El Secretario De Mi Esposa. (Idea Borrador)

Capitulo 6: Mi secretario.

- Considerate muerto Leonard James Wilson Allen.- Sara llegó casi corriendo hacía mí después de despedirme de Isaac poniéndome contra la pared.

- Hey, hey, ¿Que pasa? ¿Por qué estás enojada?.- Pregunte sorprendido y preocupado, Sara no me llamaba por mi nombre real a menos que esté bien enojada.

- Te dije que no quería que te acercaras a Isaac, ¿Cómo mierdas fue que lo convenciste para que fuera tu maldito secretario?.- Me agarró del cuello de la camisa muy enojada mientras me tenía contra la pared, me sentía como la espada y la pared, obviamente Sara tenía la espada y yo estaba contra la pared.

- ¡No lo sé, ¿Ok?! ¿Puedes bajar la voz?.- Pedí con amabilidad, ella todavía me veía molesta, pero no dejaba la posibilidad de que siguiera enojada.

- Vas a arrepentirte de haberme robado a mi secretario, por ahora te lo voy a dejar, así que disfrútalo mientras puedas.- Me soltó y empezó a alejarse de mi, el sonido de sus tacos resonaba en el piso y eso significaba que seguía enojada.

- Uff.- Deje un gran suspiro al aire, nunca había visto a Sara tan enojada conmigo.

Después de que Isaac firmara le dije que podía regresar a casa y descansar, le dí dos semanas de descanso para que descansará, claro, él intentó hacer de todo para que no le diera el descanso, pero al final no lo logro y lo mandé a casa.

En dos semanas, Isaac empezará a trabajar para mí, estará más cerca de mí.

- Señor Wilson, su hermano llegó.- John me avisó y yo me levanté de aquel sillón en el cual me había sentado hace apenas dos minutos.

- Bajó a recibirlo.- Le avisé a John, baje las escaleras con prisa para recibir a mí hermano.

Cuando estaba bajando, ví a Aritz con alguien que no conocía.

- Aritz, que bueno verte de nuevo.- Abracé a Aritz con fuerza, no había visto a mi hermano después de la cena de navidad del año pasado, no pasó año nuevo con nosotros ya que se fué el mero veinticinco de diciembre.

- También es bueno verte, Leo, ¿Cómo has estado?.- Desde hace tres años que mi hermano usaba lentes, pero incluso él se veía mejor con lentes que yo, por algo debe ser el favorito.

- Bien la verdad.- Mentí.- ¿Y que te trae a Estados Unidos de nuevo?.

- Tu hermano es un maldito loco, ni siquiera se pasó por mi casa a decirme feliz navidad, y yo deseando tener tu culo en mi sofá bebiendo whisky hasta morirnos.- Dijo el desconocido, yo me saque de mis casillas, ¿Quién era este hombre?

- Aritz, ¿Quién es?.- Pregunté confundido.

- Ah, ¿No te acuerdas de mí? Soy Steve Thomas, la última vez que nos vimos tenías cinco años y yo casi a los veinte, mírate todo crecido.- ¿Nos conocíamos? Éso es una sorpresa.

- Lo siento, no te recordaba.- Me disculpe, realmente no lo recuerdo.

- Nah, tranquilo, pero tú hermano me debe al menos una ronda en nuestro bar favorito de Brooklyn, ¿Verdad cielo?.- Steve paso su brazo por los hombros de Aritz, mi hermano parecía harto del comportamiento de su amigo, yo estaba tratando de no caerme de espaldas.

- ¿No puedes dejarme en paz un momento? Estoy con mi hermano por el amor a Dios, ve a decirle tus cochinadas a tú novia.- Trató de apartar a Steve con su mano pero lo único que consiguió fue que hiciera más fuerza con su agarre.

- Me acaba de dejar, no me deja otra opción.- Sonrió con forma descarada, Steve era un poco más alto que mi hermano, un poco más musculoso que Aritz.