Reinicio #3

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Avanzando con tranquilidad hacia su trabajo en un día tan tranquilo que para sorpresa no la había despertado con una llamada en la sala de urgencias indicando su presencia ante la falta más común de donde trabajaba, el personal.

Habiendo tenido la oportunidad el día anterior casi podía considerar un regalo del destino el no haber sido llamada para sustituir el turno de alguna compañera faltante. 

Habiendo sido testigo de múltiples encuentros la posibilidad de haber pasado eran altas, pero no por ello tediosas, disfrutaba su trabajo y lo realizaba lo mejor que podía, pero hasta ella misma tenía que admitir que abecés deseaba de forma egoísta tener un poco de tiempo para ella, relajarse una tarde sin preocuparse, pero no podía, sus horarios a cumplir y la estricta política se lo impedían.

Indispuesta a dejar que aquel distante pensamiento la nublara avanzo hacia su destino, caminando por las desoladas calles del distrito en poco tiempo logro distinguir dos cosas importantes para ella, el hospital y a un compañero, un relativamente viejo hombre rubio descabellos largos y desalineados de aspecto cas esquelético. La única persona con la que podía entablar una conversación adecuada y sincera, su único amigo dentro de aquel lugar.

Sin esperarse más corrió hacia él, mientras lo saludaba, el cordialmente lazo su mano en el saludo viendo a su única amiga llegar a donde se encontraba.

-: Fuieguchi-san, es bueno verla - Expreso educado inclinándose en una reverencia respetuosa, ante lo cual su amiga negó son una sonrisa.

Fueguchi: Por favor Toshinori-san sabe que hay suficiente confianza, como para que me siga hablando de usted.

Toshinori: En ese caso, que bien verla de nuevo Hinami. Reformulo con una sonrisa.

HInami; Lo mismo digo Yagi - Continuo antes de que ambos soltaran una pequeña risa - ¿Como ha estado últimamente? ¿Como va el trabajo? 

Yagi: Bien, bien, no me quejo, sabe con esta edad es difícil conseguirlo, por eso estoy muy agradecido con la señorita Kochou por haberme permitido conservar el trabajo tras las reformas administrativas - Sonriendo con nostalgia desvió la mirada hacia uno de los botes de basura, recordando como había acabado todo, toso esos momentos se habían reducido a lo que se podía considerar un trabajo poco digno para los estándares que llego a manejar, aun así, él no se quejaba, honestamente se sentía agradecido de poder seguir ejerciendo una función en la sociedad tras lo ocurrido, aquel evento trágico que había llegado repentinamente para cambiarlo todo - El trabajo ha estado tranquilo, realmente me sorprende que nada relevante haya pasado hasta el día de hoy, supongo que todo se mantiene bajo control ahí dentro - Expreso en un todo melancólico.

Hinami: Ni crea, abecés todo se sale de control, pero lo logramos retener hasta que llegan los refuerzos. Mejor dígame como va todo con lo de buscar a un sucesor - Cambio de tema inmediatamente, como siempre había logrado hacerlo redorar aquellos días de gloria.

Yagi: No muy bien, la habilidad de poder generar un control absoluto ente el cuerpo y mente es una técnica demasiado compleja como para que la gran mayoría sea capaz de intentarlo, aun así, no pierdo la esperanza de encontrar a un próximo sucesor que sea capaz de evitar que la flama se extinga - Expreso animado para el alivio de Hinami, ella mejor que nadie sabía por lo que había pasado hasta llegar a donde estaba y peor aún como había sido recompensado, pasando casi toda su vida combatiendo al mal, solo bastaron un par de días para que la leyenda imbatible, insuperable, imparable tuviera que colgar el traje y peor aún perder el apoyo, respeto y fe de los que decían respetarlo.

Una leyenda retirada que había terminado pasando de moda, desechada y despojada hasta de su identidad heroica dejándolo solo como un civil sin oportunidad alguna de reclamar lo que por derecho le pertenecía. Una injusticia tras otra fueron los que lo terminarían levando hasta donde había terminado para este punto, un conserje, un decrepito conserje mal pagado con más trabajo del que por horarios le tocaría, sin embargo, así eran las cosas, poco podía hacerse al respecto sabiendo el funcionamiento del sistema actual, para el sistema el ya no era útil y por ende debería estar más que agradecido de poder dormir bajo un estrecho techo con goteras.

Deku el VigilanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora