Cap. 8: Conclusiones

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...

Era increíble que la relación entre Nezumi y Shion se hubiese establecido rápidamente, cuando realmente nadie lo esperaba. El pelinegro no estaba seguro si realmente quería ser algo con Shion, o si quería vivir por siempre a su lado... era aún muy pronto para tomarse atribuciones que al fin y al cabo, aún no posee.

Ambos permanecían mirándose, detallándose, mientras estaban sentados en el gran balcón del edificio. No se decían nada, pero el nerviosismo estaba en el aire y era imposible no temblar con las brisas primaverales. Nezumi estaba concentrado y Shion se derretía ante él como mantequilla. Finalmente, no pudieron más.

-¡Habla! -Dijeron los dos a unísono y rieron después. Nezumi tosió un momento, aclarándose la garganta.

-Vale... lo haré yo.

El peliblanco se acomodó en el asiento, subiendo las piernas a la silla y quedando abrazado a ellas. Volvió su mirada hacia la escurridisa mirada grisácea que ahora lo observaba.

-Dime, Shion. ¿En serio quieres esto...? Digo... ¿Quieres realmente intentar esto?

El chico abrió la boca, pero la cerró inmediatamente.
¿Cómo era posible que Nezumi preguntara algo que tenía ya respuesta? No estaba enojado, pero sí dolía que otra vez tuviese que explicar algo que aún el contrario no entendía.

-Quiero estar contigo. Amanecer contigo todas las mañanas... Despertar y dormir con tus besos... ¿A caso ya no está claro que sí quiero esto?

Ahora, el que se quedaba sin palabras era Nezumi.

-Shion... - Fue lo único que pudo susurrar para luego estirar su mano hasta la del más alto. - Ven aquí...

Sin dudarlo, Shion tomó su mano y se puso de pie, aproximándose. Se arrodilló ante Nezumi y éste se inclinó para darle un delicado beso en los labios. Con ese gesto, decía cosas que ni siquiera con palabras podría describirlas. El tacto era cálido, gentil, lleno de amor, sin dobles intenciones que pudiesen dejar rastros de pasión o desespero. Cuando se separaron, sonrieron y el pelinegro acarició con delicadeza ese rostro aún tierno de su adversario, a pesar de la madurez que adquirió en aquellos seis años.

Aún recordaba esa vez en que pensó que estaba muerto. Ver el rostro 'dormido' y pálido de Shion le hizo sentir un dolor punzante en el pecho. Si bien en ese momento no creía estar enamorado, había llorando y sufrido como nunca antes. No por el dolor de sus propios disparos, sino que por los de Él. Le dolía más que cualquier otra herida.
Apenas pudo cantarle aquella hermosa canción que haría que su alma descansara. Su voz estaba quebrada y su corazón aún más.
Cuando Eurilias apareció y revivió a Shion, Nezumi no podía dejar de llorar como un niño. Estaba tan agradecido, tan feliz, y tan lleno de vida...

. Había perdido su vida en el momento en que Shion dejó de respirar.

(...)

Siguieron en silencio.

Nezumi comenzó a sacar sus propias conclusiones antes de volver a hablar.

1.- Estaba más que enamorado de Shion.

2.- Jamás volvería a dejarlo ir.

3.- Quería compartir su vida y todo lo que tenía con Él.

Aún sin dejar de tocarle, le abrazó con cuidado y le susurró, quedamente contra el oído.

- Te amo. Jamás me arrepentiré de haberte conocido.

Arigato... [No.6 Shion x Nezumi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora