Cap.14: Los sueños de Nezumi.

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La luz era artificial, de un color marfil, tan frío que el chico de cabello oscuro se estremeció. El piso estaba mojado y de cierta manera, una sensación de incomodidad y terror se apoderó de su entumecido cuerpo. A su alrededor, sólo se veían las ruinas de lo que era el ex cuartel de No. 6. Instintivamente, sus ojos se dirigieron a su derecha, donde sólo había un montón de escombros húmedos. De cierta manera, esperaba algo más.

Repentinamente, el ambiente cambió. Todo era oscuro, tenebroso y sólo se escuchaba la respiración acelerada de Nezumi, quien estaba envuelto en el terror que le producía el estar solo y en medio de la inmensidad tenebrosa y negra.

"¿Dónde... dónde estoy? ", preguntó al aire, sin hallar respuesta inmediata.

"¡Por favor, díganme dónde me encuentro!".

Un silencio apareció, y las lágrimas lentamente comenzaron a brotar de sus grisáceos ojos. De repente, una voz interrupción el silencio, como si lo estuvieran cortando con tagantes invisibles.

"Estoy aquí, Nezumi".

La voz parecía alejarse y en un momento de desesperanza, él comenzó a seguirla.

"¡Muéstrate! ", ordenó, pero sólo se escuchó una alegre carcajada. Era de una mujer y juraba haberla escuchado en otro lado, pero no era capaz de recordarlo. .

"Sígueme... así volverás a casa".

...

El cuerpo de Nezumi se mantenía inmóvil entre las sábanas, aunque su rostro de vez en cuando adquiría expresiones bastante tensas, y luego las relajaba. Esto se repitió hasta que una mueca de terror se dejaba ver en su boca, seguido de la respiración acelerada. De un momento a otro, sus ojos se abrieron. Miró hacia arriba. Aún era de madrugada, ya que estaba todo oscuro. Lanzó una mirada fugaz al reloj.

3:00 a.m.

Suspiró, dando media vuelta y disponiéndose a dormir. Se encontró con un Shion dormido, con los labios levemente abiertos y el cabello hecho una maraña. Le dio un delicado beso en la frente y lo abrazó, fuertemente, con algo de temor inexplicable.

-Uhm... Nezu... mi...

Murmuró el peliblanco al sentir la fuerza con que su contrario se aferraba a sí, aunque no estaba consciente del todo. Nezumi fue soltándolo poco a poco para no despertarlo o en otro caso, lastimarlo.

No supo cuándo volvió a cerrar los ojos y a conciliar el sueño. Fue algo tan rápido que pronto ya se encontraba en el mundo donde Morfeo era dueño y señor.

...

El panorama volvió a cambiar. Ahora, él se encontraba en medio de un pueblo desierto. Intentó moverse, pero no pudo.
De repente, algo horrible pasó; el pueblo estaba envuelto en llamas. La gente corría, los niños lloraban, los hombres intentaban proteger a su gente... y unos hombres con armas les perseguían...
Un niño estaba en frente suyo. Temblaba, lloriqueaba por lo bajo... y los hombres se le acercaban.

"¡Corre!", se escuchaba la voz desesperada de una mujer. Ésta misma estaba siendo acorralada por un militar, quien apuntaba su sien con una pistola. "¡Hijo, por favor corre!", suplicó de nuevo, y una bala atravesó su cráneo de una forma que a Nezumi le hizo perder el aliento.

"¡Mamá!", gritó el niño, y repentinamente comenzó a correr.

Una vez lejos de los hombres, se giró. Las lágrimas rodaban por su mejilla y sus ojos grisáceos parecían aguarse aún más. Su cabello era oscuro, algo largo... su cuerpo, muy pequeño y delgado.

Nezumi volvió a quedar sin aliento al verse a mismo en ese niño. No. Definitivamente era él.

Finalmente, el niño se echó a correr, tanto como pudo, hasta que la bala rozó su brazo. Un grito de dolor se escapó de sus temblorosos labios, pero aún así no se detuvo.

La escena cambió repentinamente.

Nezumi se encontraba en un campo de hierba verde y flores. Las abejas volaban a su alrededor, como si lo resguardaran de cualquier mal procedente del mundo.

"Ya te dije que si vienes conmigo todo estará bien... ".

Arigato... [No.6 Shion x Nezumi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora