Mientras tanto en el Oratorio, el turno de Ayaka y el Caballero había llegado, ambos pasaron a colocarse frente a frente en el gran pedestal, mientras que "El Corazón de Klair" les era entregado para que ambos lo sostuvieran con la mano derecha. A lo que el nombre les fue requerido a ambos por el viejo monje, con lo que Ayaka inició diciendo: -Mi nombre es Ayaka Miyoshi- a continuación tocó el turno del Caballero el cual respondió: -Mi nombre es Herus der Heirnz-. Al escuchar eso, en el rostro de Ayaka se dibujó una ligera sonrisa mientras le decía directamente a la persona frente a ella: -Vaya, vaya, vaya... por ahí hubiéramos empezado, ¿Hasta cuándo me lo ibas a decir?- el Caballero le respondió con voz serena: -Lo iba a hacer después de que terminó nuestra sesión de baile, pero tu agradable presencia y amena platica hizo que olvidara ese detalle, y pues como te comenté no debes temer, creo que Linfer ya te platicó extensamente sobre mi "problema", así que el resultado volverá a ser el mismo de siempre con respecto al Ritual-.
Mientras tanto en el salón principal, uno de los sirvientes de Harkus rápidamente llegaba a su lado y le comentaba al oído: -Mi señor... su hermano está en el Oratorio de Klair, y con él esta una de esas rameras que nuestros espías identificaron como parte de la Corte de Starlight-. Al escuchar esto, el aristócrata de inmediato se paró de la mesa mientras que junto con su concubina y el sirviente rápidamente emprendieron su camino hacia la cámara.
En el Oratorio, Ayaka y Herus acababan de tomar el sorbo del licor de Lethius, para a continuación proceder a besar ambos la sagrada gema, cuando justo en esos instantes llegaban frente a ellos por un lado: Airi, Ayami y Linfer más su amiga, y por el otro: Harkus acompañado de su concubina y el sirviente. Por unos instantes no pasó nada, hasta que de pronto la gema empezó a refulgir con un raro color azul el cual envolvió completamente la enorme cámara. Después que se disipó la luz, poco a poco la gema empezó a tomar la tonalidad rosa ante el asombro de todos los presentes incluyendo el propio Herus. A continuación, el monje solo dijo con voz potente: -Eso fue... algo inusual, pero al final la divina Musa ha hablado... ¡Y considera que la pareja perteneciente a la Casa Miyoshi y la Casa de Heirnz es bendecida con su gracia en sagrada unión hasta la eternidad... que así sea!!- ante la vista atónita de todos los demás. Mientras Airi solo podía decir un ahogado: -¡No...!!-.
Harkus no podía contener su rabia, y en voz baja solo pudo mascullar: -Esto no puede estar pasando... ¡Es imposible!!- a la par que se alejaba a toda velocidad de ahí con sus compinches. Mientras, Linfer solo pudo decirles a las demás chicas: -Esto no puede ser real, ustedes pertenecen a otro Reino... solo la gente de Parmus puede recibir la bendición y la aprobación de nuestra divina Musa... ¡Esto no puede estar sucediendo!!-. Herus al analizar la proporción de lo que estaba diciendo Linfer decidió que lo mejor era retirarse de ese lugar, ya que la noticia se estaba extendiendo y se estaría causando un gran revuelo. Rápidamente llamó a uno de los mozos para que prepararan inmediatamente los carruajes, después le dijo a Linfer que junto con sus invitadas le siguieran para verse en la mansión de la Casa de Heirnz. Linfer de inmediato comunicó la petición a las chicas y a la brevedad pusieron rumbo a la salida mientras que una totalmente confundida Ayaka ya no sabía que pasaría con ella.
Después de varios minutos todos llegaron a la mansión y rápidamente pasaron a la estancia del lugar, ahí Herus algo confundido les pidió a las chicas que tomaran asiento, esa iba a ser una muy larga noche tratando de dilucidar lo que acababa de ocurrir en el Oratorio.
Herus solo se paseaba de un lado a otro totalmente en shock, mientras que Linfer sentada en uno de los sillones casi se devoraba las uñas. Una serena Ayami con voz fuerte se dirigió a todos para tratar de aclarar la situación y así saber tal vez que rumbo de acción tomar: -Linfer, dime, ¿Que demonios paso ahí?, se supone que Herus no era compatible con nadie y resulta que ahora sí, y casualmente con una Sakura... ¿Ambos tienen alguna explicación a eso??-. Ante eso Linfer nerviosamente solo le pudo responder diciéndole: -Hay demasiadas incógnitas señorita Muto... en primer lugar, hasta el momento nadie había logrado ser compatible con Herus, segundo, nadie puede realizar el Ritual sin ser originario del reino de Parmus, y por último, la gema de la divina Musa reaccionó de manera inusual a ambos, nunca desde la antigüedad había presentado una coloración diferente a la rosa o la verde, aquí hay algo demasiado raro-.
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Dioses, Gemas y Monstruos II
FanfictionUn grupo de jóvenes estudiantes, su viaje a un mundo de fantasía desconocido, y las terribles pruebas que tienen que enfrentar tanto en sus mentes como en sus corazones para sobrevivir.