El sol se filtraba poco a poco a través de las cortinas de encaje y dejaba delinear la silueta de una hermosa mujer desnuda, la misma tarareaba una bella melodía y miraba distraída el paisaje de la ciudad de Parmus a través del gran ventanal, mientras que los primeros rayos de la mañana tocaban su blanca piel. De pronto, desde la cama más al fondo de la gran habitación solo se escuchó una suave voz que le decía: -Es una excelsa vista la que tengo desde aquí, pero vamos... regresa a la cama Ayaka- la mujer de pie solo se dio la vuelta y esbozando una coqueta sonrisa le dijo a la otra joven: -Mhh vaya, vaya, vaya... creo que alguien tiene ganas de seguir jugando por un par de horas más-.
Ya era casi la hora del almuerzo cuando ambas jóvenes salieron de la habitación, en la estancia se encontraron a Ayami, la cual estaba concentrada totalmente en la lectura de un libro a la par que degustaba un aromático té, al escuchar los pasos de los tacones sobre el frio mármol Ayami detuvo su lectura mientras les echaba un rápido vistazo a las recién llegadas. Con detenimiento la Sakura más baja pudo notar los rasguños en el hombro de una de ellas, más las marcas de moretones en el cuello de la otra, a lo cual solo les dijo con una sonrisa burlona: -Vaya, vaya... ustedes no pierden el tiempo ¿Noche ruda?- Las otras dos Sakuras solo pudieron ocultar con sus manos la sonrisa apenada de sus rostros mientras Ayami les decía: -Bueno... creo que ya es hora de preparar nuestra partida, ya ha pasado casi una semana desde que se arregló todo aquí y creo que ya es conveniente regresar a Starlight-.
Después de varios minutos las tres Sakuras se reunieron en el comedor de la Residencia Monárquica, por varios minutos charlaron de temas triviales mientras disfrutaban los deliciosos platillos que les eran servidos, cuando de improviso un mensajero llegó totalmente agitado para entregarle una misiva a Ayami. Rápidamente la Sakura la abrió, y la comenzó a leer con detenimiento, después de unos minutos terminó de hacerlo y solo se quedó inmóvil cavilando mientras las otras dos Sakuras se le quedaban mirando intrigadas, Ayami solo pudo responderles con voz firme: -Terminemos de comer y prepárense, parece que habrá problemas-.
Las tres rápidamente terminaron el almuerzo y después de equiparse tomaron rumbo al Capitolio Real, al llegar al mismo se sorprendieron por la gran cantidad de gente que había ahí en los cuales se denotaban prisa, y en algunos más su rostro era de intranquilidad. En la puerta del majestuoso recinto ya les estaba esperando Linfer la que después de darles los correspondientes saludos les guió al interior del recinto, después de algunos minutos caminando por los fastuosos salones llegaron a un gran despacho, dentro del cual ya se encontraba Herus junto con algunos otros importantes personajes de la Corte de Parmus.
Los ahí presentes rápidamente saludaron cortésmente a las recién llegadas mientras que después de unos segundos el nuevo Senescal tomó la palabra diciéndoles con voz firme: -Estimadas damas, es una fortuna todavía contar con su presencia en nuestros dominios, y seremos más afortunados si pudiéramos contar con su gran consejo y apoyo frente a la situación que en estos momentos nos acongoja-.
Ayami con voz serena se dirigió a Herus cuestionándole: -Está de más decir que los grandes lazos de amistad entre nuestros Reinos han logrado esa confianza, y estaremos gustosas de apoyarles en lo que podamos, ¿No sé si pudieran ampliarnos el contexto de su problema?-.
Fue entonces que el Senescal empezó a informarles a las tres Sakuras con una voz algo intranquila: -Nos han llegado ciertos reportes desde nuestras aldeas y villas fronterizas que se encuentran al suroeste de la cordillera de Sairgg, en los cuales nos mencionan la aparición de una masiva fuerza de enemigos enarbolando el estandarte de color negro con la luna roja pintada en su centro, de igual manera intentamos contactar a los puestos fronterizos que colindan con el cercano reino de Therian, pero de los mismos no se ha tenido ninguna noticia en casi un día-. Al escuchar esas palabras Ayami solo pudo poner un rostro de seriedad mientras le decía en voz baja al Senescal: -Esas no son buenas noticias, eso podría significar una invasión ya en curso, ¿Hay alguna estimación de la magnitud de los invasores?- el Senescal solo pudo responder con voz entrecortada: -Si... y las cifras no son nada alentadoras. El informe preliminar habla de un estimado de 30,000 enemigos...-.
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Dioses, Gemas y Monstruos II
FanficUn grupo de jóvenes estudiantes, su viaje a un mundo de fantasía desconocido, y las terribles pruebas que tienen que enfrentar tanto en sus mentes como en sus corazones para sobrevivir.