Cazador de Sombras

XIX.- Las Consecuencias

Noah despertó de manera abrupta, su respiración estaba agitada pero al ver la habitación que compartía con Eli se relajó, al parecer su prometido se había temprano a trabajar. Han pasado ya seis años desde que viajaron al pasado para solucionar su presente, volvieron y aun las pesadillas seguían en su cabeza. Odiaba que le sucediera, pero había aprendido a ignorarlo.

En esos años los trillizos se mudaron a una casa en el centro, Eli los acompaño, ya que él era el alfa de su pequeña manada. Todos fingieron estar sorprendidos cuando Nathan y Axel anunciaron que estaban juntos así que el cazador también vivía con ellos. Mika y Nicolás al fin podían ser novios de manera oficial, pero la chica ahora de dieciocho años no podía vivir con ellos así que el pobre Nicolás era el único que no tenía a su pareja en casa.

Obviamente toda la manada tuvo más hijos. Derek y Stiles les dieron a los trillizos y a Eli cuatro hijos más: Alexa de quince años de cabello azabache de ojos verdes (loba). Mitch de catorce años, castaño de ojos verdes con motas grises (cazador de sombras). Mark de doce años, castaño de ojos whiskey (brujo). Y Emily de diez años de cabello azabache de ojos whiskey (loba y bruja).

Peter y Jordan tenía dos hijos: Oscar de quince años, rubio de ojos azules (lobo). Y Thalia de trece años, rubia castaña de ojos verdes (sabueso de la muerte).

Aiden y Lydia le dieron unos hermanitos gemelos a su princesa gritona, como solía llamarla Aiden: Jared, pelirrojo de ojos verdes (banshee) y Matthew, pelirrojo de ojos avellana (lobo y banshee), ambos de trece años.

Malia y Kira tenía a sus cachorros: Anthony de quince años de cabello azabache de ojos azules (híbrido de coyote y kitsune). Y Yukio de diez años de cabello azabache de ojos avellana (coyote).

Cora y Allyson por el momento estaban felices con su pequeño cachorro: Cristian de catorce años de cabello azabache de ojos avellana (lobo y cazador con el entrenamiento de su abuelo y mamá).

Theo y Liam tenía dos hijas que adoraban con su alma, sus pequeñas fieras, según Theo: Amber de trece años, rubia de ojos azules (híbrida de coyote y lobo). Y Cameron de cinco años, rubia castaña de ojos azules (humana).

Boyd y Erika tenía dos hijos y se habían negado a tener más: Harriet de trece años, rubia de ojos avellana. Y un adorable moreno igualito a su padre, Emmet de diez años de cabello azabache de ojos azules, heredados de sus abuelos maternos. Ambos lobos.

Isaac y Jackson tenían un pequeño, por el momento: Camden de doce años, rubio de ojos azules (lobo).

Ethan y Danny tenía dos pequeñas: Jessica de diez años, castaña de ojos avellana (humana). Y Elizabeth de cinco años, rubia castaña de ojos avellana (loba).

Scott y Sophie (prima de Liam) tenía dos niños y según la chica jamás iba a tener otra y su esposo termino en una esquina triste y castigado por causarle dolor a su esposa por anda de calenturiento: Leonardo de dieciséis años, castaño de ojos azules (lobo). Y Jeremy de doce años, castaño de ojos avellana (humano).

Chris y Melissa quería un hijo solo de ellos así que les dieron una hermanita a Allyson y Scott: Fernanda de siete años de cabello azabache de ojos azules.

Y Mason y Corey apenas había iniciado su familia con un pequeño: Thomas de tres años, castaño de ojos verdes (humano).

Noah no era tan unido con sus hermanitos como sus padres quisieran, pero tenía miedo de mancharlos con su oscuridad, sus manos estaban llenas de sangre y aunque lo hizo por un bien mayor disfruto de asesinar de desde demonio y aquel dios. Zeus había hablado mucho con él y trataba de convencerlo de que no era así, de que no estaba manchado y de que podía vivir su vida y convivir con sus hermanos sin llenarlos de "oscuridad". Per él se negaba a eso, tampoco hablaba mucho con sus padres o demás miembros de la manada de Derek. Se había aislado en su pequeña manada y sus hermanos.

El joven de veintidós años se levantó revolviendo su cabello mientras rascaba su panza. Caminó hacia el baño y se enjuago la cara, vio la cicatriz que tenía sobre el ojo y negó con la cabeza, se cepillo un poco el cabello y bajo al primer piso donde se encontró su desayuno hecho y una nota de Nathan diciéndole que lo calentara y comiera. Él era el único que trabaja en línea y tomaba clases de la misma forma, decidió estudiar comunicación y ahora era un editor de libros y guiones. Pasaba todo el día en casa tomando café y en pijama, aunque luego se cambiaba a ropa más cómodo después de darse un baño.

Estuvo todo el día trabajando, había tomado sus exámenes finales y solo le quedaban otros cuatro exámenes y al fin terminaba su carrera. Agradecía tener le cerebro de su padre y poder estudiar sin problemas y terminar pronto su carrera. Sus hermanos iban apenas por la mitad. Axel había decidido no estudiar así que se encargaba de una cafetería que sus padres tenían.

Eli llegó a la casa con Oscar. Noah los había visto entrar así que se encerró en su estudio, como siempre lo hacía.

— ¿Noah nos odia? — se atrevió a preguntar Oscar cuando escuchó al chico en su estudio.

— No los odia, de hecho los adora, pero tiene miedo.

— ¿De nosotros?

Eli rio levemente.

— No. Él ha pasado por mucho, pero tiene la estúpida idea de que podría hacerles algo, como si no mereciera estar cerca de ustedes. — suspiro — Pero entiendo sus miedos, entiendo porque actúa de esa manera y me encantaría hacer más por él, pero ya no se que hacer y Stiles tampoco. Solo Nathan y Nicolás saben y han estado intentando. ¡Hasta Zeus lo intenta!

— Me gustaría ayudarlo.

— Todos. Tal vez...

— ¿Qué?

— Sería una mala idea.

— Solo dilo Elías.

— Tal vez borrar sus peores recuerdos podría ayudarlo.

— Pero en algún momento regresarían y él sentiría ese vacío.

— Lo sé, es que quiero ayudarlo.

— Eres su compañero, ya lo ayudas bastante estando a su lado.

— Quiero hacer más.

Noah suspiró. Había escuchado toda la conversación, pero tenía miedo. Quería dejar de preocupar a los que ama, pero cada vez que se animaba a hacer algo más, salir de su cueva el miedo lo paralizaba. No sabía que hacer.

— Ay papá no tengo idea de que hacer. — susurró Noah mientras se deslizaba por la pared.