Capitulo 20: El corazón en conflicto.

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Sobrevolar el cielo siempre me ha parecido una idea loca, a veces me preguntó, ¿Cómo sería volar todo el mundo y ver sus maravillas desde el cielo?. Todo es tan jodidamente hermoso y yo estoy deseando ver a todo el mundo en un instante.

Ahora, estamos en un avión que aterrizará en los próximos minutos, estoy nervioso de conocer a la familia de Isaac, no estoy todavía del todo muy bien que digamos, de solo acordarme de aquella escena me entra un escalofrío al cuerpo y no me quiero poner nervioso, estás cosas tienen turbulencia y no me gusta para nada, quisiera abrazar a Isaac, pero el muy maldito está hablando con alguien por teléfono y no le gusta que lo toquen, para rematar tiene esposa y no quiero que Camila se sienta asustada con mi miedo a la turbulencia.

Yo ni siquiera debería de estar aquí, ¿Para que motivo tiene que llevarme Isaac para presentarme a sus padres? No lo sé, solo quiero que ésto acabe rápido. Una vez que nos bajamos del avión, me puse rápidamente la mascarilla y la capucha junto a una gorra por si alguien me reconocía, Isaac no se puso nada como sí la gente no lo conociera, como sí tal no fuera esposo de una reportera, y Camila... Pues, llevaba una gorra color rosa con las orejas de Minnie Mouse, unas gafas de sol, unos shorts blancos, una camisa azul y zapatillas blancas, llevaba pulseras hechas por ella y María en las dos muñecas. Isaac llevaba una camisa negra de manga corta, pantalones blancos y zapatos negros, su colonia de Carolina Herrera traspasa mi mascarilla, ¿Cuánto de colonia se pone? ¿Todo el envase o que? En fin, luego estoy yo que parezco sacado de la basura mientras que Isaac llevaba en sus hombros a Camila, ellos guapos y elegantes mientras yo me estoy cocinando bajo una sudadera negra, pantalones negros, gorra negra, lentes de sol, mascarilla negra y tenis negros, sí, parezco que voy a un funeral, ¡Pero es porque no quiero que me reconozcan!.

— Wilson, ¿Vas a un funeral o que? Quítate todo eso.— Dijo Isaac viéndome de pies a cabeza.

— Sí me quito la ropa voy a estar desnudo y la gente va a reconocerme fácilmente.— Dije serio, pero si fuera solamente Isaac quién me viera desnudo también me gustaría.

¿A quién quiero engañar? Me sentiría intimidado de que Isaac tuviera su mirada puesta en mi cuerpo, sí comparó mi cuerpo con el de Victoria, gana mil veces Victoria, ella es hermosa, mientras que yo... Pues tengo salud, no, ni eso tengo, me enfermo a cada rato, sí hay un cambio de clima, me enfermo, sí hay mucho calor me enfermo o se me baja la tensión, sí hay frío también me enfermo, o sea, estoy jodido por todos lados. Aparte de que vómito después de comer, todavía no se cómo es que todavía sigo viviendo, ya debería estar bajo la tierra.

— Camila, ¿Tu hueles el olor a huevos quemados?.— Pregunta Isaac mientras le sostiene las piernas de Camila para que no se caiga.

— ¿Quién está cocinando huevos?.— Preguntó Camila en su total inocencia.

— Tu padre.— Dijo Isaac, aunque él vaya adelante de mi puedo sentir que está riéndose de mi.

— Oye, no hables así con Camila.— Dije avergonzado de ser el objetivo de burla.

— ¡Papá, yo quiero comer huevos revueltos como los hace María y la tía Yan!.— Dijo con una sonrisa inocente, Isaac se echó a reír a carcajadas mientras yo me moría de vergüenza.

— ¿Puedes dejar de hablar de mi, por favor?.— Dije avergonzado mientras seguía a Isaac y Camila.

— Por supuesto, cariño.— Dijo con una sonrisa burlesca.

Cuando llegamos a la casa de los padres de Isaac, recibieron a Camila con una sonrisa al igual que a su hijo.

— Bienvenido a Texas, ¿Leonard, verdad?.— Dijo la madre de Isaac, ya veo de dónde han sacado la altura sus tres hijos.

El Secretario De Mi Esposa. (Idea Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora