7

28 2 4
                                    

¿Planes de universidad?
A la mierda

Al día siguiente estaba cansada, apenas podía sostener levantados los párpados. Menos mal que ese día tuve dos clases porque mis queridos profesores han decidido no aparecer, así que el resto del día lo pasamos en la cafetería de la universidad mientras Mark seguía hablando de uno de los mangas que estaba leyendo esa última semana. Yo movía el café con la mirada perdida y con la conversación con Milo en bucle, así que no se puede decir que haya prestado mucha atención.

Me había perdido en el momento que me habló de poderes, demonios y cosas variadas entre que volvía a recalcar que los chicos del anime eran sumamente guapos. Así que el resto del tiempo trataba de pelear conmigo misma para dejar el tema de Milo atrás. Un caso perdido.

A los minutos aparece Sadie. Se acomoda a mi lado dejando su matcha latte a un lado de la mesa, su bolso, precioso a la vez que lleno de libros lo deja en el respaldo de la silla y, entonces, pone sus manos sosteniendo su barbilla mientras nos mira con una sonrisa abierta. Mark deja de hablar dejando total libertad a todas esas cosas que Sadie estaba conteniendo y que en algún momento iba a tener que soltar o sino explotaría.

—He presentado el trabajo.

—¿Has suspendido? —Mark es fulminado por los ojos de mi compañera, su sonrisa no se pierden al momento que cierra el manga y la mira fijamente— ¡Deja el suspense y dilo!

—He sacado un notable alto —ponemos las manos en fila y ella va chocando con energía hasta el final a la vez que la elogiamos formando un escándalo—. Soy la puta ama de las maquetas.

No había visto aún su maqueta, Sadie no era partícipe de esas cosas porque dice que le dan mala suerte. No sé si será verdad, pero me alegro muchísimo de que haya aprobado, después de todas las tardes sin salir y centrarse únicamente en eso parece que daba sus frutos el esfuerzo.

Mark comenta con ella algunas cosas sobre de donde había sacado la inspiración y me quedo embobada mirando como hablan con total soltura y complicidad. En algunas ocasiones he visto ese tipo de conexión, pero nunca lo había visto tan de cerca.

—¿Y te han mandado algo más? Tengo piezas de lego que puedes reutilizar si querías.

—Pues si, tengo que comprar una regla grande y varias cosas más. Los legos podrían venirme bien para estructuras —añade.

Bebo de mi café mientras miro redes sociales y actualizo el blog de SnowBall para ver si ha subido algo nuevo. Nada. Lo último había sido una publicación de Taylor Swift en su último tour. Dejo el móvil y vuelvo a la conversación.

—¿Tú necesitas algo?

—¿Eh? —destenso mis cejas y cambio de dirección a los dos.

—Para tus maquetas.

—No tengo que hacer maquetas hasta el siguiente curso.

—Joder, que suerte —Sadie se esconde entre sus manos y suelta insultos ahogados en su piel, tiene otra maqueta para el mes que viene y apenas acababa de entregar el anterior—. Peero, ¿sabes lo que tenemos hoy? —sonríe y sus mejillas sonrosadas vuelven a la carga— ¡Una fiesta muy especial!

—¿La fiesta que me dijiste? —asiento y Sadie le repite que venga como cuatro veces hasta que se da por vencida—. Lo siento chicas, pero no es mi hábitat.

—Es el hábitat de chicos guapos, macizos y sexualmente activos. Con eso debería ser suficiente.

Mark se ríe de su comentario y como no podía ser de otra manera empiezan a hablar de sus prototipos casi inalcanzables y de sus experiencias sexuales. Algo que nos dejó alucinadas cuando Mark comentó todas sus experiencias, cada cual más alocada.

Precavidos sentimentales {Parte 1 ✔️ y 2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora