XVI.- El Adiós más Doloroso

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Los mayores miraron con tristeza a Noah, algo en sus ojos les decía que no lo había hecho porque quisiera. Todos pudieron notar la madurez del niño y les dolía que tuviera que pasar por algo peor que ellos al igual que los otros, solo eran unos niños pequeños.

— Dejamos de ser niños en el momento que tuvimos que sobrevivir. — dijo Axel, era un brujo y tenía uno de los poderes más codiciados en el mundo: podía leer la mente de los demás.

— ¿Quién eres tu? — preguntó Dean alzando una ceja.

— Me llamo Axel y soy hijo de Alexander Lightwood y Magnus Bane. — los mencionados lo miraron con sorpresa y cariño, el chico parecía realmente inteligente y esa mirada era la de alguien poderoso y maduro, al parecer había sacado las mejores cualidades de sus padres.

— Dejando eso de lado tengo que explicarles la razón por la que asesiné a mis padres. — dijo Noah mientras se recargaba sobre el librero y cruzó sus brazos sobre su pecho.

— ¿Estás seguro? — le preguntó Eli acercándose a él y tomando su mano con cariño.

Todos los presentes podían ver el profundo amor entre ellos dos, la manera en la que Eli miraba a Noah era impresionante, te quitaba el aliento. Nunca habían visto una mirada así, ni siquiera en Stiles y Derek y ellos eran la pareja más impresionante y con el lazo más fuerte que habían conocido, pero parecía que esos jóvenes tenían algo más fuerte de lo que habían visto.

— Estoy seguro. Tienen que saberlo, es lo primero para continuar lo que vinimos a hacer.

— Esta bien, pero en cualquier momento que no te sientas seguro me dices.

Stiles miró a su esposo con una ligera sonrisa, sus adorados hijos eran mucho mejores que ellos a pesar de todo lo que tuvieron que atravesar.

— Bien...

*

Noah miró a sus padre, estaban heridos, las cicatrices adornaban cada parte de sus cuerpos; él recordaba con solían ser sus padres y de cierta forma agradecía que el amor que se tenía y que les tenían a todos ellos no había cambiado, esa era la única luz en el infierno en que vivían.

— ¿Van a salir de nuevo? — preguntó Nicolás llamando la atención de los mayores, el puberto miró a sus padres molesto. Él les había dicho que no debían salir, que algo le decía que no debían de salir, algo iba a pasar.

— Cielo, no vamos a tardar además ustedes deben de cuidar a Mica, Axel los ayudará y Eli esta con su tío Alec en el taller. — le dijo Stiles mientras acariciaba el rostro de su hijo.

Noah miraba de manera seria todo eso, sabía que su hermano tenía razón, nunca se equivocaba. ¿Por qué seguían tratándolos como niños? Ellos tenían la capacidad de ayudar a sus padres y tíos, ya habían perdido suficientes vidas no querían perder más.

Eli se acercó a Noah y acarició su cabello mientras miraba a sus padres con el ceño fruncido.

— Lo sé, pero son idiotas y no nos dejan ayudarlos.

Noah suspiró y miró una vez más a sus padres.

*

Los trillizos junto con Eli y la pequeña Mikaela, que yacía en brazos de Axel. Los mayores de los niños miraban en shock a el alfa Hale junto con su pareja, amaos apenas eran conscientes de lo que estaba sucediendo, una sustancia viscosa recorría todo su cuerpo mientras que sus ojos se habían vuelto completamente negro y lágrimas del mismo color, su mente se estaba perdiendo en la locura.

— Papi. — dijeron los trillizos mientras las lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas.

Eli colocó a Axel detrás de él y miró a los mayores, tenía que actuar.

Todo pasó tan rápido.

Noah sacó su espada serafín y uso algunas de sus runas, primero corto la cabeza de Derek y lo prendió en llamas con su runa, el hombre lobo había sonreído con cariño. Se acercó a su padre, lágrimas corriendo por sus mejillas, apretaba con fuerza su espada y miró por última vez la sonrisa de su padre siendo cubierta de sangre negra, con un grito cortó la cabeza del mayor. El niño calló al suelo abrazando los restos de su padres, sus gritos rompieron todo el lugar y quienes lo miraban lloraba y sentían su corazón partido.

Eli sintió la chispa alfa invadirlo y se dejó caer de rodillas.

Todo se desmoronó.

*

Los adolescentes cerraron sus ojos al recordar ese día, su corazón se había rompido completamente y escuchar al niño más alegre y puro romperse de esa manera sintieron su mundo desvanecerse. Una persona como Noah no debía de quebrarse, se sentía incorrecto y aun así paso y se sentían tan impotentes.

— Ay mi pequeño, lamento que hayas tenido que pasar por eso. — dijo Stiles mientras abrazaba a su hijo, no podía creer que a tanta poca edad tuvo que pasar por eso.

Noah se negó a sí mismo quebrarse, sus manos temblaban mientras se aferraba a su padre pero aun así no soltó ni una lágrima.

Derek se acercó a su hijo y acarició su cabello y abrazó a los otros dos castaños, eran sus cachorros y no podía creer que los dejará solos tan pronto, ya habían pasado por demasiado como para vivir algo así, no era justo.

Noah se separó de su padre y le regaló una sonrisa rota para volver a los brazos de su novio, no antes de ser abrazado por Derek.

— ¿Qué hacemos para evitar todo eso? — preguntó Lucifer con el ceño fruncido, no le gustaba nada el futuro que les habían dicho los niños, no por el hecho de que ellos junto con los ángeles serían los primeros en morir sino que dejarían a esos pequeños solos en un mundo demasiado cruel además era una gran responsabilidad con la que cargaban.

— Asesinar a Abraxas y Ahazu. El primero es un dios mitológico del bien y el mal mientras que el otro es el duque demonio que causa enfermedades. Ellos querían acabar con todo lo que conocemos para crear el mundo que ellos quisieran, el infierno sobre la tierra y criaturas que estén a su mereced.

— Ellos son de los demonios más tranquilos del inframundo. — dijo Mammon.

— Esa solo es una máscara, están cerca de acabar con el mundo. — les dijo Nicolás.

— Ni nosotros podemos asesinarlos. ¿Cómo lo haremos? — preguntó Leviatán de manera seria.

— Nosotros vamos a asesinarlos, solo nosotros tenemos el poder para hacerlo. — dijo Nathan mientras se señalaba así mismo, a sus trillizos y a Mikaela. 

Cazador de SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora