Camila ha llegado junto a María y Miguel, él cargaba a Camila en su espalda mientras Camila le jalaba el cabello castaño a Miguel, era muy tierno ver a estos dos jugando.
- ¡Arre caballito!.- Pataleo Camila emocionada de ser cargada por Miguel, que paciencia tiene este chico con Camila, con otras personas no les tiene paciencia. Ni siquiera con su hermana mayor.
- ¡Buaaaa! ¡Ya suéltame el pelo Camila!.- Lloró Miguel y lanzó a Camila al sofá mientras Camila se reía y volvía para jugar con Miguel, y aunque Miguel ya no quería que le tirará del cabello volvía a jugar con Camila, aunque siempre terminan llorando los dos por sus juegos tan bruscos.
- Buenas noches, León.- Saludo María.- Mi madre está haciendo la cena, aquí está la pijama de Camila, una muda para mañana y su peluche favorito.- Me entrego una bolsa de cartón donde estaba la ropa y el peluche favorito de Camila, era un peluche de Minnie Mouse.
- Gracias por traerme a Camila, María.- Agradecí.
- No hay de que, solo estamos ayudando a mi madre, además, ¿Cómo le fue en Washington? Hoy en Élite salió una noticia de usted muy desesperado, ¿Todo bien? Y, ¿Porque Camila tiene un raspón gigante en la frente? ¿Que sucedió?.- Me lleno de preguntas, ¿Por dónde empiezo a hablar?.
- No te preocupes, es... Una larga historia, pero todo bien.- Sonreí nervioso.
- ¡Buaaaa!.- Gritaron Miguel y Camila.
- Miguel, pendejo, ¿Acaso eres masoquista o que mierda? Ya sabes muy bien que no te gusta que te jodan, ¿Entonces porque te gusta joder si al final ya sabes que te vas a enojar? Y lo peor no es eso, ¡Es que te metes con una niña de cinco años hijo de puta! ¡Es que te gusta joder, ah pero cuando te joden no te gusta! ¡No te entiendo!.- Regaño a Miguel.
- ¡Es que ella empezó!.- Señaló a Camila.
- ¡Miguel dijo que podía jugar con él!.- Señaló a Miguel con lágrimas en los ojos.
- Es que los dos son unos...-
- Pendeja, no hables de esa forma.- Regaño Miguel a María señalando a Camila.
- ¡Me dices que no hable de esa forma y eres el primero en decir una mala palabra, imbécil!.- Volvió a regañar.
- Sí, pero... ¿De quién lo aprendí?.
- De tu padre, porque de mi madre no creó que estarás hablando.
- Yo al menos tengo padre.
- Ah, ¿Con que quieres pelear, eh? Al menos el mío no me abandono por un par de niñas que ni siquiera eran de él.
- ¿Cuál padre? Ni siquiera tienes.
- Bueno, chicos, pelear no va a servir de nada, ya cálmense por favor.- Dije sosteniendo a Camila para calmarla, pero la pelea de los hermanos no hacía más que hacerla llorar más.
- Uh, chisme, ¿Quién es el que abandono a quien?.- Preguntó Isaac mientras acababa de llegar, ¿En serio Isaac? ¿Vas a alentar más la pelea?.
- ¡Isaac, no ayudás!.
- Su padre la abandono antes de nacer.- Señaló Miguel a María.
- Su padre quería tener una niña, y antes de nacer era a mi quién quería más.- Dijo María mientras señalaba a Miguel.
- Que hijos de puta.
- ¡Isaac!.
- Eso digo siempre, los hombres reales son una mierda, por eso prefiero a los ficticios.
- Te doy un punto, los hombres ficticios son mejores que los reales.
- Isaac, no eches más leña al fuego.- Intenté calmar toda la situación, va a arder un infierno sí se desatan todos los demonios.
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El Secretario De Mi Esposa. (Idea Borrador)
RomanceLeón Wilson, un hombre atrapado en una monótona rutina, se despierta cada día sintiendo que su vida carece de sentido. Su matrimonio con Sara Johnson es una prisión emocional, y la crueldad de Sara lo ha dejado exhausto. Sin embargo, todo cambia cua...