REVELACIÓN VI - EL ESCUDO DE LA REALEZA (Parte 3)

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Después de una hora ya todas las chicas estaban listas, mientras que el sol lentamente ascendía en el cielo, llevábamos todos los pertrechos y provisiones necesarias, y así emprendimos a paso lento la caminata hacia nuestros objetivos. Después de casi una hora de seguir el accidentado y estrecho camino rodeado de frondosa vegetación llegamos a un pequeño claro en medio de la selva, en el centro del mismo se erigía una gran y antigua columna de piedra de una tonalidad verde oscura, la cual tenía grabados en una rara escritura milenaria, y algunas raras escenas de animales y humanoides con rasgos marinos. No le tomamos tanta importancia y ahí fue donde ambos equipos nos separamos, no sin antes desearnos entre todas mucha precaución y éxito en nuestras respectivas misiones.

Nosotras continuamos por el accidentado camino por casi dos horas, el trayecto se hacía muy difícil de recorrer al estar la antigua ruta obstruida en algunos lugares por grandes árboles caídos los cuales tuvimos que mover fuera del camino, más la propia naturaleza que había reclamado el terreno y lo obstruía con maleza y vegetación la cual tuvimos que cortar, para así ir despejando nuestra ruta. Del lado derecho del mismo, a algunas decenas de metros del sendero, se veía el color turquesa de las limpias aguas del mar y se escuchaba el estruendoso sonido al chocar las olas contra el acantilado, poco a poco el camino fue dando un gran giro hacia la izquierda y después de varios minutos de seguir caminando el espectáculo que se abrió frente a nuestros ojos nos embelesó. Frente a nosotros estaba un gran lago de agua turquesa con la gravilla más blanca que hubiéramos visto en su orilla, y en la lejanía, entre este y el mar se distinguía una gran barra de arena con un acceso en medio que interconectaba ambas moles de agua. A una decena de metros de donde estábamos, se distinguía en la orilla del lago una antigua estructura de enfilados bloques de piedra tallada, que debió haber servido antiguamente como puente hacia el centro del mismo, hacia donde alguna vez debió haber estado el islote con la Ciudadela.

De nuestro destino, lo único que ahora se veía eran la parte superior de las murallas exteriores en una formación pentagonal las cuales estaban casi totalmente sumergidas, y en el centro de las mismas solo se veía la cúpula de la estructura del edificio principal la cual sobresalía del agua junto con algunos techados de otras estructuras menores. Al empezar a analizar el panorama, entre todas decidimos tratar de buscar una entrada a la ciudadela por la parte superior, intentarlo desde el agua habría aumentado el grado de peligrosidad al desconocer lo que nos podríamos encontrar en las profundidades. Lentamente empezamos a desempacar y a prepararnos para ir lo más ligeras posible, todo el equipamiento que considerábamos que no iba a ser necesario lo dejamos en un pequeño campamento que armamos rápidamente a la orilla del lago. Lentamente empezamos a avanzar por el antiguo camino de piedra, ya que el piso del mismo estaba muy resbaloso al estar al nivel del agua y lleno de lama. Así avanzamos por aproximadamente 200 metros hasta que llegamos al borde de donde alguna vez debió haber estado la entrada principal de la ciudadela, ahora solo se distinguían los enormes bloques de piedra de lo que habían sido la parte superior de las murallas, así como muy levemente las enormes estructuras de la puerta principal sumergida bajo nuestros pies, y los muros de la cúpula de la estructura principal sobresaliendo del agua aproximadamente a unos 70 metros más adelante.

Viendo que no teníamos otra opción más, nos íbamos a tener que meter al agua para llegar hasta la dañada cúpula de granito. Hana y Raura se me acercaron, la Capitana de las "JoyHammer" me dijo que, aunque no estaba muy de acuerdo, tendríamos que quitarnos las armaduras, el peso de las mismas dentro del agua era una receta segura para morir inmediatamente. Así que rápidamente buscamos algunas estructuras derruidas fuera del agua para ahí dejarlas, y solo quedamos vestidas con los atuendos ligeros que usábamos bajo de ellas como: tops, sport bra, boxers y licras cortas, además de nuestros dispositivos de comunicación personal en los antebrazos y algunas mochilas pequeñas en la espalda.

Dioses, Gemas y Monstruos IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora