Cap.4: "Dime la verdad".

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...

La mano de Shion toma la de Nezumi y es allí que lo obliga a caminar por las nuevas calles de la ciudad. El de cabello oscuro parecía fascinado por la moderna arquitectura que contrastaba con los edificios antiguos de No.6.
Shion se dedicó a mirar a su compañero en todo el camino; le sorprendía que hubiese aceptado irse con él a casa, era algo que de verdad le intrigaba. Pero no decía nada. Sólo sonreía y suspiraba, feliz de tener por fin a su Nezumi al lado.

" Nezumi, eh... "

Se dijo a sí mismo mientras tomaban ambos la ruta hacia las partes elevadas de la ciudad, donde se divisaba el pequeño cartel de la pastelería.

Los transeúntes saludaban con gran afecto al de cabello claro y Nezumi sólo alzaba la ceja. He allí el héroe del pueblo. Pensaba él, casi burlándose.

...

La puerta de la pastelería se abrió rápidamente, y un niño de aproximadamente 6 años apareció.

-¡Onii-chan!-, gritaba el niño emocionado y Shion soltó a Nezumi para tomar y alzar al pequeño. Éste reía y se acurrucaba en el cuello de su "hermano", como si no le hubiese visto en siglos.

- Éste es Rui, mi hermanito. Rui, él es Nezumi, mi... -, justo cuando iba a hablar, una señora con los cabellos castaños hacía aparición.

-¿Nezumi? -Inquirió la madre de Shion y se fue aproximando al pelinegro lentamente, como si estuviese asombrada. Él, por su parte, se sentía algo avergonzado, tomando en cuenta de que era un momento incómodo.
La mujer se quedó frente a frente con él, analizando su hermoso y suave rostro. Estuvieron unos instantes así, hasta que ella saltó a los brazos del contrario, llenándolo de besos en las mejillas ahora rojas del de ojos grisáceos.

-¡M-muchas gracias por todo lo que hiciste por mi Shion!

La actitud de la mujer dejó a Nezumi sin movilidad. No sabía que decir, por lo que correspondió al abrazo con cuidado, para luego susurrar quedamente.

-Ha sido un placer...

...

Ambos parecían estar muy avergonzados luego de cenar. Shion había invitado a Nezumi a su cuarto, y como todos saben, la respuesta es la más obvia.

Cuando llegaron, el de cabello oscuro se sentó en la cama, observando hacia la ventana. Alcanzó a ver allí, una bufanda de color marrón. Sabía que la había visto en alguna parte, pero no recordaba donde.

-Lamento que mamá te haya casi asfixiado en abrazos y besos.

-Supuse que sucedería eso... -, hizo una pausa. - Nee', Shion... ¿Puedo preguntarte algo?

El más alto ladeó la cabeza y se sentó a su lado.

-Claro, lo que sea.

-¿Por qué no fuiste antes a por mí?

Un silencio incómodo inundó el cuarto y otra vez la tensión se creó. Shion tragó saliva.

-Porque... no era el momento... -, la voz del peliblanco temblaba.

-Dime la verdad.

La mirada de Nezumi parecía muy hostil y seria.

-Yo sólo... quería tiempo para pensar... todo... -, Nezumi volvió a hablar.

-¡Dime por qué demonios te fuiste y jamás volviste hasta ahora!

-¡Porque tenía miedo! -La voz de Shion se había alzado, haciendo que retumbara en toda la casa. Él se dio cuenta y se cubrió la boca, avergonzado.

-¿Miedo...? ¿de qué?

-De que me rechazaras...




He allí la gran razón de todo.

Arigato... [No.6 Shion x Nezumi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora