Capitulo 8

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Estoy sentada mientras Aura usa mi imagen para su pintura. Mueve su pincel sobre el lienzo y lo vuelve a sumergir sobre sus combinaciones de agua con pétalos de distintos colores. Me aliso la falda del vestido, es suave y de un lindo color azul, en un intento por no aburrirme, vuelve a regañarme.

—Olive no te muevas, por favor —me pide.

Vuelvo a acomodar mi postura y sonreír.

—¿Te falta mucho? —le preguntó entre dientes.

—Un poco —responde y es la quinta vez que contesta lo mismo.

Suelto un bufido mientras me entretengo con la vista de la ventana, esperando que algo me distraiga. El día es soleado y no se ven señales de que el cielo esté enojado, a lo lejos veo pasar una mariquita con una hada.

Entonces me acuerdo de que hoy anunciarán la lista de los seleccionados para la competencia.

—¿No has visto a Jayden? —le preguntó a Aura, esperando que me diga que sí.

—Lo veré hoy —réplica— ¿Porqué preguntas?

En estos momentos Jayden debe de saber quiénes fueron seleccionados y quienes no, no vendría nada mal que viniera y me diera la lista definitiva para echarle un vistazo, aunque eso es mucho que desear.

—No, por nada —respondo.

Siento que el tiempo pasa más lento, el aire mueve unas cuantas hojas afuera, de vez en cuando a lo lejos veo a unas cuantas hadas guiando algún animal que apenas está aprendiendo a caminar o volar. Nuestro hogar está un poco lejos del centro de Celestia, pero eso me gusta, aquí hay más tranquilidad de la que alguna hada tiene en los lugares transcurridos.

Escucho el crujido de las escaleras cuando Amber baja a toda prisa dirigiéndose abrir la puerta, pero la vuelve a cerrar cuando no hay nadie detrás de ella.

—¿A quién buscas? —le preguntó.

—A nadie —responde de inmediato cuando sus mejillas la delatan—. Pensé que había oído la puerta.

Amber se acerca por detrás de Aura para ver con más atención el cuadro que yo no puedo ver.

—Se parece mucho, pero no siento que sea Olive —replica—. Parece más una princesa que una guerrera.

Aura voltea a verla con gesto curioso.

—¿Se supone que debe de parecer una princesa? —sonríe Amber mientras se lleva las manos a la espalda.

—Se supone que es Olive y ya está —responde Aura luego de volverse a centrar en el cuadro frente a ella.

Volteo a la ventana cuando mi atención es robada por una figura, es Jayden, viene vestido con su uniforme de la guardia aunque este trae más medallas que cualquier soldado, trae su espada consigo y parece ser que se ha cortado el cabello unos cuantos centímetros.

Segundos después la puerta suena.

—¡Yo voy! —grita Amber mientras se dirige lo más rápido que puede a la puerta, pero en cuanto ve a Jayden se decepciona.

—Hola familia —saluda Jayden pasando a lado de Amber y alborotando su cabello con una mano.

Jayden se acerca a donde está Aura y le da un beso en la mejilla, aunque mi hermana está muy concentrada para prestar atención a su prometido, sonríe y luego voltea a verme otra vez para verificar que su pintura está quedando bien.

—Veo que ahora te toco ser el conejillo de Indias —me dice Jayden con una sonrisa de lado a lado.

—Es una gran responsabilidad y un gran honor —replica Aura antes de que yo lo haga.

Sangre Humana (El Legado de las Hadas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora