Reinicio #7

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Sus manos se apoyaron en el marco de la puerta, asomando su mirada se movió de lado a lado. En completo silencio contemplo aquel cuarto, lado por lado analizo su contenido. Un espacio apenas decorado con una colchoneta apilada sobre un par de trozos de madera, un piso hecho a base de puro concreto un pequeño armario y una ventana frente a la puerta fue lo poco que pudo apreciar.

Confundida alejo sus extremidades quedando nuevamente frente a la puerta abierta. Sin problemas avanzo hasta su interior, nuevamente lo analizo de lado a lado, curiosa camino hacia el marco de la ventana.

Apegando su mirada a la trasparencia su mirada contemplo a un par de metros una estructura de concreto que fungía como muro de la otra vivienda. Bajando su mirada topo con una estructura metálica parecida a un pequeño balcón, extendiéndose no más de un metro hacia sus lados su grosor delgado del cual colgaba una escalera oxidada le indico su función destinada, el propósito de su existencia, la razón de seguir ahí a pesar de todo.

-: Interesante – Incapaz de proseguir su mirada retorno hacia el lugar donde se encontraba. Aquella abertura por la que se había metido permanecía disponible, sin mostrar señal aparente de que tuviera que recurrir a "algo" para librarse supo que ese lugar momentáneamente le permitiría quedarse - No recordaba algo tan vacío desde la cueva – Recargando su cuerpo en la pared se dejó caer, sentada en silencio su sangre goteante fue autoproclamada como el único ruido aparente.

Mientras su cuerpo reposaba su mirada segada por sus propios parpados hizo su trabajo, concentrada canalizo su habilidad. Sus ojos se abrieron nuevamente, con su objetivo fijado su mirada. Una esencia nostálgica recorrió hasta lo más profundo de sus entrañas. Incapaz de perder una oportunidad se levantó. Avanzando cautelosa la distancia existente entre ella y su objetivo se acorto rápidamente.

-: Interesante – Agachada su mirada contemplo el objeto que la había interesado – Sí que las armas se han compactado – Comento para sí ante el reiterado ejemplo del porque algunas personas nunca aprendían. Posando sus dedos su mirada se congelo. Un fuerte golpe llego desde lo más profundo de su interior. Heridas del sufrimiento, atormentando con pérdidas sangrantes cuyas profundidades incapaces de sanarse por su propia cuenta las resignaba a seguir sangrando.

Cayendo con un flujo mayor a su promedio su fluido sanguíneo caída, saliendo desde su interior, asomándose por sus ojos, rodando por su cara hasta encontrar su encharcado final salpicando el suelo.

Nuevamente su mente reacciono, con su mirada contemplo el objeto que había tocado, de la misma forma que lo había esperado se había reducido a una simple arma portable. Suspirando con cansancio ante lo que había pasado su mirada se vio desviada.

Recargado desde el mismo lugar del que hasta hace poco se había asomado. Moviendo hacia atrás su cabeza le indico que saliera. Entendiendo el mensaje se levantó y camino hasta él.

-: ¿Ya es momento? – Recibiendo un asentimiento como respuesta espero a que saliera para ir detrás de él. Caminando por el pasillo en silencio llegaron hasta las escaleras. Bajando con cuidado contemplaron atentos la escena ocurrida frente a ellos.

Un tenso momento corría frente a sus ojos. Temblorosos sus manos sujetaron con sumo cuidado la taza de porcelana. Agachando su cabeza llevaba con cuidado sus labios hasta el bordo esperando tomarlo sin derramarlo.

Incapaz de poder decir nada su cuerpo tembloroso se limitaba a contemplar asombrado el mueble ubicado frente a su cuerpo sentado. Una propuesta tentadora y preocupante a partes iguales había resonado dese hace un buen rato.

Habiendo dejado el tema de tener a la heroína más popular de Japón sirviéndole una taza de té junto a su madre y su hermana su asombro e incredulidad iniciales habían sido dejadas de lado ante lo que había pasado.

Deku el VigilanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora