Soy el Hombre Araña (MCU) 3

Darkhold

En el denso desierto de Luisiana, Peter siguió al Ancestral a través de un camino sinuoso, rodeado por un espeso bosque. Mientras caminaban, el denso follaje se fue separando gradualmente, revelando una enorme mansión escondida entre los árboles. La mansión pareció materializarse de la nada, como si fuera un secreto que sólo el bosque conocía.

Peter se detuvo en el borde de la propiedad y se volvió hacia el Anciano con una expresión curiosa. "Entonces, aquí es donde vive una bruja. Tiene sentido, supongo. ¿Y ahora qué? ¿Vamos a esperar?" preguntó, su tono era una mezcla de desconcierto y confusión.

El Anciano asintió solemnemente. "No, voy a esperar aquí mientras entras. Mi presencia alertaría a Agatha de nuestras intenciones. Ella me conoce, y si me ve, huirá o se esconderá. Eso complicaría tus planes".

Peter se rascó la cabeza y enarcó una ceja. "Oh, sí, eso tiene sentido. Entonces, ¿supongo que puedo entrar solo a la espeluznante casa de las brujas? Por suerte para mí..."

El Anciano dejó escapar una pequeña risa. "Sí, bueno, Agatha siempre ha tenido talento para lo dramático. Tiende a tomarse todo el asunto de la bruja oscura bastante en serio. Sólo recuerda que es formidable y que su dominio de la magia no debe subestimarse. Después de todo, se las ha arreglado para para escapar de múltiples encuentros conmigo y con muchos otros maestros en Kamar-Taj."

Peter aceptó con un gesto de comprensión. "Muy bien, entonces entraré. Sólo mantente atento a cualquier fantasma, demonio o asesino con hacha..."

Con una mirada desconcertada, Peter dejó la protección de los árboles y caminó hacia la mansión. La imponente estructura se alzaba ante él como una reliquia de una época olvidada, su grandeza empañada por una inquietante quietud. La mansión parecía llamarlo hacia adelante, recordándole cualquier película de terror que haya visto.

'Me pregunto si ella quería que su casa se viera así.' Se preguntó Peter mientras subía los escalones del porche. '¿Tal vez ella es simplemente una fanática de las películas de terror?'

Su golpe en la puerta principal resonó siniestramente a través de la casa silenciosa, y con un lento y espeluznante crujido, la puerta se abrió, revelando el interior débilmente iluminado.

Peter, a pesar de sus pensamientos internos, gritó: "¿Hola? ¿Hay alguien en casa?"

El silencio lo recibió, pero siguió adelante, fingiendo inocencia para sacar a Agatha de su escondite. Sus pasos resonaron a través de los cavernosos pasillos mientras exploraba la casa, su atmósfera se volvía más inquietante con cada paso.

La mansión parecía desprovista de comodidades modernas, sin electricidad para iluminar sus rincones oscuros. Los sentidos de Peter se estremecieron con una premonición de inquietud mientras caminaba por lo que parecía un laberinto siniestro.

Muy pronto, Peter se encontró con los habitantes de la mansión, o más bien, apariciones grotescas creadas por la magia oscura de Agatha.

"Hola... ¿Puedo traerte algo?" Un mayordomo, con su rostro destrozado oscurecido por todo tipo de puntos, blandía un hacha con intenciones mortales. Peter esquivó hábilmente el ataque, matando al sirviente espectral con un solo golpe imbuido de las llamas del Fénix.

Luego, se cruzó con un par de sirvientas espeluznantes, cuyos vestidos manchados de sangre contrastaban marcadamente con sus tez pálida. Se abalanzaron sobre él con cuchillos relucientes, pero la agilidad de Peter le permitió encargarse de ellos también rápidamente, dejando tras de sí nada más que llamas parpadeantes y polvo disuelto.

Su viaje a través de la mansión encantada continuó, encontrándose con todo tipo de imitaciones de películas de terror. Niños espeluznantes con ojos hundidos y canciones escalofriantes, maníacos con motosierras, perros hambrientos, cada amenaza vencida con una combinación de reflejos rápidos y un toque de llamas del Fénix.