⭟ 《 Pink Rockstar 》⭟ KookMin

06

Jimin respiró hondo mientras observaba el edificio situado a su izquierda. El sol hacía que el ya brillante y limpio edificio fuera cegador. Tomó su teléfono del portavasos de su coche y lo sujetó con fuerza antes de comprobar la pantalla de luz azul.
Inspiró antes de tomar las llaves y salir del coche. Se acomoda los pantalones cortos y se arregla el top blanco sin hombros antes de cerrar la puerta del coche y echar el pestillo.

Los dos pitidos confirmaron que había asegurado el coche. Atravesó el aparcamiento hasta las puertas automáticas de cristal, donde pudo ver a una joven con un apretado nudo en la parte superior del pelo, de un color azul como el mismo cielo sombrío. Sus suaves zapatillas rosas hacían crujir la grava bajo sus pies mientras se acercaba a las puertas.

Cuando estuvo lo bastante cerca, las puertas se abrieron de golpe. El aire frío del interior del edificio se precipitó al encuentro con su cálida piel. Se acercó a la mujer que estaba en recepción y le sonrió cuando ella levantó la vista.

— ¿Está aquí para las audiciones?—. Le pregunta mientras aparta la mirada del ordenador y el teclado que últimamente estaba maltratando.

— Oh, sí.— Jimin asiente mientras desliza su teléfono en el bolsillo de sus pantalones cortos blancos.

— Okie dokie, la habitación está en el cuarto piso en la habitación 409. Probablemente oirás la música que viene para la habitación de todos modos.— Muestra sus dientes perfectamente rectos y blancos.

— Vale, muchas gracias—. Jimin susurra con una pequeña reverencia antes de dirigirse al ascensor.

Pulsa el botón que sobresale con un brillo blanco a su alrededor. Mueve nerviosamente las llaves de un lado a otro mientras espera a que se abran las grandes puertas metálicas. Una vez que se abren, entra y pulsa el botón con el "4" en un color rojo brillante.

Las puertas se cerraron lentamente, impidiéndole ver las puertas de cristal y a la joven sentada en el escritorio. Contó mentalmente mientras los números rojos alineados parpadeaban rápidamente hasta el siguiente número. Una vez que en la pequeña pantalla negra se leyó "04", las puertas metálicas se abrieron y el sonido de la música llegó corriendo hasta el chico de cabello como algodón de azúcar.

Salió del ascensor y siguió el sonido atronador, acercándose finalmente a una zona en la que las habitaciones eran todas de cristal pero estaba ligeramente turbia, de modo que sólo se podían distinguir figuras. Ningún detalle. La música se detuvo bruscamente, luego se hizo el silencio antes de que las puertas se abrieran de golpe. Una cabeza roja al borde de las lágrimas se abre paso entre Jimin, murmurando algo para sí misma. Los ojos de Jimin se levantaron por la ráfaga de viento que pasó a su lado.

Puso su teléfono en "No molestar" antes de dirigirse a la puerta. Al abrirla, se asomó y vio a dos hombres hablando antes de fijarse en él.

— Adelante.— Un hombre con una mata oscura sobre la cabeza habló. Acababa de quitarse la gorra de béisbol y la sentó antes de frotarse los ojos.

El hombre de cabello platinado que estaba a su lado suspiró antes de escribir algo en un papel que tenía delante. La puerta detrás de Jimin se abrió y los dos hombres de su fondo telefónico entraron.

— ¿A dónde han ido? No se tarda catorce minutos en tomar café—. El hombre de cabello azabache gimió mientras se recostaba.

El hombre de cabello castaño oscuro que Jimin pudo recordar que se llamaba Jungkook, rió antes de dejar su taza.

— Hyung dijo que quería dejar que sus oídos se relajen después del tipo que vino antes de que nos fuéramos. Juró que se quedó sordo.

— Wow, no puedo creer que me delataste Kook.— El hombre con el cabello teñido de un azul bastante oscuro.— Hola.— Le sonrió a Jimin.