Capitulo 14

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Estamos en los bordes de Celestia y el comienzo del bosque infinito, todas las hadas han empezado a ascender a las hojas de los árboles para tener una mejor vista, me quedo a lado de mi familia en una terraza sobre un tronco, cerca de donde está la realeza.

Lo cierto es que nadie sabe de qué tratará este siguiente prueba, se me ha hecho un poco extraño estar tan cerca del bosque infinito pero al menos es la segunda vez, ya que al final si termine ganando con Aria la guía por el bosque, no fue una gran excursión pero fue útil para conocerlo un poco más.
Me despido de mi familia luego de que me desean buena suerte, comienzo a bajar las escaleras con unos pocos nervios que han empezado a molestarme, los altavoces comienzan a escucharse.

—Sean bienvenidos a la segunda prueba de la competencia para los próximos soldados del rey Night —era la misma hada de siempre—. Hoy presenciaremos un desafío aún más exigente, que pondrá a prueba: la agilidad y el arte del sigilo, porque a diferencia de la prueba pasada, ésta estará acompañada por un invitado especial.

Último escalón, comencé a correr hacia donde estaban todos los competidores, expectantes de la hada narradora, pero una mano me sostiene sin previo aviso, estoy apunto de caerme pero me sostengo del brazo de Theo.

—Perdón. No quería dejarte ir sin despedirme —toma de mi trenza con cuidado para apreciarla—. No iba a cometer el error una vez más.

Trató de ponerle atención a Theo pero no dejó de ver hacia donde está el presentador, Theo se da cuenta de ello y con cuidado toma de mi barbilla.

—Perdón —le digo—. Estoy...

—Lo entiendo —asiente—. Pero me resulta inquietante las ganas que tengo de besarte.

Volteó a verlo, he comenzado a ruborizarme, trato de esconder una sonrisa que han ocasionado las mariposas que siento dentro de mi. Quiero decirle que ¿porque no se atreve a hacerlo?, o simplemente yo lo beso, pero me abstengo de que pase eso. Sacudo mi cabeza para quitarme todos esos pensamientos intrusivos.

—A mi también me gustaría —admito en un susurro que solo podemos escuchar los dos.

—¿Qué te parece si nos vemos después de la prueba?

Asiento sin pensarlo.

—Bien, tengo un lugar en mente. Te veo por la noche, yo paso por ti a tu casa.

No puedo retener la emoción y euforia que me genera la idea de estar los dos solos durante un rato. Por un momento me he olvidado de que no estamos solos y me doy cuenta de la presencia de los otros en cuanto Caleb llega a mi lado.

—Disculpa Theo ¿He arruinado tu teatrito? —le dice con una sonrisa desafiante y llena de ego.

—Te veo luego, Olive. Suerte —ignora a Caleb mientras me segura con una sola mirada antes de retirarse por donde vino.

Volteó a ver a Caleb con extrañeza, se cruza de brazos, va vestido de negro como es costumbre, su traje está más equipado que el de los demás, es más moderno y podría decir que más elegante. Sus labios parecen tener un destello dorado, néctar, tuvo que haber estado tomando antes de la competencia. Pero ¿por qué le importaría? La realeza tiene más resistencia que las demás hadas, y sin embargo muy pocas cosas pueden causarles daño.

—¿Qué se te ofrece? —le preguntó. Quiero regresar al momento donde estaba Theo a mi lado, apuntó de besarme a pesar de las miradas curiosas. Pero si no quería llamar la atención, ahora lo hago más, cuando me encuentro frente al príncipe.

—Ahora que lo mencionas —se pasa su mano por la barbilla—. No me vendría mal verte perder.

—Que chistoso —comienzo a retirarme pero es inútil, porque Caleb comienza a seguirme—. No se si te has enterado pero todo apunta a que ganare.

Sangre Humana (El Legado de las Hadas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora