Reinicio #2

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El día había comenzado hace un par de horas para la mayoría presente en la U.A. pero para Izumi había comenzado mucho antes, pocas horas antes de que el sol amaneciera había comenzado con su rutina habitual: entrenar en su habitación, bañarse, desayunar en su habitación, salir a escondidas de los dormitorios fuera de los horarios permitidos y reunirse en el gimnasio para combatir a puño limpio para posteriormente con alguna estúpida que se le hubiera puesto al "tú por tú, reclamar el dinero de las apuestas de parte de su mejor y única amiga  y manager, regresar, ser regañada por mama oruga, recibir un sermón de la heroína profesional "All Might" y por ultimo ir a clases inútiles llenas de extras de las cuales ni se molestaría en aprender sus nombres, no del todo al menos, todo un siclo de esfuerzos distintos que tras haberlo realizado por un buen tiempo les había tomado el ritmo.

Una rutina utilizada para preparar su cuerpo, ejercitar su mente y prepararse para el mayor desafío de su poca cotidiana vida, ver a su querido "Izu-ni", su mayor adoración e inspiración a seguir adelante, y en cierta forma la principal razón de estar en ese lugar, pero eso no era tan relevante.

Tras haber realizado su rutina con una relativa normalidad a expresión de no haberse encontrado a la oruga esperándola en los dormitorios para sermonearla milagrosamente pudo descansar sin tener que ignorarlo olímpicamente algo cuanto menos reconfortante y más para lo que estaría haciendo en aquellos momentos.

Apoyada en su escritorio miraba hacia la ventana cercana, suspirando con desinterés contemplaba con aburrimiento el ambiente tras el cristal, un simple y amplio campo de pasto con un camino de concreto conectando los diferentes sectores. Desde su posición apreciaba perfectamente las pobres almas incautas moviéndose, comiendo e incluso vagueando, en resumidas cuentas, perdiendo el tiempo de la forma que más fácil la tenían y la verdad no podía ser para menos, estando sin la más mínima supervisión adulta el exterior podría considerarse un paraíso en comparación al infierno ocurrido en el interior del salón 1-A-

Libros y lápices afilados salían disparados como proyectiles impactando tanto en las paredes como en equipo de estudio del salón, fuertes gritos y golpes resonaban ante los forcejeos del suelo cortesía del par que le hubiera dado por pelearse por la próxima estupidez que se les pudiera ocurrir, naturalmente todo acompañado de sus compañeras apoyando e incitando los maltratos en los grupos que se juntaban para ver como dos de las personas con las que socializaban o molestaban se agarraban a golpes y a mordidas.

Todo pasando ante la mirada indiferente de una espectadora que miraba todo en silencio, negando internamente llego a una conclusión simple, pero sencilla, no valía la pena, todo aquello era un vivo ejemplo de lo que pasaba cuando las educaciones y aprendizajes aprendidos se perdían en favor de dar pleno paso al caos anárquico tan propio de la pocilga que hasta cierto punto podrían llamar "academia U.A".

Indispuesta a continuar presenciando aquel circo apoyo ambos brazos sobre el pupitre, posteriormente bajo su cabeza y cerró los ojos intentando descansar del alboroto ocurrido sin preocupaciones.

Ajena a su exterior una nueva espectadora entro hacia el salón, algo cansada de tener que buscar miro hacia los lados con cansancio como ya lo había estado haciendo por casi una hora, algo sin duda complicado pero que lo valdría al instante. Casi inmediatamente su vista encontró la cabellera despeinada que durante un buen rato había buscado, ignorando y esquivando el desastre ocurrido a su alrededor avanzo hacia su amiga.

-: Izumi-chan despierta, hay noticias importantes - Explico con una voz tranquila, apoyando su mano en el hombro de su amiga moviéndola con cuidado.

Izumi: ¿Ochako-chan? - Alzado su mirada vio a su mejor amiga, una joven de cabellos y ojos marrones que a su vez fungía como su manager - ¿Paso Algo? - Confundida miro hacia su amiga, sabiendo la hora que era no le quedaba duda que algo tenía que haber pasado, más sabiendo que no tenía algo importante que hacer ese día.

Deku el VigilanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora