XX.- Historias del Pasado

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Stiles salió de la mansión solo avisándole a Peter. Estaba decidido a hablar con su hijo de hombre a hombre. Ya era tiempo de que Noah supiera todo lo que calló y entendiera que él podía ayudarlo. Mieczyslaw había decidido ocultarles muchas cosas de su pasado a sus hijos porque no quería que lo vieran de manera diferente, pero ahora su hijo estaba pasando por exactamente lo mismo y lo ayudaría. Él también tenía sus demonios y a pesar del tiempo que haya pasado aún seguían apareciendo las imágenes de aquellos tiempos en su cabeza.

Jared miró a su parabatai salir, sabía que no tenía que decirle a dónde iba, además él también iba a ir detrás de su castaño, después de todo estuvo para esos niños desde que nacieron, no iba a rendirse con Noah y era justo que él también le hablara acerca de su pasado y sabía que Stiles se sentiría mucho más cómodo al estar con a su lado.

Jared.

¿Qué? Ya sabías que iría contigo. Recuerda que no puedes ocultarme nada, así son las cosas desde hace años.

Estúpido.

¿Estás seguro de que le quieres revelar todo?

Te pregunto exactamente lo mismo.

Estoy seguro. Además, el niño ya ha sacrificado demasiado por todos. En eso se parece a ti, los dos son unos idiotas.

¡Gracias! Como siempre siendo un gran apoyo.

No te quejes. Ahora pon atención, te sigo en mi motocicleta.

"Pon atención, nanana"

Que madura eres, ni se nota que tienes ocho hijos.

Ay, cierra la boca.

Jared rio levemente. Ellos nunca iban a cambiar a pesar de los años que pasaran.

— Por cierto. — lo miró en cuanto llegaron a la casa de los menores — ¿Cuándo planeabas decirme que Asmodeo y tu son pareja? — le preguntó Stiles alzando una ceja. Jared había tenido muchos problemas amorosos y con las pocas personas con las que había salido lo habían lastimado de las peores formas así que se alegraba que en uno de los príncipes del infierno hubiera encontrado el amor. Conocía a sus hermanos "demonios", así que sabía que Asmodeo no iba a lastimar a su hermano.

— Solo estábamos aclarando las cosas. Además, tenemos que pensar como decírselo a Dean y Sam, ya sabes que ellos son mucho más sobreprotectores con nosotros.

— Da gracias de que se encuentran en unas vacaciones con los pequeños Jack y John.

— Lo agradezco con toda mi alma. — pensó por un momento — La verdad pensé que para este momento ellos tendrían tantos hijos como tú, pero no, solo tienen uno cada uno. Curioso.

— Yo espero que ya tengas hijos. Total, ya tienes experiencia: cuidaste de los trillizos y luego de los demás.

— Solo el tiempo lo dirá.

Stiles suspiró al ver como su hijo se asomaba por la ventana y luego se alejaba. No se necesitaba ser un lobo para saber que se escondería, llevaba haciendo eso desde hace seis años.

*

Noah sintió su cuerpo temblar al ver a su padre y tío fuera de su casa. Sabía que les debía una disculpa, pero no estaba preparado para verlos así que como siempre huyó a su oficina o cuchitril, como lo llamaba Mikaela, ella era de las pocas personas que aun podían sacarle una sonrisa. Solo quería esconderse para que nadie lo encontrara. ¿Era mucho pedir?

— ¡Pero que mierda! — exclamó Noah sorprendido y asustado cuando un portal se abrió en su estudio y de el salieron su padre y su tío.

— Yo no te eduque como para que digas esas palabras, jovencito. — le regañó Stiles con el ceño fruncido.

— Es verdad, a tu madre no le puedes hablar con ese chingado vocabulario, se más pinche educado. — le dio un leve golpe al menor en la cabeza — Deberás estos chamacos pendejos.

— Por eso mis hijos son como son, no debí dejarlos contigo. — se lamentó Stiles mientras negaba con la cabeza.

— ¿Qué? Yo soy un santo y un niño de bien.

— Aja. No vinimos a eso. — le hizo una señal a su hijo para que se sentara en el pequeño sofá — Vinimos a contarles nuestras historias a Noah.

— ¿Sus historias?

— Oh si, niño. Hay muchas cosas que no sabes de nosotros y créeme nosotros somos las personas que más podemos entenderte en este momento, simplemente porque pasamos por cosas similares.

Noah asintió y vio como su padre y tío se sentaban frente a él, sus miradas habían cambiado por completo a unas de seriedad que jamás les había visto.

— Ya sabes que Pet y Jo no son tus abuelos biológicos, ¿verdad? — el menor asintió — Ellos son mis padres, pero yo antes tuve a mi padre biológico: Noah Stilinski. Él era un hombre muy amable que pasó por muchas cosas desde la muerte de mi madre, cometió muchos errores. — suspiró — Él solía abusar psicológica y físicamente de mi. Desde que tenía diez años tuve que crecer por mi mismo, no tuve un padre cariñoso que me cuidará, pero después las cosas cambiaron y al fin era el padre que yo conocía de hace tiempo. — una lágrima corrió por sus mejillas — Entonces me lo arrebataron. Scott solía ser mi mejor amigo, pero él siempre ha tenido el problema de que confía mucho en los extraños y cuando teníamos dieciocho años me traicionó y creyó más en las palabras de un extraño que en las mías.

— ¿Qué paso?

— Theo era muy malo cuando nos conocimos y quería una manada oscura y sin corazón, así que desordeno mucho a la manada aprovechándose de los conflictos que teníamos. Un día una de sus quimeras fue detrás de mi, él había mandado a otra quimera a atacar a mi padre así que esa misma noche los dos luchamos por nuestra vida. Pero papá no sobrevivió y yo asesiné a una persona. — sonrió cuando Jared tomó su mano — Así que no puede permanecer mucho tiempo más en el pueblo y cuando tuve la oportunidad me fui a Brooklyn donde sabía que me aceptarían. En ese tiempo también volví a encontrarme con tus tíos Sam y Dean. — suspiró de manera temblorosa.

— Desde ese momento tu padre tuvo que sobrevivir como un Winchester en el mundo sobrenatural, y a pesar de todo el poder que tiene fue difícil. Yo lo conocí y era alguien muy roto, todos los días tenía pesadillas de las personas que había que tenido que asesinar para proteger a otros, también podía ver los rostros de las personas que no pudo salvar. Me costo mucho trabajo hablar con él. — sonrió levemente — Pero al final pude hacerlo y nos convertimos en parabatai. Yo también sueño con cosas similares hoy en día.

Stiles asintió.

— ¿Algunas vez desaparecen o van disminuyendo? — miró a los mayores a los ojos por primera vez.

— No, pero se hace mucho más sencillo sobrellevarlas. — le dijo Stiles mientras tomaba la mano de su hijo, las lágrimas corrían por sus mejillas. Y esa imagen simplemente destrozó a Noah, jamás había visto a su padre llorar o sentirse mal, esto era muy diferente.

Stiles le contó un poco más de su pasado y sus pesadillas. El menor escuchó de manera atenta y no podía creer que su papi adorado e increíble hubiera pasado por tantas cosas. Siempre lo había admirado, pero ahora lo admiraba más.

— Ay, papi. — lo abrazó con fuerza — Te amo tanto.

— Yo también te amo, mi pequeño angelito.

— Ahora es mi turno.

Noah miró a su tío con una sonrisa llorosa, pero apartó las lágrimas para poder escuchar y prestarle mejor atención al otro.  

Cazador de SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora