IV.- Boda

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Stiles se miró al espejo, había llegado el día de la boda más rápido de lo que esperaba y en su estancia en el pueblo no se había librado de Derek y su adorado cachorro, no es que no le gustará pasar tiempo con ellos sino que hacían que quisiera quedarse y eso era algo difícil.

— ¿Listo? Si llegamos tarde tu amiga nos asesina y la verdad quiero vivir por lo menos hasta que conozca al amor de mi vida. Con todo respeto a Lydia, tampoco quiero morir de una explosión en mi cabeza, necesito algo más heroico. — le dijo Jared con una expresión de terror.

— ¿Alguna vez dejas de decir tantas estupideces? — le preguntó Stiles con diversión.

— No lo sé, lo aprendí de ti así que deberías de hacerte esa pregunta a ti mismo.

Stiles puso los ojos en blanco, Jared era el hermano que nunca tuvo, más bien parecía su gemelo con todas las similitudes que tenían, incluso comenzaba a ser más sarcástico de cuando lo conoció y no sabe si eso es bueno o malo.

— Vámonos ya. — tomó su saco y comenzó a caminar a la salida — ¿Qué esperas? ¿Trompetas?

— Estaría bien. — comentó Jared caminando como una diva.

Los días de esos parabatai nunca eran aburridos, con las locuras de ambos no se aburrían, a pesar de ser unos adultos a veces podían comportarse como niños y era bastante entretenido de ver o eso les decían su equipo y familia en Brooklyn, aunque los del pueblo también se los habían comentado de vez en cuando.

Llegaron a la boda donde Stiles miró con una sonrisa a su hermosa mejor amiga, su vestido era espectacular y ni siquiera se notaba su embarazo, aunque él podía ver la pequeña pancita que cargaba la pelirroja con orgullo. Lydia sonrió con emoción al ver a su mejor amigo, en todos esos años que habían pasado tuvo muchos problemas con sus padres hasta que su relación se rompió, Stiles fue quien se quedó a su lado, la cuidó y estuvo a su lado siempre que lo necesitó y ahora él sería quien la llevaría al altar entregándola al amor de su vida.

— Estas hermosa, Lyds. Aiden tiene mucha suerte en tenerte y si alguna vez quiere escapar de él estaré aquí en un segundo y te llevaré a casa donde no dejaré que nadie te toque. — le dijo el cazador con un guiño.

— Gracias, Sti. De verdad agradezco mucho que hayas venido a pesar de todo y por estar a mi lado siempre, me gustaría que los pequeños estuvieran aquí pero lo entiendo. — le dijo Lydia abrazando al hombre con fuerza.

— No tienes que agradecer, somos familia y haría lo que fuera por ti. ¿Quién diría que mi enamoramiento se convertiría en mi mejor amiga y hermana? Eres de las mejores cosas que me han pasado en toda mi vida.

— Demasiado sentimentalismo, deberían de salir ya, hay bastantes personas esperando por la novia. — dijo Jared interrumpiendo el momento entre los hermanos de otra madre.

— Cada día se parce más a ti cuando eras adolescente. — dijo Lydia poniendo los ojos en blanco.

— No me recuerdes eso, lidió con él a diario, es demasiado.

— Sigo aquí. — dijo Jared negando con la cabeza y los miró indignado cuando ambos lo miraron.

Salieron de la pequeña habitación de la iglesia así que Jared se sentó al lado de Jackson para después levantarse junto con los demás cuando Lydia y Stiles hicieron presencia caminando hacía el altar.

Aiden se veía realmente encantado y de sus ojos se asomaban pequeñas lágrimas de felicidad.

— Cuídala o yo mismo pateare ese peludo trasero. — le dijo Stiles al novio mientras le entregaba a la pelirroja que solo sonrió con cariño para después besar la mejilla del castaño.

— Tranquilo, la amo demasiado como para dañarla.

Stiles asintió y se sentó al lado de su parabatai.

— Es una buena pareja, ¿no es así? — comentó Jared con una sonrisa.

— De las mejores que he conocido, ellos estaban destinados a terminar juntos.

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Derek miraba a Stiles con una sonrisa, el castaño se encontraba conversando con Peter y Jordan, en su mano descansaba una copa de vino y la movía de manera lenta e inconsciente, era hipnotizante verlo así de tranquilo y cono una ligera sonrisa adornando su rostro.

— Deja de verlo, es un poco acosador. — le dijo Jared sentándose a su lado.

— No puedo evitarlo.

— Deberías de invitarlo a salir, sabes que no volverá a vivir en este pueblo así que solo te queda esa opción y saber esa realidad.

— Es complicado.

— Demasiado, pero al mismo tiempo no es tan difícil. Mi querido parabatai es un poco testarudo y su corazón fue lastimado al momento en que le arrebataron al padre de sus hijos, las cosas se complicaron en ese momento, fue una época pesada y difícil para todos pero logró salir de ese pozo y ahora está bien y gracias a ti podrá seguir adelante pero eso solo depende de ti.

— Para ser un idiota dices bastante cosas profundas. — se burló Derek a lo que el otro puso los ojos en blanco.

Solo deja de ser tan imbécil. Nos vamos en tres días, sabes donde vivimos así que también puedes ir a Brooklyn para ser parte de su vida.

— ¿De qué tanto hablan? —preguntó Stiles con Eli tomado de su mano, el castaño, por suerte, no había escuchado nada de lo que esos dos habían hablado así que estaban tranquilos.

— De cosas tontas, no nos hagas caso. — miró al menor — ¿Quieres conocer a los pequeños de la casa, Eli? Tal vez tu padre podría llevarte a nuestra casa, ahí los conocerías, te convertirías en su hermano mayor. — le dijo Jared con una sonrisa.

— ¡Si!

— Bien, convence a tu papá. Ahora vamos a la mesa de dulce haber con que podemos acabar, ¿te parece, pequeñin?

— Eres genial, tío Jared.

— Yo lo sé.

Ambos se alejaron dejando a los enamorados solos. Stiles solo sonreía al ver como era Jared con los menores, puede que su parabatai fuera un imbécil la mayoría del tiempo pero era encantador con los niños, ya esperaba con ansias cuando sentara cabeza y tenga sus propios hijos.

— Puede ser un idiota, pero tiene un toque especial con los niños. — comentó Derek con diversión.

— Tiene su encanto, sino no podría ser mi parabatai.

— En eso tienes razón, todos los cercanos a los Stilinski tienen su encanto.

— Igual que tú, sourwolf, no lo olvides. 

Cazador de SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora