XVIII.- El Poder de los Semidioses

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— Iré con Mika y los demás. — dijo Axel al ver como los ojos de los trillizos brillaban en dorado mientras que los de su alfa brillaban en un tono plateado con un deje de carmesí.

Asintieron.

*

Los sietes pecados capitales temblaron, había regresado un tiempo al infierno para poner las cosas en orden después de asesinar al soberano que gobernaba. Ahora ellos habían tomado ese lugar con orgullo, pero jamás habían sentido un poder tan grande entrar a ese lugar.

— No se muevan, son ellos. — dijo Lucifer de manera seria para después volverse a sentar.

— Es el momento, ellos también tienen poder aquí. Hades lo ha permitido.

*

Ahazu miró con sorpresa a los tres adolescentes frente a él, una bruma poderosa los rodeaba, las tres brumas eran de tres colores: negra, azul grisácea y azul verdosa. Sus ojos brillaban con fuerza y en sus manos tenían tres espadas del mismo color aunque todas eran adornadas por un dorado como el color de los ojos de los betas.

Ahazu se sintió como hace millones de años cuando Cronos había bajado al infierno donde sus tres hijos lo asesinaron, sentía ese mismo poder arrasando con todo.

— No intentes escapar, imbécil. — dijo Noah mientras reía levemente y se acercaba al demonio.

— No lo hará, no te preocupes. — le dijo Nicolás mientras creaba un muro de humo negro detrás del demonio.

— Esto será divertido. — dijo Nathan mientras llenaba el lugar de olas acompañados por un potente ruido.

— Ay Ahazu, no tienes ni idea de porque estamos aquí pero te aseguró que no vivirás para saberlo. — se arrodillo frente al demonio, sus ojos no habían dejado de brillar — Eso si, te la vives en este lugar disfrutando del poder mientras hacías tus desastres en el mundo terrenal. Tu poder ha desertado cosas que ni siquiera tenían que despertar, eso es algo que daño a mis padres de manera grave, también a mi familia. — tomó la pierna del demonio apretándola con fuerza hasta que sonó un crujido y un grito — En fin, dejando todo este espectáculo, he matado a criaturas peores que tu y no he tenido piedad con ellas y contigo voy a tomarme mi tiempo. — sonrió levemente — No mires a mis hermanos, ellos van a acabar con todos tus pequeños demonios mientras yo disfrutaré de tu dolor.

Los otros dos asintieron ante eso y se fueron de ahí.

— Ahora solo quedamos tu y yo.

Noah miró su mano con una sonrisa, de ella comenzaron a emanar rayos de un color violeta.

— Mi padre es una chispa, un cazador de sombras y el nieto del dios de la guerra. Yo soy la combinación de todas esas variantes además de la bendición del dios de los cielos. — colocó su mano sobre el pecho del demonio haciéndolo gritar — Uf, tus gritos son la mejor canción que he escuchado. — el corazón dejó de latir — No, no, no. No puedes morir. — volvió a cargarlo de electricidad haciendo que pudiera respirar de nuevo — No te daré una muerte tan sencilla.

Noah repitió la misma acción hasta dejar el cuerpo del demonio casi calcinado por todas las quemaduras, sus órganos apenas servían y cuando vio eso le arrancó el corazón y vio morir a ese demonio de manera lenta.

— Listo, por favor quiero irme. — dijo Nate limpiando la sangre de su espada.

— Si, solo tengo que hacer un pequeño hechizo y revivirá este momento por la eternidad. — rio levemente.

— Genial. — dijo Nicolás acariciando al perro del infierno que se le había pegado como garrapata.

— Con esto nuestra venganza esta hecha y solo queda volver a casa.

— Todo será como siempre.

Los tres salieron del infierno de manera tranquila.

*

Stiles sonrió al ver a sus hijos del futuro salir de una clase de portal y acercarse a ellos. Todo había salido bien y ahora tenían que regresar a su tiempo.

— Vamos Eli, Mika, Axel. Es hora de que vuelvan a casa. — les dijo Stiles saliendo de la mansión con los demás siguiéndolos con la mirada. Derek sonrió y también siguió a su esposo.

— Papá. — lo abrazaron los trillizos con fuerza.

— ¿Estás bien?

— Si, lo logramos. — dijo Nicolás con orgullo.

— Lo hicieron bien, ahora deben volver a casa. Estoy seguro de que todo es diferente.

Los adolescentes asintieron. Mika se acercó a Nicolás con una sonrisa traviesa. Axel suspiró y asintió hacia sus tíos.

— Ahora vayan, les espera el futuro. — les dijo Derek mientras tomaba la mano de su esposo.

Eso fue lo último que vieron los chicos.

*

Los seis despertaron en el bosque de BH.

— Ok. No veo nada muerto, eso es algo. — dijo Nate alzando una ceja.

— Me conformó con que no haya olor a muerto. — dijo Mika esta vez.

— Solo vamos, esto es un avance, pero tenemos que ver a la manada o si el pueblo sigue en pie. — les dijo Noah mientras se aferraba a la mano de Eli, quien sonreír con ternura hacia su novio.

Encontraron la mansión en silencio aunque solo fue por unos pequeños minutos antes de que Stiles saliera corriendo hacia sus hijos y como pudo abrazó a todos los menores.

— Lo hicieron bien, estoy orgulloso de ustedes.

— Todo ha vuelto como debe ser. — le dijo Derek dejando en claro que estaba orgulloso de sus betas y del próximo alfa.

— Hicieron mucho más de lo que nosotros hicimos a su edad. — le dijo Jackson revolviendo el cabello de sus sobrinos.

— ¡Mamá! — gritó Mikaela aferrándose a su madre que le sonreía con dulzura y acariciaba el cabello de la menor.

— Es bueno verte, pequeño. — le dijo Aiden abrazando a su esposa e hijo.

— ¿Vas a quedarte parado a vas a abrazar a tus padre Axel? — le preguntó Magnus a su hijo que parecía moverse nervioso.

— ¡Yo lo ayudo! — dijo Nate empujando al otro hacia sus padres.

— Pedazo de...

— ¡Me amas!

Los adultos rieron levemente ante la interacción de esos dos, les recordaban a cierta pareja de la manada.

Axel se dejó abrazar por sus padres y muy secretamente sonrió al sentirlos cerca de él. Los menores que no querían admitir cuando los pusieron en coma que extrañaban estar con ellos, su simple calor. Ellos hablaban con sus padres y tíos pero no era lo mismo así de cerca que con una capsula impidiendo que los tocaran.

Noah se acercó a Eli y besó su mejilla.

— Lo logramos.

— Si, mi revoltoso. 

Cazador de SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora