Dioses, Gemas y Monstruos II

REVELACIÓN VII - CABALLOS, TORRES Y JAQUE MATE (Parte 7).

Al otro día después del desayuno, las tres Sakuras se dirigieron a la mansión de la Casa de Heirnz, ahí se reunieron con Herus y Linfer, Ayami les informó que tenían información muy urgente que darles, y accediendo a la petición de Airi, les comunicó a ambos que la misma sería la encargada de informarles al respecto. Ayaka y Ayami esperaron en la estancia de la enorme mansión mientras que Airi se reunía con los dos aristócratas en la gran biblioteca del lugar. Una vez ahí, apoyada por la gema de su collar les proyectó los acontecimientos de la noche anterior, con lo que la gran maquinación quedó al descubierto.

Ahí, tristemente Herus también tuvo conocimiento de la muerte de su hermano, y como el mismo estuvo involucrado en la muerte de su padre, además de ser el causante de su envenenamiento mágico. Airi, con voz decidida ya casi finalizando la reunión les dijo a ambos: -Yo... solo quiero que ambos sepan que a pesar de que perderé a una persona muy importante para mí por el bien de su Reino, espero que la sepan apreciar... y tú le sepas dar todo el amor que le corresponde- concluyó dirigiéndose a Herus. El atractivo aristócrata al escuchar esas palabras solo se giró, y apoyándose contra en gran escritorio de la biblioteca solo pudo decirle a ambas totalmente consternado: -No solo usted hará ese gran sacrificio en su corazón señorita Matsui, yo también perderé a la persona que amo por reglas estúpidas y circunstancias desafortunadas- Al escuchar eso Airi solo vio como Linfer se le acercaba al Caballero y poniéndole la mano en la espalda solo le decía: -A veces tenemos que renunciar a nuestros anhelos más profundos por un bien mayor Lord Herus, eso yo también lo sé muy bien-.

Herus se giró de improviso y abrazando a Linfer solo le dijo: -Yo ya no puedo ocultar más los sentimientos en mi interior Linfer, solo quiero que sepas que tú eres esa dicha que siempre ha iluminado mi corazón- mientras besaba a la bella Consejera ante los atónitos ojos de Airi. Después de haber terminado el beso, Linfer solo pudo decirle melancólicamente: -Es una tragedia nuestro caso Herus, porque, aunque yo te correspondo totalmente, las circunstancias nos están haciendo tomar caminos separados. La Iglesia del Don Divino nunca permitirá nuestra unión, tu compatibilidad con la señorita Miyoshi ya fue aprobada además de la situación de nuestro nivel social-.

Al escuchar eso, Airi intervino en auxilio de la nueva pareja con una propuesta inesperada: -Se que este es un momento muy crucial, pero... ¿Y si repitiéramos el proceso? No perdemos nada con intentarlo- les dijo a ambos sagazmente. Linfer y Herus solo se miraron y asintieron aceptando.

Rápidamente todos salieron de la biblioteca con renovados ánimos, había una remota esperanza de cambiar el curso de los acontecimientos en su favor y no iban a desaprovecharla.

Al llegar a la estancia, Airi solo le dijo a las otras dos Sakuras en tono firme: -Cambio de planes chicas, pero primero lo primero, ¿Recuerdan lo que les platiqué del artefacto mágico que estaba afectando a Herus?- Las otras dos Sakuras solo asintieron mientras la Sakura más alta les replicaba: -Tenemos que recuperarlo, y más porque por lo que nos dijo el enemigo; podría contener algo perteneciente a nosotras-. Al escuchar eso Ayami solo pudo articular lentamente: -No estarás insinuando que... la sangre usada para imbuirlo fue.. ¿la de ellas?- Airi solo concluyó: -Así como se están presentando los acontecimientos... ya cualquier cosa pudiera esperarse-.

Instantes después, se giró a Herus diciéndole: -No sé si nos podría permitir acceso a su alcoba Lord Herus, desearíamos realizar la búsqueda del artefacto causante de todo este caos-. El aristócrata accedió amablemente, y dispuso para que una de las sirvientas guiara a las 3 Sakuras a su habitación para buscar el mismo, mientras el esperaba con Linfer en la estancia. Al verlas desaparecer en el piso superior, el Caballero se dirigió a la bella Consejera cuestionándole: -¿Crees que tengamos una oportunidad para nosotros?- Ella con una ligera sonrisa solo le respondió: -Parece que sí, esas tres mujeres no se caracterizan por darse fácilmente por vencidas y son muy inteligentes, fue una magnifica decisión haberles pedido su auxilio para nuestro dilema-.