Dioses, Gemas y Monstruos II

REVELACIÓN VI - EL ESCUDO DE LA REALEZA (Parte 12)

Al escuchar eso, Momoko ya bastante atemorizada se levantó lentamente mientras les decía con una voz entrecortada: -Vamos chicas... cálmense, solo han sido tontas bromas, no es para tanto...- Después de unos instantes Mariri le respondió: -¿Hacer que las demás se burlen por mi cuerpo no es para tanto?- Raura replicó: -¿Hacer que Nene este furiosa conmigo no es para tanto?- y finalmente Hana dijo con voz grave: -¿Hacerme quedar en ridículo frente a todas las Sakuras no es para tanto Momoko?- Momoko ya totalmente llena de miedo de nueva cuenta les respondió: -Vamos chicas... por favor cálmense... esto ya no me está gustando... ¿Que tienen?... tranquilícense-. Al escuchar eso Hana con una voz furiosa solo dijo: -Pues esto te va a gustar menos... ¡¡Agárrenla chicas!!-.

Instantes después Raura y Mariri tenían a Momoko sujeta por los brazos, mientras que Hana se encontraba parada frente a ella observándola en silencio, Momoko intentaba liberarse de su agarre, pero ambas chicas eran algunos años mayores que ella y por consiguiente eran mucho más fuertes, después de unos instantes la más joven solo les suplicó mientras se quebraba su voz: -Vamos chicas... esto ya no me está gustando... por favor... déjenme ir-. Hana le respondió: -¿Que te dejemos ir? ¡Pero si apenas estamos empezando corazón! Vaya Momoko, no te había visto bien pero tienes un excelente cuerpo, y creo que en este lugar nadie te va a venir a buscar por un largo rato, así que podremos disfrutarte a nuestro antojo, quiero saber que maravillas se ocultan debajo de toda esa ropa-. Al escuchar esto Momoko se puso pálida mientras que ya con una voz entrecortada solo les decía: -No... No hagan esto chicas, por favor... les juro que no le diré a nadie, solo déjenme ir, no hagan esto... y yo les prometo que guardare esto en secreto... por favor-. Raura al escuchar eso solo dijo burlonamente: -Ohhh... ¡La bebé va a llorar porque sabe lo que va a pasarle a continuación!!, bueno Okazaki... ¡Esto es algo que tú misma te causaste así que atente a las consecuencias y cierra ya tu maldita boca!!- mientras le daba un fuerte puñetazo en el estómago, con lo cual Momoko solo se dobló del dolor.

Inmediatamente de entre su escote Hana saco una venda la cual le colocó a Momoko cubriéndole los ojos, y a continuación solo dijo: -Mmhhh... ¿Por dónde deberíamos empezar?? ¡Haa ya se!!- En las penumbras Momoko solo sintió como su blusa era completamente desabotonada y dos suaves manos se introducían dentro de ella para a continuación apretar sus grandes senos; mientras que poco a poco una rara sensación de calor iba creciendo en su entrepierna. Hana solo pudo decir: -¡Rayos Momoko!!... quien hubiera dicho que tuvieras estas cosas a tu edad... tus pechos son casi tan grandes como los de Mariri... Sí que son algo de destacar... ¡Son muy redondos y firmes!!-.

Inmediatamente después de eso solo se escuchó la voz de Mariri que decía: -¡Hana!!... ¡Eso no es justo!! ¡Yo también quiero jugar con ella... ya me están dando ganas!!- Hana solo le respondió: -No te preocupes amiga... todas vamos a tener nuestro turno de divertirnos con ella...- Al escuchar eso una ya aterrada Momoko solo pudo decir: -Por favor... no hagan esto chicas... se los suplico...- Hana solo respondió secamente: -Demasiado tarde Okazaki, ya no hay manera de que nos detengamos- Mientras que de nueva cuenta volvía a apretarle sus senos a Momoko y la hacía gemir sonoramente. Hana le volvió a decir: -¿Esto te gusta verdad Momoko? Con ese gemido me lo acabas de confirmar... tu cuerpo no miente. No puedo ni imaginarme cuando te quitemos toda esa ropa y nos deleitemos con tu cuerpo desnudo, te haremos morir de placer...- La más joven al escuchar esto solo les pudo decir con su voz entrecortada: -Por favor... paren... se los suplico... no lo hagan chicas- Ahora la voz que se escucho fue la de Raura la cual decía: -Vamos... ¡Vamos Hana!!... ¡Ya hazlo!!... ya me estoy humedeciendo solo de la emoción... ¡Vamos!!- Hana solo le respondió: -Esta bien Raura, entonces vamos al platillo principal... ¡Inclínenla chicas!!-.

Momoko solo sintió como su cuerpo era empujado hacia adelante, así pasaron unos instantes hasta que sintió como un par de manos se introducían dentro de su amplia falda, se contorsionó para tratar de impedir el toque, pero sin éxito. Lentamente sus pantys fueron bajadas hasta quedar en sus tobillos, para después de unos momentos escuchar la voz de Hana que decía: -Miren chicas, pantys de ositos... ¡Que kawaii!! ¡Ohhh pero que traviesa eres Momoko!!... tu ropa interior ya está toda mojada- Momoko solo pudo decir: -No hagan esto, no lo hagan...por favor- Momoko no pudo terminar la frase cuando sintió un par de delicadas manos que le acariciaban la parte interior de sus muslos por debajo de su falda y peligrosamente se acercaban a su plano vientre, de nuevo solo pudo decir entrecortadamente: -No por favor, yo nunca...- Mariri al escuchar eso solo pudo completar: -¿Quieres decir que tú nunca te lo has hecho?? Mhh bueno... No se chicas... ¿A lo mejor deberíamos perdonarla?-.