Capitulo 7

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El interior, bañado en tonos cálidos y suaves destellos de luz de luna filtrada, emanaba un aire de magia y serenidad, mientras muebles exquisitamente tallados y decoraciones florales adornaban los espacios, creando una atmósfera de ensueño que parecía detener el tiempo en aquel hogar.

    No hay nadie dentro, y cuando Amber se lleva a Hunter hacia la terraza me quedó sola en la gran habitación, divisó hacia afuera y puedo ver por los vitrales, que ahí están la mayoría.

    —¿A quién estamos espiando? —me sobresalto cuando una voz me sorprende a mis espaldas.

    Doy media vuelta para toparme con un chico mucho más alto que yo, sus ojos son violetas y su cabello oscuro, tan oscuro que se puede comparar con la noche, tiene orejas puntiagudas al igual que todos y sus facciones delatan la belleza de un hada.

    Me mira con gesto divertido, aunque su ceño está fruncido y le da una vibra intimidante.

    —A nadie —respondo mientras me alejo de él.

    —Me llamó Theo —me dice cuando se vuelve a interponer en mi camino—. Tu eres una Ginger.

    Escuchar el apodo me ocasiona escalofríos, al fin toma mi atención.

    El chico, Theo, bloquea mi camino con una sonrisa intrigante en su rostro. Su presencia imponente y su mirada aguda me hacen sentir algo incómoda, pero no puedo evitar notar la belleza sobrenatural que lo envuelve.

    —Sí, soy una Ginger —respondo con cautela, manteniendo una distancia prudente.

    Theo se encoge de hombros, jugueteando con un mechón de su oscuro cabello.

    —Tu cabello te delata, y esas orejas también lo hacen —señala a mis orejas redondas.

    Me cubro las orejas con mi cabello, recordarlo me hace sentir más débil.

    —¿Y tú, Theo? ¿Qué papel desempeñas en este grupo? —pregunto, tratando de mantenerme firme y sin revelar demasiado interés—. No te había visto, y estoy consciente de que no aceptan a cualquiera.

    Él sonríe de manera enigmática mientras se cruza de brazos, desviando su mirada hacia la ventana.

    —Digamos que estoy de visita —me dice— ¿No me recuerdas? A ver, tal vez de perfil —se gira para poder verlo con cuidado pero sigo negando—¡Lastima! Yo te reconocí al instante.

    Sus palabras me ponen aún más en guardia. Parece disfrutar de su capacidad para desentrañar los pensamientos y emociones de los demás. La idea de que Theo pueda leer mis propios secretos me inquieta.

    —Es diferente —le digo.

    —¿Por qué lo sería? —se cruza de brazos.

    —Porque cualquiera podría reconocer que soy una Ginger —respondí—. Lo que es difícil sería preguntarte, cuál de todos soy.

    —Eres Olive —replica sin pensarlo—. Te llamas Olive.

    Me pongo colorada. La mención de mi nombre por parte de Theo me sorprende y me hace sentir expuesta. No puedo evitar preguntarme cómo sabe quién soy y por qué parece tener tanta certeza al respecto.

    —¿Porqué debería de recordarte? —pregunté en cuanto me ganó la curiosidad.

    No lo recuerdo, me digo, pero tampoco se me hace desconocido.

    —Porque soy hermano de Maisy —responde y algo cobra sentido sobre su apariencia—. De pequeños teníamos clases juntos y recuerdo que en muchas ocasiones fuimos pareja en las clases de combate ¿Aún no lo recuerdas?

Sangre Humana (El Legado de las Hadas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora