Cap. 13: Flores y abejas.

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El viento que te sigue es único; es como si te protegiera de cualquier cosa que quiera dañarte, aunque eso implique dañar al resto.

La dulce y fría ventisca previa a la nieve hacía que el cabello de Nezumi se meciera de un lado a otro, al igual que su bufanda y parte de su abrigo. No podía creer lo helada que llegaba ser esa colina donde vivían, pero la hermosa vista lo valía todo.
El invierno estaba en su plena vida, y bueno... era algo que no se podía evitar. Lo inusual de todo aquello, era que las flores habían nacido a pesar de que el sol no iluminaba con la intensidad de la primavera. Él pudo percatarse de ello y con su curiosidad repentina, se agachó.
Cortó un pequeño capullo, que parecía recién abierto. Se lo llevó a la nariz, pero de manera desconcertante, alejó la flor. Volvió a acercarla, en un intento de tomar su aroma, pero...

Nada.

No había aroma.

Volvió a hacerlo otra vez, intentando inhalar alguna fragancia, pero mientras lo hacía, se percató de que la ventisca había cesado. Su cabello estaba quieto, al igual que la bufanda y las mimas flores que se removían hace un momento atrás.

"Te he encontrado... Nezumi... ".

La flor se le cayó de las manos, y su movilidad se redujo a sólo un pequeño encogimiento.

...

Salió corriendo en cuánto pudo, en dirección a casa. Lo primero que hizo fue buscar a Shion en la panadería. No lo encontró a simple vista, por lo que comenzó a desesperar. Subió las escaleras con suavidad y apenas su cabeza se asomó por la planta alta, suspiró. Allí estaba.
Shion sostenía a aquel niño que había recogido en el atentado al Distrito Oeste, mientras ambos armaban un rompecabezas.

-Shion... tenemos que hablar.

El recién mencionado dirigió su mirada carmesí al que acababa de llegar e hizo una especie de mueca al ver la expresión intrigada de Nezumi. Dejó al niño a un lado, jugando, y se puso de pie, acercándose.

-¿Qué sucede...?

El pelinegro no podía hablar; su respiración estaba acelerada, como si estuviese desesperado por tomar bocanadas de aire.

- Juré haber escuchado a alguien hablarme... y... bueno...

Nezumi no sabía cómo explicar lo que le había sucedido al inspirar aquella flor carente de aroma, pues estaba aún impresionado. Juraba haber escuchado aquella voz... y sabía ya de quién era.

- Ella sí ha vuelto, Shion. Ella... -su voz se quebró de repente, haciendo que su tono disminuyera a un susurro-, ella viene ahora por mí. Ya tiene a Safu... pero me quiere a mí.

-Oye, Nezumi... ¿puedes hablar más alto? No te escucho.

- ¡Que Eurilias viene a por mí, Shion! A ella no le basta tener a aquella chica. También me quiere a mí, y no sé para qué.

El peliblanco pareció meditar muy bien lo que su pareja le decía, pero de cierta manera, no parecía estar al pendiente. Es decir, él sabía ya que Eurilias volvería; lo supo luego de la visita del hotelero.

-¿Por qué...? -iquirió en voz apagada- ¿por qué ahora que éramos felices...? ¿por qué te quiere apartar de ...?

Las manos del de ojos carmín se aferraron velozmente a las de él y sin decir nada lo abrazó.

- No voy a permitir que me quiten otra vez a una de las personas que amo. Mucho menos ella... no...








N/a

Mátenme por joderles todo. que soy mala por meter a nuestra querida "Abeja reina", pero es que tenía la tentación de hacerlo.

¡Gomenasai! Yo les amo, no me odien~.

Arigato... [No.6 Shion x Nezumi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora