.

- ¿Harry?, ¿estás bien? - preguntó su amiga al lado suyo, Harry no se había percatado de la llegada de su amiga y menos el hecho de que ella se encontrara sentada al lado suyo.

El moreno sólo supo asentir y volver a cerrar los ojos, intentando decirle a su amiga con esa acción que volvería a dormir, la castaña al entender no volvió a preguntar más nada y siguió con su lectura, pues tenía un libro en las manos del cuál Harry nunca se percató.

Por vários largos y silenciosos minutos, en los cuales sólo se escuchaba el pasar de las hojas del libro que Hermione leía y la respiración intranquila de Harry, al estar harto de tales sonidos, el moreno, volvió a abrir los ojos acostumbrándose nuevamente a la luz de la enfermería en poco tiempo.

- Mione, ¿será que ya nos podemos ir de aquí?, el silencio sepulcral de éste lugar me trae harto. - reclamó el jóven Potter, pues era verdad que estar ahí, acostado, adolorido y más aparte escuchar siempre los mismos sonidos era abrumador para él, y eso que había sobreviviendo a incontables cosas peores que eso.

- No lo creo Harry, Madame Pomfrey no está ahora acá, y tu cuerpo sigue algo entumecido por el dolor de aquel hechizo, no creo que sea buena idea irnos ahora. - respondió con firmeza la castaña, pues aunque su amigo le rogara irse de ahí, ella no lo permitiría, pues prefería la salud de su amigo.

Harry solo se quedó callado al obtener la respuesta que prefería no escuchar en ese momento, suspiró y nuevamente se dispuso a intentar dormir, lo cual le volvió a parecer imposible, pues nuevamente vários recuerdos invadieron su mente, Harry por intentar evadirlos se concentró en los sonidos de su alrededor, al parecerle nuevamente molesto se rindió, la calma lo inundó y con la imágen de aquel rubio acostado a su lado, durmiendo placenteramente, se quedó dormido, con un inmenso sentimiento de amor y culpa inundando su corazón, durmió profundamente.

──────୨୧──────

¡Hola!, espero disfruten este capítulo, ¡gracias a todos por leer mi historia! 😸

Mis ambiciones se resumen en tíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora